Capítulo XXI El primero de la lista

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—¿Puedo unirme? —pregunta casi enseguida— Honestamente, me ofende que aún no haya conocido al maravilloso Milo del que tanto hablas —agrega en mi dirección.

—Por supuesto que puedes unirte —exclamo sin rodeos—. Es la excusa perfecta para presentártelo.

Las chicas me miran con expectación, esperando que les diga cuál será el primer ítem de la lista que tacharemos, pero la verdad es que aún no estoy segura, creo que lo descubriremos sobre la marcha.

Terminamos el almuerzo y nos disponemos a irnos cuando la mano de Emma se aprieta contra mi pecho, deteniéndome en el acto. La observo confundida por un segundo hasta que sigo la dirección de su mirada y veo la figura de Tyler y Bryce caminando hacia nosotras. «No otra vez» suspiro para mi interior. Emma toma una postura defensiva casi en el acto, al igual que lo hace Anna. Odio que las dos tengan que involucrarse en mis asuntos con este idiota.

—¿Ahora pasaron a un trío? —se burla Bryce con el absoluto permiso de Tyler— Pensé que tenías un nuevo novio, Noa. ¿O es que ya se cansó de ti?

—Tanto interés en nosotras y, sin embargo, hace mucho que no te veo con ninguna chica —replica inmediatamente Emma— ¿También se cansaron de ti? ¿O es que los rumores que corren por los pasillos son ciertos y te estás pasando para el otro equipo?

Aquello da en la llaga. Bryce es orgulloso y el que tan solo le insinúen algo como eso lo hace enfurecer, confirmando para nosotras que tal vez aquellos rumores no son tan falsos como los hacen creer. Tyler sostiene a su amigo por el hombro, evidentemente intentando frenar cualquier acto que pudiese realizar.

—Noa ha dejado claro que ya no pertenece a nuestro grupo —dice este, en cambio, con una mirada tan calmada que me hace sospechar que hay algo más—. Sus preferencias en grupos sociales han cambiado. Al parecer ya no le basta codearse con los marginados de la escuela, también hace obras de caridad.

Estoy a punto de responder, pero me interrumpe, aún no ha terminado de decir lo que quiere.

—Milo Scott —pronuncia con un atisbo de desprecio en la voz—. Diecisiete años, originario de Denver. Hijo de una enfermera que apenas puede pagar la casucha donde viven. Padre muerto en un terrible accidente de coche —agrega con una mueca sarcástica de tristeza—, pero supongo que su DUI fue sacado de su expediente por sus antiguos colegas de la policía de Denver. Los mejores de los mejores defendiendo y protegiendo a los suyos.

No tengo idea de cómo se ha hecho con toda esa información, mucho menos con la del detalle del accidente, algo que Milo jamás había mencionado y que estoy casi segura, que desconoce por completo.

—Deja a Milo fuera de esto —amenazo con el corazón palpitando a mil por segundo.

Tyler y Bryce sonríen triunfantes, como si hubiesen logrado lo que querían. Intento controlarme, no quiero más problemas, mucho menos con Emma y Anna junto a mí, ellas no tienen por qué pagar por la estúpida rivalidad con Tyler.

—No sabía que hacías obras de caridad, ahora —vuelve a decir—. Primero asociándote con gente como esta —recalca señalando a Emma, que cierra las manos en puños—, y ahora bajando incluso más de categoría saliendo con un suicida sin un céntimo en el bolsillo. Qué bajo has caído, Noa King.

Siento los brazos de Anna sosteniendo a Emma a mi lado y lo agradezco, sé que sería capaz de romperle la cara a ese idiota sin pensárselo dos veces, pero esta no es su pelea.

—Milo no vendrá de una familia de dinero —digo lentamente, tratando de mantenerme lo más calmada posible—, pero es mil veces más hombre que tú. Y él sí sabe cómo darme un orgasmo.

Lo poco que nos queda (#coronaAwards2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora