Capítulo 3

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-Nada mal, ¿no?

Jane sacó de sus pensamientos a Lisa finalmente, girando para verla relajada contra la pared, sacando sus caderas.

-Digo, tal vez no sea a lo que estás acostumbrada en el castillo donde papi te haya dado todo ese dinero para gastar. - Terminó de decir, mirándola fijamente a los ojos. No parece que lo dijera como una simple broma.

Rudo.

-¿Te parezco alguien que necesite dinero de papi? - Lisa contraatacó con el mismo tono, más que nada por curiosidad de saber.

-Me parece que... - Jane se quitó de la pared, y caminó rodeando a Lisa hasta quedar frente a ella. - En una noche, una mujer que nunca había pisado el club decidió quitarle el record a un cliente cuya cifra nunca fue superada por ningún otro hombre del lugar.

Lisa rio por lo bajo.

-Ya veo, no es el dinero lo que te molesta. Tampoco creo que sea el cliente, el tipo no era precisamente un adonis. Entonces, -Camino un paso más, cerrando la brecha. - ¿Te incomoda que sea una mujer? - Susurró.

La diferencia de altura entre ambas lograba erizar un poco la piel de Jane, pero de alguna forma, no sentía temor.

-No, no me incomoda. - Desvió la vista de la intensa mirada de la contraria.

-¿Puedo saber qué es? - Lisa inclinó un poco su cabeza, como queriendo que sus palabras quedaran entre ellas, que el mundo exterior no pudiera oírlas.

Jane suspiró, y volvió a encarar a la más alta.

-No es común que una chica se interese en mí a tal grado de "comprarme". - Bajó la mirada, y continuó. -Los hombres, bueno, ellos suelen derrochar más su dinero para saciar sus necesidades.

Lisa era buena para leer entre líneas, y si podía deducir algo, era que Jane sentía la misma intriga por ella. Intenta ocultar su interés.

Lisa entonces levantó ambas manos a la altura de sus hombros.

-Me atrapaste. - Sonrió. -No tengo idea de lo que estoy haciendo. -Su rostro lo decía todo.

Jane de inmediato frunció sus cejas y dio un paso hacia atrás.

-Acabas de gastar quince millones de wons hace apenas unos minutos, no vengas a decirme que no sabes de qué va todo esto. ¿Me tomas por idiota? - Jane estaba atónita. El tono alterado en su voz amenazó con traicionarla.

-¡No! No, no quise faltarte al respeto. Yo... - Lisa cubrió su rostro con ambas manos masajeándolo con visible estrés. -N-No sé qué estoy haciendo, realmente. Y no me refiero a la situación, me refiero a mi vida, ¿sí? - Alzó su rostro, su expresión relajada se había quebrado.

Jane en cambio suavizó su semblante, sin decir una palabra. Esperando.

Lisa remojó sus labios con su lengua y caminó despacio hasta sentarse en una silla que se encontraba frente al enorme espejo que ocupaba la pared. Recargó sus codos en sus rodillas, y encorvó su espalda hacia adelante. Su cabello negro y lacio cubría su rostro como una cortina, pero desde el lugar de Jane, la postura de la contraria por sí sola reflejaba tristeza.

-No vivo con mis padres. De hecho...- Ugh. -.Estoy casada, con otra mujer.

Jane desvió su mirada de Lisa al suelo. Intentaba no pensar demasiado, pero el hecho de que le revelara así sin más que estaba casada -y con una mujer-, realmente la agarró desprevenida.

Pero no es algo que no haya visto ya. Muchos hombres habían venido ahí con la palabra "infiel" escrita en sus grasosas frentes; en efecto, también le ha tocado ver caras lánguidas en la tristeza que hace no más de diez minutos se retorcían en el placer de una buena maniobra de su mano sobre sus flácidos falos o con un simple pero buen movimiento de caderas.

UNHOLY | JenlisaKde žijí příběhy. Začni objevovat