9 - father

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el padre de mark era una persona malvada... ¿persona? ni siquiera eso, era un monstruo.
ese señor había apartado de su vida a todas las personas que amaba, obligándolo a convivir con él, a ser su siervo.

mark era demasiado pequeño cuando todo esto paso, cuando ese monstruo alejó a sus seres queridos de él.

se sentía demasiado injusto tener que vivir bajo sus horrorosas reglas, siendo violentamente disciplinado si llegara a cometer algún pequeño error.

no se trataba de unas pocas experiencias, se trataba de algo con lo que convivía todos los días.

estaba harto.

durante un frío invierno, esa disciplina llegó demasiado lejos.

sus manos estaban congeladas, la nieve caía sobre ellas convirtiéndose en agua.
sostenía un gran cubo de hielo con ambas manos desnudas, sus pies descalzos se encontraban enterrados en la nieve y lo único que cubría el resto de su cuerpo era una camiseta y unos pantalones cortos.

debía sostener el cubo de hielo sin moverse hasta que se derritiera. si el cubo se cayera, debía comenzar de nuevo con otro cubo entero.

su nariz, mejillas y orejas estaban moradas, las lágrimas caían y su aliento formaba un humo en el aire.

su padre estaba observándolo desde dentro, tapado con una manta dándole sorbos a su café.

llegó un momento donde mark dejó de sentir sus manos por completo y el cubo de hielo cayó y se hundió en la nieve que cubría sus rodillas.

al ver esto, su padre salió enfadado y le arrojó el contenido de su taza sobre su pecho.
este inesperado golpe de calor hizo que la piel le hirviera, era un dolor inimaginable.

no podía llorar en voz alta, debía contenerlo ya que a su padre le incomodaban los ruidos.

— ¿eres una niña? ¿por qué no puedes sostener un pequeño cubo? — le dió una cacheteada, dejándole una marca roja en su mejilla izquierda. — ¡pide perdón!

— perdón...

— ¡más alto! — gritó seguido de otra cacheteada.

— ¡p-perdón!

— ¡deja de tartamudear, niño inservible! — nuevamente lo cacheteó.

así continuó hasta cansarse, hasta que finalmente había descargado toda su ira.
estaba a punto de darle un último golpe cuando alguien interrumpió la escena.

— ¿quién es este bonito niño? — esta persona se acercó y acarició su cabello, envolviéndolo con su abrigo. — ¿qué hace un jovencito pasando frío aquí afuera? — esta vez giró su cabeza, mirando amenazante al padre de mark.

— yo... estaba reprendiéndolo jugar con la nieve. m-mark, ve adentro y abrígate, no me hagas enfadar. — dijo con una voz suave, incómoda, fingiendo su amabilidad por aquella visita inesperada.

en ese entonces no lo sabía, pero años después descubrió a esa visita que probablemente le había salvado la vida.

su padre había dicho su nombre en voz baja — Yuta, ¿qué te trae por aquí?

Yuta... ese nombre...
debía recordarlo.

KiDNAP 誘拐 YUMARKWhere stories live. Discover now