Cap 2

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Cuando Stolas cruzó el portal, este se cerró a su paso. Dejando a los imp's y a la can infernal allí. Moxxie fue a la destrozada cafetera de la oficina a servirse un café. Millie y Blitzø se sentaron en las sillas que rodeaba la gran mesa de la oficina. Y Loona, solo se fue a su escritorio, para atender las llamadas de los clientes.

– ¡Blitz, un cliente acaba de llamar! Dice que quiere hablar contigo en persona para un nuevo encargo. – Tras algunas horas, la voz de Loona se hizo presente. Informando a los demás.

La imp bufó, ya que la habían interrumpido mientras dibujaba algunos garabatos de caballos, no es que le gustara realmente que uno de sus clientes la vea ahora con un cuerpo de mujer. – ¿Cuándo? – Preguntó sin muchos rodeos, recibiendo un "En 15 minutos, ¿Le digo que si?" por parte de Loona.

Soltó una afirmación concentrada, siguiendo con su dibujo. Brindándole una respuesta a la pregunta de Loona.

La imp con cicatrices suspiró, olvidando el dibujo en la mesa y dirigiéndose a su despacho para esperar a el nuevo cliente. Tras irse, Millie se aseguró de que ya no se encontraba cerca de ella, y decidió hacharle una ojeada al dibujo que hizo su jefa. Siendo un dibujo de todos ellos, también Stolas, eso sorprendió a Millie, a la vez que la enterneció.

Tocaron unas tres veces a la puerta del Despacho de Blitzø

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Tocaron unas tres veces a la puerta del Despacho de Blitzø. Este dio permiso a la persona para entrar, y así hizo.

Entró un diablillo. de la misma estatura de ella. Con cuernos medianos blancos y con pequeñas líneas negras. Pelo blanco y vestido todo de negro, un simple, pensó Blitzø.

Se acercó a la Imp algo confundido y se sentó en la silla frente al escritorio. Blitzo se encontraba recostado en su silla con sus piernas cruzadas encima del escritorio, miraba aburrida al sujeto frente a ella.

– Emm... ¿Blitzo? – Preguntó, ya que le habían contado que el jefe que dirigía la empresa era un varón.

– La "O" es muda. Es Blitz. – Corrigió, aún con mueca de desinterés. Bajo las piernas del escritorio y se puso recta, con los brazos cruzados encima de la mesa. – Bien, déjate de rodeos. ¿Cuál es el chisme?

– Cierto.– Recordó el Sujeto, restándole la importancia a la conversación anterior. – Quiero que maten a el hijo de puta que me asesinó. Mire, cuando estaba vivo era un gran conocido íntimo de un tipo bastante adinerado y con muchos lujos. Me dejó algo de dinero, pero cuando llegó el momento de devolvérselo no pude hacerlo porque no tenía el dinero suficiente. Y la gran puta solución que tuvo ese mal nacido ¡era robarme a mi puta esposa y matarme como si nada! – Dio un golpe con los puños cerrados en la mesa, apretando los dientes. – ¡Quiero a ese maldito bastardo muerto. Y también a la perra que me traicionó!

– Es decir, que si esa tipa no hubiera tomado la decisión de quedarse con el. ¿También la hubiera matado?

– ¡Exacto, me dejó morir ya que ella iba a ser la nueva esposa de un puto rico!

¡¿𝘈𝘔 𝘐 𝘈 𝘍𝘜𝘊𝘒𝘐𝘕𝘎 𝘎𝘐𝘙𝘓?! - StoblitzøDonde viven las historias. Descúbrelo ahora