Capítulo 22: Entrega total

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En la alcoba Rose se sentó en la cama mirándolo sugerente, él se le acercó, desabrochó el cinturón y lo sacó con delicadeza, abrió su pantalón y lo dejó caer a sus pies; ella se sonrojó como la primera vez que estuvieron juntos, la miró extrañado

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En la alcoba Rose se sentó en la cama mirándolo sugerente, él se le acercó, desabrochó el cinturón y lo sacó con delicadeza, abrió su pantalón y lo dejó caer a sus pies; ella se sonrojó como la primera vez que estuvieron juntos, la miró extrañado.

—¿Todo bien Rose? Te has puesto tan roja como un tomate. ¿Te sientes mal?

—No. —Ella bajó la mirada y se volteó ligeramente—. Es solo que... —Seguía en la misma posición y sonrojada, Fred se preocupó y la tomó de la cara haciéndola mirarlo—. Tenía mucho que no te miraba desnudo y...

—¿No te gusto? —La miró con picardía.

—Me siento rara, nerviosa. —La abrazó, al contacto ella comenzó a temblar y se estremeció dejando escapar un ligero gemido—. Fred, hueles como los ángeles, me pones la piel de gallina, para.

Siguió abrazándola mientras recorría con delicadeza su espalda buscando el cierre del vestido y bajándolo suavemente, ella se estremecía en sus brazos y poniendo sus manos sobre su pecho quiso detenerlo, pero él se lo impidió mirándola fijamente con estrellas en los ojos, la puso de pie sin dejar de recorrer su espalda y luego la besó apasionadamente, el vestido de Rose se deslizó de su delicado cuerpo dejándola en lencería.

Ella lo miraba con ardiente deseo, sus mejillas regresaron a la normalidad, Fred se mordía el labio inferior y gemía ligeramente, lo besó apasionadamente al tiempo que le daba ligeras mordidas en el labio inferior y lo derribó con gran fuerza sobre la cama, no pudo poner resistencia y cayó estrepitosamente, luego ella le saltó y se le montó.

—Rose, ¿qué haces? —La miró impaciente y deseoso de poseerla una y otra vez, pero a la vez inseguro.

—¿Te gusta mi ropa? —Él seguía excitado y desconcertado—. La elegí solo para ti, quiero que seas mío una y otra vez.

—Me encanta como te ves, eres bellísima y muy ardiente. —Sus traviesas manos se deslizaron con suavidad por sus muslos hasta tocar su trasero y la desnudó completamente con ternura, ella se estremecía y con voracidad le arrancó el cinturón y le bajó el pantalón dejando expuesto su erecto miembro que yacía perfecto a la vista; sin dejar de mirarlo se lo metió a la boca y empezó a succionarlo hasta hacer que Fred se retorciera de placer, se mordía ansioso el labio inferior y ella lo estimulaba con una mano y con la otra lo manoseaba por el vientre haciendo arquear la espalda, luego se levantó y recorrió con besos desde su abdomen hasta su cuello—. Rose, detente. Harás que... MMPPPFFF, Ro... Ro... Rose, ¿qué... qué... ha... ces? —Su piel se estremecía con cada beso y caricia, perdió el control de todo, yacía desnudo completamente y a merced de Rose que recorría con avidez su cuerpo con caricias y besos.

—Quiero que grites mi nombre mientras te hundes en el placer, quiero poseerte hasta perder el aliento, déjame hacerte mío.

—Haz lo que quieras, y... yo... ¡Oh cielos! Rose, me has puesto...

Reinicio 18+ (Terminada)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin