🍀 Capítulo 4 🍀

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Cuando se sentaron en la mesa, empezaron hablando de cosas bastante triviales, ya habían dejado de lado lo de sus respectivos trabajos para hablarlo en la mesa, es algo que siempre hacían al comer para evitarse algún comentario que molestará al otro, más que nada por la costumbre de Kaveh de trabajar demás o de Al-Haitham y su vicio de hacer investigaciones que atentaban hacia su propio bienestar, así que sabían de antemano que eso era como un "tema prohibido" entre ambos para evitarse problemas y mala digestión luego...

Pero sinceramente, había ocasiones en las que les era imposible no hablar de esos temas, más cuando por x o por y razón, era Kaveh quien se enteraba de las cosas que Al-Haitham tenía planeado hacer, y en esta ocasión fue más delicado, no porque Kaveh se enterará que en breve iba a estar cuando al Puerto Ormos, sino porque era de las primeras veces que se enteraba que iba a viajar a algún lugar de Sumeru sin enterarse de la razón de su viaje.

Y en esta ocasión, la razón de su viaje era más delicada.


–Entonces...te irás otra vez–dijo Kaveh atendiendo al aviso que Al-Haitham le hubiera dicho–¿podría saber cuál es el motivo de esta ocasión?

–El mismo de siempre, Kaveh–dijo Al-Haitham sin darle mucha importancia.

–Bien, dime cuál es el mismo de siempre, Al-Haitham–dijo Kaveh dejando sus cubiertos sobre el plato–me has puesto esa excusa tantas veces en estos últimos tiempos que empezaré a creer que lo que estás haciendo es ilegal

–Es trabajo de la academia, mi trabajo normal, me has visto haciéndolo desde hace mucho–dijo Al-Haitham de forma tranquila.

–Ciro se ha estado quejando de ti–le dijo Kaveh de repente.

¿Cómo?

–...hm, ¿y de qué se queja en específico?–preguntó Al-Haitham bajando la voz.

–Dice que te estás empezando a meter en territorio que no conoces, Haitham–fue lo que respondió ante su pregunta.

De quien hablaba Kaveh era uno de los profesores de Sumeru Akademiya, no estaba afiliado a ninguna escuela en sí, su lugar de trabajo es profesor orientador, y sus funciones es ayudar a los estudiantes en las respectivas materias que ellos elijan tomar o ya directamente en sus tesis, aunque antes de serlo fue en su tiempo un investigador de la propia academia con grandes descubrimientos para esta sobre todo el territorio de Sumeru y más allá de este, pero si bien dejó eso y actualmente no sale ni tres kilómetros fuera de la ciudad, mantenía bien sus instinto de investigador el cual se daba cuenta de hasta el último detalle.

Sabiendo eso, a Al-Haitham no le sorprendería que ese hombre supiera de su búsqueda de cápsulas de conocimiento divino, al contrario, le preocuparía que no se diera cuenta, y hasta le asustaba que le pudiera decir a su padre sobre ese tema, conociendo a este último pondría el grito en el cielo si se entera de lo que está haciendo, pero aparentemente había elegido callar esa parte de las cápsulas en cambio solo advirtió sobre un posible movimiento ilegal.

Sabría si le hubiera contado a Kaveh la historia completa, ya que ni siquiera habrían tenido la anterior conversación tan linda sobre el proyecto del arquitecto con Saint-Germain, directamente le hubiera dado una bofetada y lo regañaría por hacer lo que estaba haciendo, y en cierto modo eso es lo que ahora le estaba agradeciendo a Ciro: no haberle contado nada demasiado específico a Kaveh, no solo por la razón obvia.

Sino porque no quería meter a Kaveh en medio de ese...problema...

Él lo está haciendo de espaldas a la academia, sabe lo peligroso que es lo que está haciendo, pero si lo descubrieran su padre intervendría a su favor, y ni Azar se atreve a ir en contra de lo que Panorama dicta, básicamente porque sería un suicidio meterse con alguien como su padre, pero si a Kaveh le pasara algo por la negligencia que estaba haciendo, no habría persona sobre la faz de Teyvat que lo librara de la culpa que sentiría.

