Capitulo XXXVII

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"Todavía sigo dormida", dice Angela tan pronto cómo contesta el teléfono.

"Ashley no ha regresado desde anoche y estoy empezando a preocuparme por ella. Es estúpido, ¿no?".

"Relájate. Está con Christian", dice Angela, "El me avisó".

"Ah", Joy se detiene. "Tiene sentido, supongo".

"Sabía que estarías vuelta loca esta mañana, así qué no quería molestarte. Sé cómo te pones".

"Sí. ¿No es esa la verdad?"

"Realmente llegaste hasta ese punto con Diana, ¿eh?"

"¿Cómo supiste?"

"Por la magia de la vista", responde Angela. "Vi lo que pasó pero te escapaste y ya no pude encontrarte. Supuse que habías ido tras Ashley."

"Lo hice", dice Joy, su voz carece de cualquier variación de tono. "Pero ella había desaparecido antes de que la alcanzara, así que volví a casa pero tampoco estaba aquí".

"Sabes que", Angela habla más suavemente esta vez, "no hiciste nada malo, ¿verdad?"

"Lo sé pero..."

"No hay pero. Te gusta Ashley —"dice Angela simplemente. "Lo entiendo. Pero aun así no hiciste nada malo."

Joy se ríe incrédula. "Por supuesto que lo entiendes, estás enamorada de su mejor amigo".

"Creo que Ashley también está enamorada de mi mejor amiga."

"Cállate", dice Joy con un profundo suspiro.

"La verdad duele."

"No es la verdad", argumenta Joy.

"Ashley volverá, no es cómo si pudiera evitarte para siempre. Sólo déjala resolver las cosas en su cabeza."

Joy levanta la barbilla. "Oh, sí, se avecina una gran conversación. Puedo verlo ahora."

"Sólo hazlo, ¿de acuerdo?" La voz de Angela se convierte en un susurro severo. "No lo pienses demasiado. Sabrás qué decir cuándo la veas."

"Esperaré hasta que regrese entonces", dice Joy, forzando su voz a una calma extraña. "Puedo hacer eso."

"Probablemente deberías hablar con Diana también", murmura Angela. "No sería justo si no lo hicieras".

"Lo sé", admite Joy. "Y lo haré, pero no estoy preocupada por eso. Diana es genial. Creo que estaremos bien".

"Sí, yo también lo creo".

"Sólo para que conste", dice Joy en voz baja. "Creo que hablar de este tipo de cosas es una idea terrible".

Angela suspira al otro lado del teléfono. "Para ser justos, la mayoría de nuestras ideas son terribles, pero las llevamos a cabo de todos modos".

Dios, ser un adulto apesta.

-

Ashley le promete a Christian que sólo necesita algo de espacio y comida de verdad antes de salir sola del campus con la ropa de anoche y la sudadera con capucha de el. El cielo está desnudo, los bordes son de un azul intenso debido a una tarde calurosa. El sol se filtra a su alrededor, rebotando en los letreros y en la acera.

La gente pasa junto a ella, despidiendo el hedor familiar de su rutina diaria. Ashley pasa junto a bares y una pequeña cuadra de camiones de comida y tiendas de campaña, el olor de la comida y el vapor pesado y con sabor chocan con el calor natural del sol.

no contar nuestra historia sería una cobardía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora