2

860 81 8
                                    

"Y entonces..."

"Y..."

"Y..."

Su frente ardía desde hace unos cinco minutos gracias a su estúpida forma de liberar la frustración, pues no se le ocurrió una mejor idea que golpearse sorpresivamente contra el teclado de su computadora.

Mierda, notó que se había pasado cuando se fue a ver al espejo y tenía marcada la barra espaciadora en la cabeza.

Cuando había regresado a su escritorio, cerró por completo la pantalla, primero enfadado y seguido de eso con la pena en su pecho, porque hace mucho tiempo que no tenía un bloqueo de escritor a tal magnitud, incluso si en esa misma semana aplicó los consejos que Jaemin le había dado.

Vio porno y lo único que terminó haciendo fue literalmente eso. Terminar.

Ni hablar de haber ido al club, sin dudar podía afirmar que lo habían manoseado más de diez personas diferentes y en ningúna de esas ocasiones supo quién había sido, se sintió tan incómodo que no tuvo tiempo de analizar ningún comportamiento. Todo salió terriblemente mal esa noche.

Por lo que se encontraba como al inicio de su problema y sin desearlo volvió a pensar en la propuesta del rubio.

¿Realmente estaba dispuesto a ver a sus amigos teniendo sexo solo para inspirarse y terminar una historia?

Ahora ya no estaba tan seguro de responder con un no.

Lo pensó y lo pensó, tanto que su pecho se agitó, también un lugar más al sur de su cuerpo, así que cayó finalmente en cuenta de que sinceramente no le importaba el riesgo a tomar por terminar ese trabajo.

Estuvo a punto de mandarle un mensaje a Jaemin cuando algo le hizo dudar.

Si el porno ya lo hacía excitarse lo suficiente como para masturbarse apenas pudiera, ¿cómo reaccionaría su cuerpo ante lo mismo pero en vivo? No creía que estuviera bien calentarse con algo tan íntimo entre sus amigos, lo hacía peor que a ambos los encontrara lo suficientemente atractivos como para haberlos deseado apenas los conoció.

Era inevitable pensaba, sin embargo, no le gustaba la idea.

Estuvo como una hora hundiéndose en ello hasta que una llamada llegó repentinamente, llevándose sus preocupaciones hasta el cielo al ver que Mark era quien lo buscaba.

Contestó con un saludo tembloroso.

─ Hola, Jeno...─ se escuchaba la voz de Jaemin al fondo, como si estuvieran conversando a pesar de estar uno ocupado. ─ Te hablaba porque Nana no deja de contarme de la invitación que te hizo... en realidad está enojado porque no has dicho nada sobre eso y yo también quería saber en qué había quedado.

Bueno, eso no se lo esperaba.

¿Entonces Mark de verdad dijo que sí?

─ Honestamente justo estaba pensando en eso...─ rió al escuchar una voz semi dulce gritando algo, totalmente emocionado. ─ Aunque todavía no estoy seguro...

─ ¿Por qué?

─ ¿De verdad esto no afectará en nada nuestra relación de amigos? ¿Quizá la suya? Es mi mayor preocupación en estos momentos antes de darte una respuesta.

─ Claro que no, nosotros siempre hacemos este tipo de cosas─ afirmó, sin dudar de lo que decía.

Jeno quedó helado.

─ ¿Cómo...?

─ No le digas a Renjun que te conté sobre esto, por favor, él es capaz de arrancarme las bolas con las manos.

─ Y el muy sin vergüenza se atreve a sonrojarse apenas le hablé de sexo...─ protestó contra el bajito.

─ Los tímidos son los peores dicen por ahí...

─ Totalmente.

─ ¿Tú no eres un poco tímido también, Jeno?─ murmuró.

─ ¿Perdona?

─ Te perdonamos─ respondió con burla. ─ Después de saber esto, ¿te atreves a siquiera intentarlo? No hace falta que toques ni que hables, realmente no es importante que hagas algo en específico a guiarnos por lo que de verdad quieres.

─ Dios, no, solo necesito ver... digo, quiero ver... no es que quiera pero de verdad esta historia me va a explotar la cabeza─ las risas detrás del altavoz lo pusieron de los nervios.

─ Eso significa que aceptas.

─ Creo que sí─ pensó por un momento lo que está a punto de decir. ─ ¿Qué día pueden?

─ Uhm, puede ser esta misma noche.

¿En qué se estaba metiendo?










Drip ─ MarknominKde žijí příběhy. Začni objevovat