𝕵𝖊𝖔𝖓𝖌 *.•° ᴍᴊɪɴ

03

La película que estaban viendo había terminado y ahora ambos se mantenían en silencio observando los créditos subir por la pantalla.

—Myungjunnie —llamó Jinwoo en un susurro segundos después del final, deteniendo sus caricias en el pelo del mayor.

—¿Qué sucede? —preguntó, levantando su cabeza del pecho de Jinwoo para poder mirarlo.

—¿Cómo se supone que aguantaré 18 meses lejos de ti? —preguntó el menor—. ¿No sería mejor que yo también me enlistes de una vez?

—No, Jinwoo. —Myungjun se sentó sobre la cama y lo miró con seriedad—. Ya hablamos de esto, no puedes irte aún, tienes que cuidar de los demás, no importa cuánto nos duela estar separados, no puedes enlistarte.

—Pero Jun —Jinwoo también se sentó para mirarlo.

—No —repitió Myungjun esta vez con más firmeza.

El menor guardó silencio y bajó la mirada a sus manos sobre su regazo. Sabía que no debía insistir, que ya lo habían hablado y decidido, pero... simplemente le era difícil dejarlo ir.

—Jinnie —pronunció cambiando su tono a uno más suave, para luego acunar entre sus manos el rostro del menor—, no sabes cómo quisiera que vinieras conmigo, pero no se puede, alguno de los dos tiene que quedarse con los demás y cuidarlos.

Sonrió levemente, acariciando con su pulgar la mejilla de Jinwoo, quién cerró sus ojos en respuesta al tierno y suave contacto.

—Ambos sabemos que yo ya no puedo atrasarlo más, pero tú, aún tienes tiempo.

—Lo sé~ —suspiró.

El silencio invadió la oscura habitación de nuevo, pero su intercambio de miradas en ese momento decía más que cualquier palabra, pues la conexión entre ellos era así.

Una mirada, unas pequeñas señas o algún gesto eran suficiente para que ellos se comunicaran a la perfección con el otro. Entendían cada pequeña y simple cosa que aún después de varios años se seguían sorprendiendo del mismo modo que la primera vez que lo notaron.

Desde que eran trainees habían formado una amistad bastante fuerte, pues ambos se habían acercado bastante poco después de la llegada de Myungjun a la empresa. Desde ese tiempo, Jinwoo apoyaba a Jun cuando este tenía alguna duda con el baile, mientras que Myungjun lo ayudaba a ensayar su canto y juntos escribían canciones.

El punto es que ellos siempre se hallaban juntos, por lo que no había día en el que no se les viera juntos, sonriendo y ensayando.

Con el tiempo se fueron acercando más aún, tanto que después de su debut y el nombramiento oficial de Jinwoo como líder de ASTRO, ellos habían desarrollado un vínculo mucho más fuerte al convertirse en el pilar y consejero del otro.

No obstante, con el paso de los años se hicieron cada vez más conscientes de que lo suyo no era solo una simple amistad, ya que el amor y cariño que sentían el uno por el otro era mucho mayor al de dos amigos. Además de que, en más de una ocasión, se habían sentido atraídos por el otro de un modo que les daba miedo, pues la sola idea de confesarlo a ellos mismos les asustaba.

Mas no fue hasta un día en que los seis decidieron celebrar en su departamento con alcohol y juegos de internet, que Myungjun (quién si había tomado) besó por primera vez a Jinwoo, sorprendiendo a todos, pero sobre todo al menor que, cuando lo vio alejarse de sus labios se apresuró en capturarlos de nuevo en un beso necesitado y significativo, que ninguno de los dos esperaba que sucediera.

Ese había sido el punto de quiebre en su relación que, aunque los había asustado en demasía, les había dado la oportunidad de hablar y confesar todo lo que sus corazones llevaban tiempo ocultando. Hasta llegar al punto en el que estaban ahora: sin cerrarse en formalizar una relación romántica, pero tampoco catalogándolo en una simple amistad o hermandad.