Licantropía

58 <𝗔𝗾𝘂𝗲𝗹>

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—Realmente siento que esto fue un sueño o alucinación por estar bebiendo tanto cerveza de mantequilla. —recuesto mi cabeza al hombro de Regulus.

—Es real Kyla, no está en tu cabeza. Aunque si discuto lo de estar bebiendo tanto.

—Oh cállate Reggie, es solo de vez en cuando.

—Así nace una adicta.

—Dios mío pareces a un muggle hablando. —Sirius llega a nuestro lado riendo.

—Hola Black.

—Mi princesa. —besa mi frente mientras le da un bofetón a Regulus.

—Te quiero tanto, hermano. —dice irónico este.

—También yo, Regulus.

—¿Tú no deberías estar en clases?

—No, la profesora ha enfermado.

—Haré como que te creo.

—Yo soy el responsable, ¿lo olvidas?

—Quieren hacer silencio, estoy intentando descansar.

—Kyla estás acostada en medio pasillo, ¿como pretendes descansar? —cuestiona Sirius.

—No juzgues mi método.

—No van a creer, Lily me ha dado un beso en la mejilla cuando le regalé una linda flor. —James hace a Regulus a un lado para quedar junto a mí.

—¿Hablas enserio? —pregunto.

—No volveré a lavar mi rostro nunca más.

—De todas formas ni lo hacías.

—Kyla de mi vida, no arruines el momento.

—De acuerdo. —paso mi mano por su cabello. —¿Alguien sabe dónde están Pet y Remus? —cambio de tema.

—¿Tanto lo extrañas?

—Es solo una pregunta.

—Remus ayudaba a Peter con unos encantamientos que aún no le salen.

—Oh...

—Kyla, creo que no hemos hablado contigo al respecto, pero estamos muy felices de que hayan aclarado sus sentimientos y los dejen de ocultar. —habla James.

—Ustedes siempre han sido la persona del otro. —agrega Sirius.

—Solo espero que Remus no la cague de nuevo.

—En eso apoyo a Regulus.

—Los quiero a los tres, gracias guapos.

—SIRIUS BLACK. —Marlene llega con las manos en sus caderas.

—¿Sí, preciosa Marlene?

—Ven conmigo, ahora.

—Claro. —se levanta mi canino amigo.

—Lo siento chicos, hola, y que guapa estás castaña nos vemos luego.

—Adiós Lene. —grito mientras llega a Sirius del brazo.