Capítulo 9: Caos

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Esa mañana Fred se fue a trabajar como siempre estaba intrigado por la actitud de Rose regularmente era fría, pocas cosas le importaban y siempre le daba la misma excusa de estar cansada o tener mucho trabajo cuando él la tocaba o siquiera pensaba...

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Esa mañana Fred se fue a trabajar como siempre estaba intrigado por la actitud de Rose regularmente era fría, pocas cosas le importaban y siempre le daba la misma excusa de estar cansada o tener mucho trabajo cuando él la tocaba o siquiera pensaba en estar con ella. Después de ese fin de semana tan romántico se sentía renovado, quería comerse el mundo de un bocado.

Miraba todo y a la vez nada, las palabras de Rose taladraban su cabeza "¿Tienes planes para salir con Emily esta noche? Se preguntaba una y otra vez si su esposa estaba celosa de su amiga y compañera de trabajo.

Mientras conducía a su trabajo empezó a ver a ciudad de otra forma, esas mismas calles que en algún momento le causaron felicidad ahora le daban asco, todo se veía tan vulgar, tan lleno de mugre. No porque la ciudad estuviera sucia, sino por tanto espectacular lleno de luces, el vaivén de la gente, la actitud grosera de los conductores, todo era caótico. La contaminación a esa hora de la mañana era terrible, el aire apestaba a aceite de carro y a gasolina, el aroma a comida por todas partes le causaba nauseas, ese lugar parecía tan extraño, tan ajeno a lo que el recordaba cuando recién llegó.

Mientras conducía vio un accidente, se acordó de aquella noche en que iba con Rose y ella se bajó a ayudar, pero esta vez todo era distinto; la indiferencia de las personas ante la desgracia ajena era algo impresionante, los miraba pasar con tal frialdad que se le revolvió el estómago y sintió una opresión en el pecho semejante a un infarto.

Se detuvo y pidió ayuda, la llamada de emergencia lo dejó un tanto molesto, turbado, esa opresión que sentía se hizo más fuerte, el corazón le latía en los oídos, la voz detrás del teléfono lo atontaba, la persona que lo atendía pedía demasiados detalles y eso le molestaba porque las personas necesitaban ayuda y se desesperaba con facilidad. Así pasaron unos minutos que parecían una eternidad.

De uno de los autos siniestrados bajó una mujer ensangrentada que lo miraba con gratitud; pese a sus heridas y a su maltrecho aspecto le sonrió con calidez. Sus ropas estaban llenas de sangre que brotaba de su cabeza y tenía una mejilla abierta, estaba aturdida, caminaba con dificultad, pero lo miraba como si fuera su salvador, se le acercó demasiado hasta abrazarlo.

—Gracias. Es de las pocas personas que entiende el concepto de humanidad— le tomó la mano y lo miró como si fuera lo mejor que le hubiera pasado— Es usted un caballero. Cuídese mucho.

Mientras él la miraba con sorpresa ella se desvaneció y la alcanzó a agarrar, se quedó inmóvil con ella en brazos, no quería lastimarla más de lo que ya estaba. Arribó la ambulancia y los paramédicos lo atosigaron con muchas preguntas que respondía en automático, estaba impactado por esa mujer, se preguntaba muchas cosas y los miraba asombrado.

Las sirenas sonaban como taladros en su cabeza, era tanta la confusión que no sabía ni donde estaba, vio como la subieron a la ambulancia, de los autos siniestrados sacaron a varias personas y no sabía si estaban heridas o muertas, sentía la desesperación al máximo y empezaba a comprender el por qué la indiferencia de todo el mundo era difícil soportar el dolor ajeno y todos esos sentimientos.

Reinicio 18+ (Terminada)Where stories live. Discover now