Parte 12

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Me hubiese gustado que alguien me advirtiese que esa noche sería la más fría y solitaria que haya sentido en mi vida. Aunque de ninguna forma hubiese estado preparado para perder a alguien que en tan poco tiempo se volvió tan importante. 

Mi madre supo que estaba en el hospital y no dudó en venir inmediatamente. Aprovechó que tenía unos contactos y mandó a saber algo del Manu. Solo ahí, en ese momento, me enteré que no había llegado a tiempo. 

No logré cambiar su forma de pensar. Creía que todas esas sonrisas me decían que todo estaba cambiando para su bien. No era así, me dejé engañar por mi mismo y me culpaba por creer que lo estaba ayudando a salir de ese agujero en el que estaba.

Todo lo que me quedaba era pensar en todo lo bueno que habíamos hecho mientras estaba aquí. Pero cómo podía hacerlo si tan solo la mañana del día anterior estábamos tan contentos, tan felices, tomando un café acaramelado, acariciándonos en la cama, sus manos tan delicadas estaban en mi pecho mientras mi brazo recorría su espalda desnuda. 

Sabía que sería imposible borrar su sonrisa de mi mente. Tampoco podría olvidarme de su risa tan característica, sus manos, su cabello y en especial esos ojos que me miraban con tanto cariño, aunque fuese solo por unos segundos. Esas veces que hicimos el amor y me daba esa mirada de satisfacción. Definitivamente sus ojos serían los que quedarían grabados por siempre en mi memoria.

Cada cinco minutos las lágrimas amenazaban con salir. Me estaba dando cuenta cada cierto tiempo de todas las cosas que iba a extrañar hacer con él. 

Esas pequeñas cosas que hacía, mirar al horizonte y sacar unas fotos simétricas, recoger hojas otoñales que me regalaba después (coleccioné cada una de ellas en un libro, y al día siguiente siempre estaban con una nota escrita por él), sacar fotos a los animales que se acercaban a él, ya fueran perros, gatos, pájaros. Cantar suavemente mientras cocinaba, hasta cuando tenía pesadillas y estaba yo para abrazarlo toda la noche para que se sintiera seguro. Amaba disfrutar de esos momentos junto a él. Si yo hubiese estado en esos lugares, donde él tomaba fotografías, por mi cuenta, estaba seguro que no vería lo mismo que él.

Tan sólo espero verte en esos espacios donde dejabas ver tu verdadera personalidad. 

Mientras, me dejaré estar en aquella cama que dejaste desordenada, intentando aspirar hasta la última molécula tuya. 

the perfect boy - edyeloWhere stories live. Discover now