Treinta ❤

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-Tae, ¿Estás ocupado? ¿Puedo entrar?-preguntó pero ya estaba técnicamente dentro.

Estaba en mi escritorio, técnicamente frente a la puerta así que no tardó en acercarse mientras extendía su brazo, en la mano sostenía lo que parecía un pedazo de arcilla, lo miré bien, era una cabeza hasta los hombros.

Entreabrí los labios tomándolo con cuidado.

-Probablemente ni lo notaste, pero tomé el muñeco que hice de Jeongguk y lo pinté para ti.-dijo apoyándose contra el escritorio.

Lo observé con detalle son una pequeña sonrisa en los labios ¿Qué pensaría Jeongguk si descubriera que tenía un muñeco de él? ¿Pensaría que estoy loco?

-Sus labios no son tan finos ni su nariz tan grande.-refunfuñé tocando la punta de la nariz.

-Y por eso dicen que el amor lo hace sieg.... E-Espera, perdón, mal chiste.-dijo con nerviosismo.

Reí negando, mis debilidades del pasado no son nada en el presente, es más, debía de estar orgulloso y agradecido de haber salido de eso con pocas secuelas, el tener que usar lentes no era nada para mi.

-Está bien, Jiminie no te asustes.-dijo alivianando su preocupación, de todas formas ¿Qué se esperaba de don imprudencia? Muchas veces no lo podía controlar ni él mismo.

Jimin sonrió encogiéndose un poco y colocando su atención en mi libreta.

-Igual, lo siento otra vez. Hem, veo que te estás preparando para la conferencia, sabes que no tienes que sobreesforzarte al respecto, puedes hablar cuando estés listo.

-Lo estoy, estoy listo.-dije de inmediato.-Pero eso no quita que me siento un poco nervioso, ya no quiero estar vinculado a las pulseras, al menos no de manera negativa.

Jimin alzó su mano y acarició mi cabello de forma reconfortante.

-Todo saldrá bien, Tae, ya sabes que tu al igual que Namjoon fueron víctimas de las malas decisiones de dos adultos, ustedes no tienen porque seguir pagando por este error.

Lo sabía, y la verdad era que no le desea el mal a mi padre como lo hacía antes, tampoco quería mantener rencor hacia ellos, les deseaba a mamá que descansara en paz por fin y que papá pueda encontrar tranquilidad de ahora en adelante, sin nosotros.

Jimin se quedó hablando un poco más sobre ideas para la conferencia, mientras yo le escuchaba atento hasta que Namjoon apareció por la puerta pidiendo que ambos bajáramos a comer, luego el cansancio me venció y me quedé dormido temprano, sin siquiera responder el mensaje de Jeongguk.

********

Mis ojos estaban cerrados y mis labios formaban una sonrisa inmensa la cual parecía más una mueca ya que mis cachetes estaban siendo aplastados, no me quejaba en lo absoluto.

-Ya párenle ¿No? Iugh.-se quejó mi hermano.

Jeongguk estaba de visitas luego de sus clases y lo primero que hizo fue atraerme a sus brazos, sus cálidas manos sujetaban mi rostro mientras depositaba besos en mis labios.

-Ustedes son iguales.-refunfuñé cuando Jeongguk dejó de darme besitos.

Abracé con fuerza a Jeongguk mientras los miraba mal.

-Ah no, a mi no me veas así que yo no dije nada.-dijo Jimin de manera ofendida, acurrucándose más contra el costado de mi hermano.

Rodé los ojos, ellos llevaban desde temprano en el sillón siendo la pareja más empalagosa del mundo ¿Por qué no podíamos hacer lo mismo nosotros?

Miré a Jeongguk con un puchero en los labios y este solo rió dándome otro besito en los labios.

-¿Cómo te sientes? ¿Estamos listos?-me preguntó llevándome al otro sillón para que nos sentáramos.

Cordis -KooktaeOù les histoires vivent. Découvrez maintenant