Chapter Ten : Rising Flower.

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Se convierte en un manojo de suspiros cuando las grandes manos de Hyunjin se introducen por debajo de su camisa de pijama, tocándole la piel del torso y recorriendo su espalda con la punta de los dedos.

Todo su ser se estremece de forma visible bajo el tacto intenso y sutil del mayor, quien poco a poco va deslizando aquella camisa de botones por los hombros del menor, haciéndola descender lentamente luego de haberla desabrochado, desnudando su cuerpo paso por paso.

Hyunjin le besa el pecho y los hombros, dejando suaves mordidas en sus clavículas y cubriéndole el cuello con la humedad de su lengua.

Apenas escapa el primer gemido de sus labios, Félix se separa suavemente, sin llegar a rechazar del todo sus acciones. — Hyunjin... ¿Estás seguro de que tienes ganas de que continuemos?

El mayor claramente entiende su duda, por eso le sonríe y lo observa con esa mirada felina que a Félix le roba el aliento.

—. No estoy tocándote porque esté buscando una forma de desahogar mis problemas, y mis problemas no son motivo para que mis sentimientos por ti se vean afectados de ninguna forma. — Le acaricia los labios con el pulgar y le roba un beso pequeño. — Te estoy tocando porque quiero hacerte el amor justo ahora.

Casi parece que el mayor hubiese estado leyéndole el pensamiento, no obstante, agradece mucho saber aquello, así que incluso él puede darse cuenta cómo sus hombros se relajan y vuelve a permitirse ser tocado por el mayor.

Hyunjin le besa cada rincón del cuerpo, lo toca con intensidad y sin prisa, disfrutando el proceso de deshacerse de cada prenda del más pequeño.

En un corto instante que se había distraído solo un poco, Félix se había estirado para cerrar la puerta, volteando después a verlo con su pecosa cara repleta del color del sonrojo.

Hyunjin se ríe. — ¿Por qué cierras la puerta?

—. Privacidad.

Y entonces se vuelve a reír, porque Félix vive completamente solo, y no había forma ni manera de que algo o alguien los interrumpiera solo por dejar la puerta abierta.

Aún así no dice nada, prefiere concentrarse más en continuar su tarea, finalmente dejando caer la ropa interior del chico en el suelo del baño.

Félix no se había quedado atrás con él tampoco, le había sacado la ropa tanto o más cuidadosamente que como lo había hecho él, besándole los hombros y las clavículas, tocando su pecho, recorriendo con la punta de los dedos todas esas marcas o golpes que tardarían en borrarse de su tez, mientras movía su cadera idílicamente estando sobre su regazo.

Un par de segundos más tarde terminan por entrar a la ducha, decididos a asearse juntos, sin embargo Hyunjin está muy concentrado besando las pecas en la espalda de Félix como para ponerle atención a si él logró poner el agua tibia o no.

Félix cierra la puerta de la ducha también, para que el agua no salpique hacia el suelo de fuera, y solo después vuelve a unir sus labios con los de Hyunjin, sintiendo como él lo empuja lentamente debajo del agua.

El agua está un poco más caliente de lo que hubiese querido, pero poco le importa cuando Hyunjin se arrodilla ante él para llevar sus besos húmedos hacia toda el área de su abdomen.

Él se estremece y le hunde los dedos en el cabello, el agua corre sobre su piel y le moja todo el cuerpo, logrando que las caricias se vuelvan resbalosas debido a la humedad.

Félix no alcanza a saber si lo que empaña los cristales de la ducha es el vapor del agua caliente, o si son ellos con sus respiraciones densas y tibias.

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora