un encuentro predestinado.

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—¿Hasta cuando vas a lloriquear?

—Creo que me rompiste el puto pómulo, ¿podrías cerrar la boca?

—Bueno, no voy a decir que lo siento, te lo merecías.

— la próxima vez yo voy a mostrarte lo que mereces. 

Hoseok sonrió ante ello, después de su encuentro con Jungkook ambos caminaron hacia la tienda de veinticuatro horas más cercana, se sentaron en una de las mesitas exteriores como si nada acabara de pasar, era una madrugada tranquila, pronto serían las cuatro, el frío calaba poco a  poco entre sus ropas, ninguno llevaba ropa lo suficientemente abrigadora, pero era verdad que ninguno de los dos esperaba que su encuentro se prolongará demasiado, en especial Jungkook, que ahora llevaba una bolsa de hielo en su mejilla debido a la pelea de antes. 

— Cuando vas empezar a hablar?

— Hoseok, con todo respeto.— respondió acentuando el toque de los hielos sobre su mejilla.— ¿que te hace creer que te dire algo?

—Jungkook.— el menor había utilizado un tono de voz un tanto descuidado, con confianza y familiaridad, sin embargo el tono en la voz de Hoseok era diferente, era serio y cargado de  poder.— Sé que tú nunca nos consideraste una familia.— pausó, frente a él Jungkook lo veía con interés y un atisbo de recelo.— tu no eres Jimin, tu vida no mejoró después de entrar al sótano, tampoco eres Jin quien encontró el amor ahí mucho menos eres Yoongi, suran o yo, que no conocemos otra manera de sobrevivir que no sea ese lugar, el sótano te quito todo, tu fuiste quien menos paso tiempo ahí, tu tenías un hermano amoroso, dos amigos inseparables y una vida cómoda, yo se que el sótano te quito todo eso. 

—entonces,¿ porque sigues aquí, esperando a que diga algo?

— porque tú no apareciste aquí y justo ahora porque si, tu sabes algo que nosotros no, eso es lo que quiero.

Jungkook sonrió de lado, Jung Hoseok era más listo y asertivo de lo que recordaba; sin embargo tenía toda la razón y aquellas palabras habían resonado en su interior con más pesadez de lo que esperaba.

 —es una historia larga. 

—iré por café.

Hoseok regreso cerca de cinco minutos después, con dos vasos grandes y humeantes de cartón, entre sus dedos llevaba pequeños sobres de azúcar a punto de caer, él no la utilizaba, pero recordaba que Jungkook no soportaba los sabores amargos, junto a la bebida también adquirió unos bollos calientes, moría de hambre y estaba seguro que había escuchado el estómago de Jungkook rugir también. 

—no te fuiste.—bromeó.

—Aún tienes que pagar por desfigurar mi cara.— Hoseok sonrió, por un momento pareció una típica plática de amigos.

—Por cierto, bonitos tatuajes, SeokJin casi se desmaya al verlos, pero creo que le gustaran.

—¿Mi hermano vi esto?— respondió sorprendido.

—Pareces asustado dé repente.— Jungkook viró los ojos, mientras que Hoseok soltó una pequeña risa, lo suficientemente alta como para contagiar al menor también.

—todo empezó el día en que me fui.— comenzó Jungkook luego de unos minutos.

"pero esa paz no volvería."

—ese día, ¿ lo recuerdas? fue lo que ustedes llamaron noche de sushi, regresamos del río Han, bebimos y todos se quedaron dormidos.— Hoseok asintió.— bueno, salí temprano, estaba hambriento, pero solo con dar unos pasos fuera un carro estuvo a punto de atropellarme.—pausó.— se lo que puedes pensar, pero no estaba distraído, ese auto iba directo hacia a mi.

-Elegant Escape- HopeVWhere stories live. Discover now