2

135 15 11
                                    

El día de conocer a la familia de Lottie había llegado y Harry no podía estar más nervioso. Sabía que no era real, sabía que no había necesidad de estar inquieto, porque pase lo que pase, no corre riesgo alguno, pero no podía evitarlo.

Algo lo mantenía alterado. No tenía ningún conocimiento sobre que era lo que sentía, pero de lo que si estaba seguro era que no le gustaba mentir. Y siempre había sido malo en eso.

Tal vez eso era, tenía miedo de cagarla. Miedo de cagar su oportunidad de estar tranquilo, junto con la oportunidad de Lottie.

Estuvo todo la mañana memorizando y pensando lo que había arreglado con la muchacha.

Se habían conocido en la escuela, compartían la clase de inglés.
Se conocieron el 6 de mayo del año anterior, si mal no recuerda.
Bien, eso me gusta. Si no recuerdo bien, puedo decir eso, pensó Harry.

Se dió cuenta de la hora. Ya estaba llegando tarde al primer encuentro con la familia de su novia falsa. Que maleducado, ¿no?

Antes de salir se miró en el espejo. Había decidido estar bien, presentable, pero no demasiado elegante. Tenía puestos unos skinny jeans negros, y una camiseta blanca con dibujos de manos en ellas. Su cabello se encontraba peinado hacia arriba, en un aspecto despeinado que aún así lo hacía ver peinado. Parecía que estaba todo controlado. Lo cierto era que el rizado era muy guapo, y él mismo lo sabía. Pero se sentía inseguro.

Le preocupaba mucho lo que pensarían de él. Probablemente demasiado, considerando que era todo una farsa. No podía evitarlo. Siempre se llenaba la cabeza el mismo, y al final todo salía bien. Siempre salía bien, pero había algo en la mente de Harry que no le permitía pensar de esa manera. Estaba demasiado asustado al rechazo.

---

Al llegar, se bajó de su auto. Se limpió las manos en sus pantalones por el sudor antes de tocar la puerta. Se escucharon unos pasos corriendo hacia esta y finalmente un chico la abrió.

El chico era un poco más bajo que Harry, atractivo, según él. Su cuerpo tenía un ligero bronceado de estar al sol todo el día. Tenía los pómulos del rostro bastante marcados y unos labios pomposos. La mandibula era un línea recta, lo que lo hacía ver muy serio. Su cabello castaño se encontraba despeinado, como si nunca se hubiera pasado un peine en él. Pero le quedaba muy bien, de alguna forma extraña. Y sus ojos. Sin duda, lo que más llamo la atención de Harry fueron los ojos del muchacho. Tenía unos ojos de un azul profundo, pero muy claro a la vez, preciosos.

Al verlo, el chico sonrió y Harry quedó hipnotizado, tenía una de las sonrisas más lindas que había visto.

"¿Tú eres Harry, cierto?" tenía la voz bastante aguda, muy bonita. "Lottie nos dijo que venías. Soy Louis"

El ojiverde tuvo que encontrar las palabras. "Si, h-hola, soy Ha-Harry." Okey, había sonado demasiado nervioso. Dios, Harry que vergüenza, pensó sobre si mismo.

Lottie vino corriendo desde atrás y tiró de Louis para posicionarse en la puerta frente al rizado.

"Hazz, viniste." se lo quedó mirando, pero noto algo raro. "¿Estás bien? Tienes la cara un tanto roja. ¿Tienes calor?" Sí, que tenía calor, pero no de la forma que la chica se imaginaba.

Harry asintió con la cabeza, tratando de actuar despreocupado.

"Lotts, no dijiste que tu novio fuera tan guapo. Me parece que voy a tener que mantener los ojos encima de él." Se miraron a la cara entre ellos y se dieron cuenta de lo raro que eso había sonado y en un momento se apresuró a agregar. "Ya sabes, para cuidarte." Los tres rieron y entraron en la casa.

Into you - < l.s >Where stories live. Discover now