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Chapter Eleven : Buds.

—. ¿A qué se refiere con eso?

—. Pues, ya que la protección social ofrece este beneficio como una forma de rehabilitación a ciudadanos que aún le sirven al sector económico, para evitar que sus costumbres o vicios se vuelvan una amenaza para la sociedad, el fin de las fundaciones es llegar a integrar a estos ciudadanos otra vez en la sociedad... Se supone que los ingresan seres queridos con la finalidad de curarlos, no de abandonarlos, por eso es necesario que realices un número mínimo de visitas al lugar para que la asociación esté segura de que no estás abandonando a un hombre con problemas para deshacerte de él y dejarle la responsabilidad al centro de rehabilitación. 

—. No tenía planeado dejar de visitarlo. 

—. Entonces no hay ningún problema. El centro se encarga del paciente hasta que se lo diagnostique rehabilitado por completo, y entonces tú tendrás que retirar la solicitud para que él pueda salir de allí, ya dependerá de ustedes dos si desean volver a vivir bajo el mismo techo, o si harán caminos separados a pesar de que él se recupere. 

Hyunjin asiente. — Me parece bien. 

—. Por favor antes de firmar, lee las sanciones a las cuales te podrías enfrentar si llegas a incumplir con tu parte del compromiso. 

Los ojos del joven viajan lentamente por sobre las letras en el papel, Hyunjin se asegura de leer cada palabra y de procesar cada una de las frases, de modo que se toma todo el tiempo que necesita para procesar el contenido del documento, leyendo cada cláusula, cada regla, y sobre todo cada posible consecuencia, lee incluso la letra pequeña, y no halla rastros de nada extraño o que le cause sospecha, por lo cual asiente. 

La mujer le sonríe de forma casi maternal y le alcanza un bolígrafo de tinta negra, estira su brazo, y rozando el papel con la punta de su ovalada uña pintada con esmalte rojo, le indica cada uno de los espacios en los que se necesita su firma. 

Por último, la dama le acerca una hoja en blanco, y sin haberle quitado de las manos el bolígrafo que usó para firmar el documento y llenar la solicitud, le explica que necesita que escriba a puño y letra una exposición de motivos, es decir, una carta explicativa, en la cual se asegure de colocar cada detalle de sus problemas con su padre, y que además especifique las razones por las cuales lo está ingresando al programa de protección social. 

Todo aquello era una medida de seguridad, después de todo, tenía entendido que dicha carta sería analizada por algún especialista que ayudaría a determinar si el chico estaba realmente interesado en estar presente tras la recuperación de su padre, y ya decidirían los especialistas si tener un ojo puesto sobre él para hacerlo cumplir la ley, o si no había de qué preocuparse. 

Mientras el bolígrafo se desliza sobre la hoja, Hyunjin siente un intenso dolor en la garganta y los ojos se le nublan, por lo que solo escribe el punto del final, firma para darle validez a la carta, y se suelta a llorar sobre el escritorio de la trabajadora social. 

La mujer se acerca a él con preocupación, rodea el escritorio solo para poder sentarse a su lado y pasar suavemente su mano por la espalda del chico en busca de calmarlo; Hyunjin parece llorar con mayor intensidad cuando siente en la calidez del tacto de la mujer el apoyo de una madre, y permanece largos minutos sollozando audiblemente. 

Ella se queda cerca de él mientras sigue intentando hacerlo recuperarse, y no es sino unos diez minutos más tarde que el muchacho levanta la cara y se seca las lágrimas, está rojo y se le nota una leve hinchazón en la nariz y los párpados, pero su expresión no está afligida. 

—. Discúlpeme. — Murmura mientras le acepta la toallita de papel y se limpia. — Realmente me siento como si me hubiese liberado de una gran carga, no supe controlar el alivio.