Off 9: A foja cero

2.2K 88 0
                                    

-Franco-

Mi nombre es Franco Alfaro. Soy hijo de Mirta Pereira y Luis Alfaro. Mi vieja es borracha y mi viejo chorro. Mi hermano también es chorro y borracho. Y yo... bueno, me crié en esa casa.

Me piden que me rescate pero a veces no podes. Lo único que te importa es sobrevivir. El problema es cuando eso que necesitas para sobrevivir se vuelve inalcanzable. Si ya sobrevivir es jodido, intenta sobrevivir portándote bien. La gente cree que uno se mete en quilombos porque le gusta, no porque no tenga otra opción.

No entiendo cuando te dicen que hagas buena letra si ya está todo escrito, ¿o no?

Me pidieron que escriba como me siento y la verdad... por ahora estoy joya. Pensé que me iba a costar más hacer buena letra. Cuando estás acostumbrado a hacer todo mal es raro sentir que está bueno hacer algo bien, sentís que te estás traicionando a vos mismo y te gusta... ¡no sé cómo explicarlo, es muy loco!

Uno está acostumbrado a meterse en quilombos y sentís que los quilombos te buscan, pero cuando te das cuenta que podes evitarlos, que hay cosas mejores para hacer, ahí te va cayendo la ficha. No es que uno no quiera rescatarse, lo que pasa es que cuando venís fallado de fábrica es más fácil hacer las cosas mal que hacerlas bien.

Cuando uno está acostumbrado a sobrevivir y nada más, hace lo que sea, menos disfrutar. Y está tan bueno disfrutar, reírse, divertirse, relajar... son cosas que uno olvida cuando está metido en quilombos, lo único en lo que pensás es en zafar.

Pero uno no se entusiasma mucho, porque es una fija: cuando le estás agarrando el gustito a volar te bajan de un hondazo.

Después de andar toda tu vida en la mala, uno le esquiva a la buena. No porque no la quiera, sino por miedo a acostumbrarte y que después te falte. Cuando te criaste en una casa sin techo, no te entusiasmas mucho con los días de sol porque sabes que tarde o temprano va a venir la tormenta. Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía. Por eso los tipos como yo desconfiamos de lo bueno que nos da la vida.

Acostumbrarte al no es fácil, lo duro es cuando te entusiasmas con un sí, porque ahí el no duele más. Más te acostumbras a las caricias, más te duelen los golpes. Cuanto más alto saltas, más va a doler la caída. Cuanto más abrís tu corazón, más fácil es romperlo. Eso lo sabemos muy bien los que nacimos en el barro: cuanto más fuerza haces para levantar la cabeza, más se te hunden las manos. Uno no se engaña con sueño de felicidad, porque el desengaño duele más que mil palizas.

Los tipos como yo no nos entusiasmamos con el futuro porque sabemos que siempre va a venir el pasado a buscarnos. Así somos los desgraciados, no nos entusiasmamos mucho con la felicidad porque por más avances que hagamos siempre va a pasar algo que nos va a llevar a foja cero.

***

-Inti-

Hay una extraña sincronía entre todas nuestras misiones: todos, de alguna manera, van recorriendo un camino similar. Todos pasaron de no querer ningún tipo de ayuda, a atreverse a soñar que una vida mejor era posible. Pero, claro, el karma negativo de todo lo que hicieron antes se paga, como si caminaran por una huella muy profunda y marcada de la que no pueden salirse. Aunque quieran ir por otro camino una fuerza muy poderosa los empuja hacia atrás.

Pero a pesar de que el peso que llevan sobre sus hombros los hunda en el fango algo ya cambió, un atisbo de esa otra vida posible. Aunque todavía el malo conocido sea mejor que el bueno por conocer, ya tienen una noción de lo bueno y de lo malo.

Ahora hay un dolor que ya no es resentimiento de lo que nunca se tuvo, sino nostalgia de lo que se perdió. Y lo que se perdió, se puede recuperar.

Aunque un mandato todavía muy fuerte haya borrado de un plumazo sus pasos trémulos y hayan vuelto a foja cero, hubo pasos. Aunque ahora estén igual o peor que como empezaron, hubo avances y eso es esperanza.

Aliados Off [Completado]Where stories live. Discover now