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Mientras una cegadora luz roja le quemaba la vista no podía dejar de pensar en cómo había llegado hasta ese punto, literalmente, ni siquiera recuerda como llegó tan rápido a la casa de la pareja si ni siquiera tiene auto.

Bueno, si dejamos lo irrelevante de lado, podemos caer en la conversación de unos minutos atrás que tuvo Jeno con los chicos, cosa bastante importante porque sino no entendería por qué carajos hay una luz roja en una habitación supuestamente normal.

Lo habían sentado en el salón apenas llegó, mirándole con una expresión extraña, como si no supieran qué hacer con él y su presencia. Tuvo ganas de reír, si ni siquiera ellos estaban seguros de lo que hacían... ¿cómo esperaban que él no estuviera a punto de sufrir un ataque cardíaco? No es que deseara exagerar en aquel momento, pues de verdad sentía el corazón saliéndose de su pecho a la hora de escucharlos.

─ Jeno...─ comenzó Mark, parado a un lado de Jaemin que no dejaba de sonreír─ Es posible que después de esto la forma en que nos veas a ambos cambie, cosa que sería bastante normal pero nos queremos asegurar de que entiendas la situación─ el pelinegro simplemente asiente─ puedes irte apenas te sientas fuera de lugar...

─ ¿Cómo ahora?─ bromea.

─ Imbécil─ el otro rió ante el insulto. ─ Como te decía, si te sientes demasiado incómodo solo tienes que levantarte e irte, nosotros no lo tomaremos de mala forma, ¿esta bien? porque no somos tan vainilla como esperas.

Jeno repasó las palabras con cuidado.

¿De verdad estaba bien con todo esto?

Cuando los miró y vio los brillos de emoción en sus ojos, se decidió que esto sería lo más fácil si es que quería escribir una buena escena.

─ Entiendo.

─ Otra vez, no es necesario que nos toques ni nada, puedes quedarte en el sofá que está a un lado de la cama─ apuntó al cuarto, como si desde donde estaban se pudiera ver el mueble. ─ Claro... en el caso que no desees participar.

Oh, mierda, el tono de Mark había bajado notoriamente de nivel ante lo dicho, tanto así que le erizó el vello del cuello con rapidez, tal como la vez que Jaemin insinuó algo parecido.

Ahora no tenía dudas de que esta pareja quería mucho más que un simple oyente.

─ No sé nada de esto y tú piensas que podría manejar estar con dos personas a la vez, ¿eres idiota?

─ Es solo una invitación... tú decides─ interrumpió el rubio, alternando la mirada entre su pareja y el dulce chico sonrojado en el sofá. ─ Entendemos que solo estés aquí para ganar un poco de inspiración, ¿cierto, bebé?─ pronunció hacia Mark. En algún punto de la conversación Jaemin se movió detrás de Jeno, tomando sus hombros con un agarre firme que le hizo temblar.

─ Totalmente.

La respuesta afirmativa del castaño hizo pensar al más pálido. Claro que quería ser parte de la acción, aunque se estaba obligando a tener una mente profesional para recolectar bien la idea y esencia de lo que estaba por venir.

Juego de palabras.

Como sea, la cosa es que ahora estaba en aquel sillón que Mark había nombrado, con la espalda derecha y los hombros tensos porque no sabía en qué momento saldrían sus amigos del baño.

¿Acaso ya habían comenzado un juego previo ahí dentro? Debería agregar eso a su historia, por lo que buscó algo para anotar y al no encontrar nada se decepcionó, pues su libreta había quedado olvidada en su hogar después de partir volando a este encuentro.

Drip ─ MarknominWhere stories live. Discover now