¿Qué Kaveh puede ayudarlo? Pues claro que puede, es el orgullo de Kshahrewar, Darshan de la tecnología y la resolución de acertijos, persona más capacitada para entender algo así duda que la encuentre en otro de los Darshan, pero no iba a poner en la boca del lobo a la persona que más cerca tiene de sí mismo, debía estar muy loco o ser muy cruel para hacer algo así, y no era ni lo uno ni lo otro.

Así que, le tocaba inventar otra excusa, como había estado haciendo por tanto tiempo, ¿cual seria ahora? Pues una que sea igual de convincente que todas las que ha dado antes, ¿y cómo se logra una excusa convincente en la situación que ahora estaba? Muy simple:

–Es un...asunto entre mi padre y yo–meter a su padre entre medio, siempre era la opción cuando se quedaba sin excusas y necesitaba sonar convincente–no es un asunto ilegal, es familiar, Kaveh–dijo Al-Haitham templando el tono–entenderás que es privado de nosotros dos

–...–suspiró–Al-Haitham, hemos tenido esta conversación muchas veces, ya no me importa si lo que tengas que atender es ilegal o familiar, me da la sensación de que no difiere mucho uno del otro cuando tú lo dices–dijo Kaveh levantándose de la mesa.

Genial, ahora tenía que buscar una forma de disculparse con Kaveh por esto, dioses...

A ver, él sabía que Kaveh solo estaba preocupado por él, razones muchas veces le dió, como esa vez en que peleó con uno de los profesor de Vahumana, o esa ocasión en donde se metió en problemas en la reserva de animales de Moro, u las múltiples veces en las que se peleó con Cyno, todas esas ocasiones le habían demostrado a Kaveh que su nacionalidad no precisamente significaba que algo bueno saldría de eso ni mucho menos que estaría a salvó de las consecuencias de sus acciones, pero al final siempre terminaba operando de esa forma, así que no culpaba a Kaveh por molestarse cuando le puso su más recurrente excusa...

Aunque aparentemente no lo enojó, ya que a los segundos volvió a la mesa, y si bien no se volvió a sentar, sí extendió su mano hacia él.

–Pero me toca entenderlo, ¿no?

Kaveh tenía en esa mano la chaqueta que siempre usa, hace unos días se había rasgado y Al-Haitham no había tenido el tiempo de irla a remendar, pero ahora que Kaveh se la estaba dando, estaba como nueva, como si nunca hubiera tenido un rasguño, y si bien la tomó casi de inmediato se quedó viendo ese detalle unos momentos.

–Olvidas que sé coser–dijo Kaveh jugando al empujar la cabeza del menor con un dedo en la frente–puedes pedirme que la arregle cuando te metas en peleas callejeras y se rompa

No fue una pelea callejera, fue—

Las ganas de aclarar eso se le fueron cuando Kaveh se inclinó un poco para abrazarlo suavemente, era algo que solían hacer, pero no de forma tan repentina como lo estaba haciendo el mayor, además de que se tomó unos segundos para acariciar sus cabellos plateados, y se mantuvo en esa posición incluso al hablarle antes de separarse e irse.

–Solo ten cuidado, ¿sí?–le dijo en un tono más suave de lo normal, uno cálido y que sonaba reconfortante–si llego a enterarme que me preocupaste por nada, te daré un golpe, y si de verdad era algo serio, recibirás dos luego de que compruebe que estés bien por no dejarme ayudarte

El rubio se fue a su habitación luego de haberle dicho eso al escriba, y sin saberlo, le convenció más a Al-Haitham de que estaba haciendo lo correcto al ocultarle lo que estaba haciendo, ¿cómo podría poner en peligro a ese angelito vestido de demonio? Él se convertiría en el verdadero monstruo si algo le pasara a Kaveh, así que lo evitaría a toda costa.

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Salió el drip marketing de Al-Haitham, mi gente, y leaks a full con ello, eso ameritaba esta actualización porque MI MUCHACHO SE VIENE, CARAJO<3<3<3<3

Un Amor A La Medida [ Al-Haitham x Kaveh ]Where stories live. Discover now