Un día después tras la noche de luna llena con Stolas, el ambiente en la oficina I.M.P ya comenzó a notarse a navidad, ya sabes. Esa noche donde un viejo gordo vestido de rojo baja por la chimenea y te da un regalo que tanto deseaste bajo el árbol de navidad.
En el cielo la navidad se celebra el nacimiento de Jesús. Y bueno, el infierno no celebra nada en específico, sólo es un invento de los privilegiados y altos rangos de la realeza para que los demonios y diablillos gasten su dinero todo lo que puedan en adornos, regalos, comida, muchas más mierda y quedarse ellos con los beneficios para así volverse más y más ricos.
Bueno, esa noche había llegando ya tanto en el infierno como en el cielo. La compañía de I.M.P iban a celebrar esa noche juntos. Habían comprando un gran árbol de navidad y lo habían puesto en una de las esquinas de la gran sala. Bajo este habían 4 regalos bien envueltos comprados por ellos mismos. Loona se lo había comprado a Millie, Millie a Moxxie, Moxxie a Blitzø y este a Loona. Toda la compañía estaba decorada con decoraciones navideñas. Hasta los propios empleados y jefe.
– ¡Me encanta la navidad! ¿No estás emocionados? – Comenzó la conversación Millie, vistiendo un vestido negro ajustado acompañado de un gorro de navidad en su cabeza. Ella y Moxxie estaban sentados en el sofá de la empresa.
– Claro, sólo queda una hora para que podamos abrir los regalos. ¿Champán? – Moxxie sirvió la bebida en dos copas, pasando una de ellas a su esposa, los dos se acercaron juntando sus manos y mirándose como los enamorados que son. Este estaba vestido con un traje elegante a juego con Millie y una de sus pajaritos rojas.
– Paren, me dan asco. – Se quejó la loba, mirando asqueada a la pajera. Estos la ignoraron, siguiendo a la suyo.
– ¡Conseguí más adornos, perras navideñas! – Blitzø entró a la habitación pateando la puerta, en sus manos había una gran caja con guirnaldas de tonos verdes, rojos y blancos, más unos cuantos accesorios más. Nada más entrar a la oficina comenzó a colocarlo todo con ilusión. Esta vestía un vestido rojo apagado hasta los muslos junto un gorrito de navidad en uno de sus cuernos y sus botas negras. ya que su ropa normal no le quedaba del todo bien y no podía ponerse uno de sus pantalones, a si que Millie le dejó uno de sus vestidos.
– ¿No cree que es demasiado, señor? Parece que estamos en el cumpleaños infantil. – Miró todos los lugares de la oficina, y era verdad, todo estaba increíblemente decorado.
– ¡Nunca es demasiado mi querido Mox! – Acabo de colocar la última bola del árbol, lo miro orgullosa y con ojos brillosos como cuando le das un dulce a un niño. – ¡Wow, no puedo esperar más! ¿Estás nerviosa Loony?
– Me da igual. – Contestó sin dejar de mirar el teléfono.
– ¡Ese es el espíritu! – La imp pasó un brazo al rededor del cuello de su hija, acercándola a él, Loona comenzó a gruñir.
– Señor. – Llamó Moxxie, esta volteó a verlo. – Ya podemos empezar a abrir los regalos. Es la hora. – Anunció enseñando su reloj y sonriendo también con ganas de abrirlos.
Todos se acercaron al árbol, sentándose bajo este para comenzar a abrirlos, Millie comenzó a desenvolver su regalo, cuando quito la tapa de la caja, sonrió con ilusión al encontrarse un bonito suéter color rojo con unos pocos de brillos.
– ¡Wow, es precioso! – Exclamó con felicidad, miro a Loona, esta estaba alegre por que le gustó su regalo. – ¡Gracias Loona, me encanta! – La imp la abrazó con fuerza, la otra no tuvo más remedio que aceptar el abrazo.
– Seh, lo vi en una de tus tiendas de ropa favoritas del centro comercial y supuse que te gustaría. – Hablo devolviéndole la sonrisa.
Ahora fue el turno de Moxxie, este abrió cuidadosamente su regalo, encontrando una elegante arma automática dentro de la caja. Este la saco sorprendido.
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¡¿𝘈𝘔 𝘐 𝘈 𝘍𝘜𝘊𝘒𝘐𝘕𝘎 𝘎𝘐𝘙𝘓?! - Stoblitzø
Fanfiction¿Cuál puede ser la consecuencia sobre un descuido con un poderoso libro mágico del infierno?