Drip ─ Marknomin

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¿Qué?

─ ¿Podrías repetirme una vez más lo que acabas de decir?

─ Mark y yo podemos ayudarte con eso. Primero debo preguntarle obviamente, pero...─ Jeno dejó de escuchar los detalles después de procesar la primera parte, o sea, todavía cree que lo que escuchó fue gracias a su imaginación.

Para poner en contexto, al pelinegro le encantaba escribir, ya sea romance, fantasía, estupideces y un montón de cosas que a veces llegaban a su cabeza, tal como una historia de dos chicos experimentando con su primer amor, claro, sonaba bastante fácil para alguien que llevaba años escribiendo, sin embargo, no había caído en que debería poner toda su mente en una escena en particular.

¿De cuál exactamente? Una escena de sexo... entre dos chicos, no tenía pensado escribir algo de ese tipo, pero sus manos fueron de acá para allá en su teclado como si estuvieran embrujadas, hasta que de pronto se detuvieron y no se movieron hasta ese actual día, ¿por qué? Él aún no había tenido relaciones sexuales ni nada parecido como para siquiera guiarse un poco con ello, por lo que quedó varado en un "se quedaron desnudos, mirándose pasionalmente hasta que el placer los envolvió en un beso húmedo y"

Y...

Después no había nada más que un "Y". Dios, estaba desesperado por terminar aquella historia porque de verdad le estaba gustando el como avanzaba, tanto así que recurrió a sus amigos por una ayuda que no le sirvió de nada.

Jisung estaba en la misma situación.

Chenle y Renjun claramente tampoco aportaron demasiado porque las palabras "chicos" y "teniendo sexo" los avergonzaban en sobremanera.

Donghyuck ni siquiera fue una opción, pues su obsesión con las chicas era tan notoria que daba asco.

Por lo que Mark y Jaemin, quienes deberían haber sido su primer pensamiento, quedaron como los últimos en su busqueda de ayuda. Jeno era un idiota, ¿por qué no había creído en que esta pareja de chicos podría ayudarlo?

El punto es que ahora estaba aquí, solo con Jaemin porque el castaño estaba ocupado trabajando dentro de la cafetería en la que se encontraban. Afortunada o desgraciadamente, ya no podía estar seguro, el rubio contó varias cosas que podrían ayudarle.

Ver porno era una de ellas y le encontró bastante sentido, incluso le sugirió ir a un club gay en el cual podría ver mucho para ayudar a su imaginación, quizá ni siquiera le dejarían algo a la imaginación por como Jaemin le contaba las cosas.

Lo que ocurre es que en algún momento de la conversación algo encajó perversamente en la mente de Na, mostrándole con un chasquido de dedos una luz de esperanza que lo emocionó, por lo que le obligó a soltar la idea que no esperaba para nada.

Cosa que nos lleva hasta el presente, con Jaemin parloteando sobre algo que no entendía todavía... o sea, acababa de invitarlo a su casa esa noche para que pudiera presenciar en primera persona el sexo entre dos chicos.

¿Qué?

Básicamente le dijo que lo invitaba a ver como Mark y él tenían sexo esa misma noche.

¿Acaso estaba loco?

─...bueno, eso ya lo debes saber, tienes claro como somos─ Jaemin seguía, sin detenerse a mirar como Jeno perdió la mirada dentro de la taza de su café, estupefacto, todavía analizando lo que dijo. ─ ¿Entonces?

Lee salió de sus pensamientos ante el llamado...

─ ¿Qué cosa?─ más o menos.

─ Aceptarás lo que te propongo o no─ saltó Jaemin, mirándole con su típica cara de haberse tomado un café de seis shots. ─ Es una oportunidad única.

─ No lo tengo claro─ balbuceó, con la inseguridad aferrada a su voz.

─ Bueno, yo solo trato de ayudar...─ tomó una pausa, su mirada brillosa dirigiéndose a Mark. ─ Sé que dirá que sí...─ dijo, refiriéndose a su pareja─ por lo que si eso es lo que te preocupa no...

─ No es eso─ interrumpió.

─ ¿Entonces? Porque a mí tampoco me molesta─ sus ojos se posaron sobre Jeno con un extraño tinte, ocasionando un estremecimiento repentino en su cuerpo...

¿Acaso era coquetería lo que sentía?

El pelinegro tomó sus cosas bajo la atenta mirada de Jaemin, deseando huir de ahí con la vergüenza situada en sus rojizas mejillas.

─ Dile adiós de mi parte a Mark... y gracias por la ayuda─ antes de irse el rubio lo llamó una vez más.

─ Cualquier cosa llámame, entre las diez y las doce siempre estamos disponibles.

Una vez más.

¿Qué?