Eren? — Esa voz a pesar del tiempo la reconocería en cualquier lugar, porque era de la persona que fue muy especial para mí, esa persona que tiempo atrás con solo pedirlo podía tener la seguridad de que lo haría costara lo que cotara, porque su voluntad era mi camino — hace mucho... — su mirada azul plateado me recorrieron de pies a cabeza —

Si — me limite a asentir con incomodidad porque de verdad había buscado por todos los medios no topármelo pero sabía que siendo un pueblo tan pequeño llegaría el momento en que tendría que suceder —

Yo no te vi el día que fui a cenar a tu casa — dijo con ese tono indiferente tan característico de su familia — la señora Carla... —

Cuánto llega? — no quería intercambiar palabras con él como si nada hubiese pasado entre nosotros, no porque lo odiara o aún doliera, simplemente no quería que pensara que podía ser todo como antes porque no sería jamás así, quería que entendiera que el idiota que una vez manejo a su antojo ya no estaba y que este Eren que estaba delante suyo era otro al cual no podía dominar —

Oh...si, lo siento...— mordió su labio inferior y pasó a mayor velocidad los productos por la barra, la maquina marco el total y me apure a la pasar mi tarjeta — listo, gracias por tu compra... — me sonrió suavemente lo cual ignore para tomar la bolsa con los víveres. No, no volvería a caer en su falsas sonrisas y amabilidad fingida — Eren yo quería... — trato de detenerme pero una pequeña voz llamo toda su atención —

Mamá... — un pequeño corrió hacia Levi, una versión pequeña de mi amigo de ojos turquesas, no espere a nada más para retirarme del establecimiento, no quería pasar más tiempo allí y estaba seguro que mamá lo había hecho adrede el enviarme a hacer las compras ese día. Sabía que mamá no tenía mala intención alguna pero me comenzaba a molestar que quisiera unirme a Levi, habiendo más omegas en el pueblo justamente tenía que ser el que me uso, tiro y rompió mi corazón —

Levi? — después de que me ignorara por meses verlo allí en la puerta de mi casa con los ojos rojos y empapado fue una verdadera sorpresa —

Hola... — su voz sonó tan lastimera que sentí mi corazón encogerse como su dolor fuera el mío — yo quería disculparme por mi comportamiento...Eren, no quiero seguir con esto eres mi mejor amigo y... — sabía que me estaba desvalorizando a mí mismo por aceptar así de fácil a Levi pero no podía simplemente ignorar sus palabras. Lo amaba de verdad lo amaba —

Tenías razón fui un idiota...— dentro de casa, una vez secos sentados en el sofá de la sala y con el televisor pasando un programa que poca atención pusimos, entendí de a poco porque Levi fue a mí — solo quería que le abriera las piernas y nada más, puedes creer que me voto, él dijo que no se quedaría con un omega que le arruinaría su futuro, que debí cuidarme y que... — así que era eso, dolió escucharte decir que tu novio te rechazo y voto cuando se enteró que estabas esperando a su bebé — no sé cómo se lo diré a mamá, Kenny me matará y...tengo miedo, Eren — lo deje refugiarse en mí y desahogar sus temores — yo no sé qué hacer...— se notaba la desesperación en su voz y mi alfa me rogaba consolar al omega —

No te preocupes, cuando ellos regresen le diremos que fue un descuido de nuestra parte — y fue el amor que le tenía lo que me motivo a decirlo a aceptar algo que no era mío —

Oye! Si nos prestas atención podrías arrollar a alguien — una voz exasperante me saco de mis profundos recuerdos — sé que no tienes nada en esa cabeza tuya pero al menos una disculpa estaría bien — siguió provocándome —

Enserio? El que debería quejarse soy yo, chocar contra un animal de carga — de forma burlona respondí a ver el enfado en el rostro de mi amigo —

Siempre con lo mismo, suicida — rodó los ojos — como sea, Isis me envió a darte el encuentro porque al parecer no sabes cómo volver a casa — de un tirón me arrebato parte de las bolsas con comestibles de las manos — me han dicho tu hermana que has estado actuando menos suicida que nunca, así que...—

Se llama madurar, tal vez a ti te vendría bien hacerlo — rodé los ojos, sabía que mi hermana y Jean tenían las mejores intenciones pero no quería hablar —

Si, si como sea... solo no quiero ver a Isis preocupada o algo — se encogió de hombros y le restó importancia al asunto —

DolióWhere stories live. Discover now