No obstante, un quejido llamó su atención, parecía un lamento de dolor; además, había comenzado a olerlo a través de la madera, era demasiado fuerte y dulce.

—¿Harry? —dudó antes de abrir la puerta, aunque terminó de convencerse cuando otro quejido se escuchó con mayor intensidad.

Se detuvo en seco al notar el motivo de su aislamiento. Dejó la laptop en una silla cercana antes de avanzar un par de pasos, no sin antes cerrar la puerta.

—Louis...

Se encontraba frente a un omega en celo.

De inmediato sus pupilas se dilataron y sus sentidos se agudizaron, tuvo que aguantar la respiración para evitar acercarse más a él.

—Lo siento, yo no sabía que ya estabas en... creí que tu precalor duraría hasta que volviéramos a Londres, yo... Mierda.

Harry lo miró con los ojos llorosos; sus manos hechas puño y sus mejillas completamente rojas. Su lobo estaba sufriendo la ausencia de un alfa para su celo.

—Louis... —jadeó con la voz quebrada —Ayúdame, por favor, te necesito.

El alfa negó de inmediato y retrocedió, su lobo intentando mantenerse en control. No podía permitirse ceder ante sus instintos, no era correcto.

—No, no está bien.

Harry gimió de dolor y se encogió sobre la cama —Alfa, duele... Duele mucho.

Louis exhaló de forma notable y retrocedió un poco —No estás en tus cinco sentidos, no puedo hacer esto. No es el tipo de alfa que quiero ser.

—¿No te parezco atractivo? —preguntó el omega con cierta agresividad —¿Es por eso que no quieres ayudarme con mi celo?

—¡Joder! No es eso, es solo que no sé si es lo que tu parte razonable hubiera querido. No quiero aprovecharme de tu estado.

Su aroma se volvió mucho más intenso, estaba ahogándose entre la asfixiante dulzura de la zarzamora y la cereza —¡Maldita sea, Louis! ¡Solo fóllame para que deje de doler!

El alfa volvió a negar, pensó en retroceder al verlo levantarse de la cama, sin embargo, no pudo evitar correr hacia él cuando no logró mantener el equilibrio y cayó al suelo.

—¿Estás bien? —se arrodilló y lo tomó por los hombros para intentar observar su rostro —¿Harry? Mierda, solo responde.

Su respiración se detuvo por completo cuando el omega lo tomó por la camisa para besarlo con total desesperación.

Labios reencontrándose, piel caliente y sus aromas mezclándose debido a la cercanía.

Harry mordió su labio inferior y él respondió con un fuerte gruñido —No deberíamos hacer esto —susurró sobre sus labios. Estaba asustado de hacer algo que él realmente no quisiera.

Inhaló profundo cuando el omega deslizó el saco fuera de sus brazos, desabrochando los botones de su camisa formal con gran rapidez —Silencio, sé lo que hago, idiota.

—Ni siquiera en tu momento más vulnerable dejas de ser un imbécil arrogante.

—Así te gusto, ¿o me equivoco? —Harry le dedicó una suave risa maliciosa mientras se deshacía de su cinturón y por lo tanto, de sus pantalones. Él mismo se encargó de desnudarse completamente para su omega, asegurándose de no alejarse ni un poco.

—Cállate —ordenó con voz grave.

El menor frunció el ceño al notar el aroma presente en la piel del contrario —¿Con quién estuviste? ¿Por qué hueles a otro omega?

you again || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora