La chica hiperactiva

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Katelyn Johnson

-Ah, genial- Respondí a mi madre, y me subí al coche.

Resulta ser que me habían cambiado de escuela y me estaban avisando EL MISMO DÍA. Ugh, no quería tener que presentarme de nuevo, lo detestaba. 

Ella entró también al vehículo, lo puso en marcha y empezó a conducir. Yo miraba el camino sin ver, estaba desconectada y nerviosa.  Estuvimos todo el viaje en silencio, no teníamos una mala relación, pero mis padres eran muy centrados en ellos, a veces sentía que no les importaba. Seguro estaba pensando en qué zapatos se compraría esa tarde.

Llegamos al establecimiento, yo me bajé y le hice un "adiós" con la mano. Mi madre ni siquiera me miró.

Entré a la escuela, y lo vi a él, Harry Styles. Nah, mentira, mi vida no es un fanfic de 2014, creo.  Todo estaba normal, como no podía ser de otra manera. Había parejas besándose, grupos de amigos hablando, profesores aquí y allá, directivos dando vueltas por todos lados controlando que nada se saliese de control, y una chica de pelo rubio con mechas blancas, que llamó repentinamente mi atención, pues parecía estar buscando a alguien. Volteó la cabeza hacia mí, y en un parpadeo la tenía frente a mis ojos.

-Hola, soy Amy, y te mostraré la escuela- Dijo con una sonrisa en su cara. Intenté decirle algo, pero no me dio tiempo ni a decir "mu" y ya me estaba arrastrando por todo el edificio. 

Okey, ya me había desagradado esta chica. Muy hiperactiva, ni siquiera me preguntó cuál es mi nombre, cuántos años tengo o cómo estoy. Intentaría no hablarle en, no sé, ¿todo el año, tal vez? Me llevó desde el aula de Química hasta el gimnasio. Nos paramos en la puerta de un aula, y me habló como persona normal por primera vez.

- Tu clase es 1A, y estas son tus materias.- Me dio un papel con los horarios por día de éstas- Yo también estoy en esa clase, así que nos veremos.- Se alejó sin que pueda decirle nada, otra vez (aunque, sinceramente no quería decirle mucho, simplemente un "gracias").

Entré al salón, y vi que las mesas eran de 4 personas. Iba a sentarme en una que estaba completamente vacía, pero un grupo que estaba ya sentado me llamó para que esté con ellos. No rechazaría tal oferta, así que fui sin dudarlo.

-¡Hola! Tu debes ser nueva, ¿cierto?- Me dijo la única chica del grupo. Tenía el cabello café oscuro, atado en un moño. -¿Cómo te llamas?- preguntó.

-Hola, soy Kate, es un gusto conocerlos- Dije, intentando no tartamudear, cosa que me pasaba seguido al socializar. 

-Bienvenida, Kate. ¿Cómo te encuentras? ¿Te has adaptado bien? Yo me llamo Amelie, y ellos...- Uno de los chicos, específicamente el de cabellos rubios, la hizo callar.

-¡Ya cállate! Eres un loro, déjanos presentarnos y luego la atosigas con tus preguntas. Es un placer, Kate. Mi nombre es Michael, pero dime Mike. Deberás disculpar a esta parlanchina- Dijo, golpeando suavemente el hombro de Amelie, y con el movimiento sus rulos oscuros le taparon los ojos. 

-Pido perdón de su parte, no siempre son así de idiotas- Comentó el otro chico, que tenía el pelo corto y de color café claro, y pecas en toda su cara. -Llámame Luke- Dijo, y seguido de esto, se cambió de asiento para meterse entre Amelie y Michael, pues estos por poco no estaban agarrándose de los pelos.

-No hay de que disculparse, yo también soy así a veces- Diciendo esto, solté una pequeña risa. 

Bien, estoy socializando como persona normal, esto es nuevo.

Antes de que se hiciera un silencio incómodo, Amelie preguntó.
-¿Ya hay alguien que te desagrade? No lo creo, pero preguntar no hace mal a nadie, ¿verdad?-

-De hecho sí- Todos me miraron sorprendidos. -La chica que me enseñó la escuela, creo que su nombre era Amy. Era muy energética y no me permitió ni decir mi nombre. Sé que no es intencional, pero realmente me estresa esa gente-                                           

-Oh, lo siento de verdad, mi hermana siempre ha sido así- Respondió Michael. -Tienes suerte de que no esté en este salón. Es realmente insoportable-

-Recuerdo que una vez no dejó de gritar por dos horas seguidas porque "le dolía la cabeza y nadie la ayudaba". ¿Qué pretendía que hiciéramos? Además, me hablaba todo el tiempo a mí, cuando yo había ido únicamente para jugar a la PlayStation con Mike- Comentó Luke.

-Ah, en ese caso creo que nos llevaremos bien- Dije, y todos me dieron la razón. En ese momento entró el profesor y no pudimos seguir hablando.

-Buenos días alumnos. Yo soy el profesor Hilgam, y seré su maestro de Artes- Se presentó, y luego dio la clase. Sonó el timbre del receso, y junto a mis nuevos amigos, fui a la cafetería.

-¿Qué quieren? Yo iré a ordenar- Les ofrecí, mientras ellos se sentaban en una mesa.

-Yo quiero un café frío y una dona de chocolate, por favor- Respondió Luke.

-Eh, no lo sé, lo que quieras - Dijo Mike, mirando su celular. Bien, pues no le traería nada por descuidado.

-Tráeme un cupcake, una malteada de chocolate y un croissant- Pidió Amelie.

-Bien, ya regreso- Y me fui a ordenar lo que pedimos. Me formé en la fila para comprar, y vi que, delante de mí, estaba Amy, la chica de la mañana. Intenté no darle importancia al asunto y saqué mi teléfono celular para revisar Instagram, pero ella se dio vuelta, y nos vimos frente a frente.

-Oh, ¡hola!- Dijo, con una expresión de sorpresa y ¿emoción? en su cara.

-Hola. Gracias por... mostrarme la escuela esta mañana. No llegué a agradecerte porque te fuiste rápido, y bueno, luego tuvimos clases.

-No hay de qué. ¿Ya lograste hacer algún amigo, además de mí?-

-¿Disculpa?-

-Que si pudiste hacer un...-

-Sí, entendí la pregunta. Pero me refiero a que ¿Cómo que un amigo, además de ti?-

-¿Qué? ¿No somos amigas?- Preguntó con una falsa decepción. ¿Era estúpida o demasiado sociable? No lo sé, pero su pregunta me desconcertó.

-Pues, no, acabo de conocerte, sin contar que no me dejaste ni decir mi nombre, fuiste grosera conmigo y me trataste como si fuese un robot que capta todo al segundo de decírselo- Me descargué, diciéndole todo lo que me había guardado desde que me había hablado. Ella cambió su expresión a una de desagrado y enojo.

-¿Quién te piensas que eres? Además, no eres la única a la que debo ayudar, me encargan muchos nuevos alumnos, y si a cada uno lo trato como una princesa, se acaba el día antes de que pueda decir "mu"- Respondió, casi gritando.

-No digo que nos trates como princesas, pero que al menos tengas un poco más de empatía, ¿sabes? Es difícil adaptarse en una nueva escuela, y más si la chica que se supone me debe ayudar me trata con tal desagrado. - Exploté. -Yo entiendo que tienes más alumnos a los que mostrarles el lugar, pero al menos intenta ser un poco más modesta, por favor.-

Dicho esto, ella me miró y se dio la vuelta indignadísima, y ordenó lo suyo, yo lo mío, y volví a la mesa. Definitivamente me traería problemas.

¿Esto es amor? (en proceso)Where stories live. Discover now