Christian Jones (tercera historia de los hermanos Jones)

Capitulo 15

Capítulo 15.

Mis mañanas ya no eran como antes, me acostumbre a levantarme tarde y quedarme el día en la cama para la noche salir con Adam o algún otro amigo.

Y digo que han cambiado porque ahora después de levantarme a las siete en punto, estoy haciéndole desayuno a la mujer que amo.

Tuve que levantarme con mucho cuidado para no levantar a Rous, salí de puntillas hacia la cocina y bueno, aquí me tienen.

Coloco el celular donde pueda ver el tutorial, quería hacer algo bonito y lo que me pareció mejor son unas crepes. Lo malo, es que no sé cómo carajos hacerlas.

Así que pase quince minutos dentro de internet para comprobar todo de la receta.

Hubo pequeños incidentes como quemar el sartén, ponerle mucha leche a la mezcla, fallo total al inicio, pero luego mejore leyendo y siguiendo cada paso.

Y después de una hora tenía todas las crepes listas, coloque todo en una bandeja y lo cargue a la habitación, Rous seguía profunda, pero tiene olfato delicado y sé que se despertará con el olor del desayuno.

Deje la bandeja a su lado y observe hasta que comenzó a moverse, primero estiro los brazos y toco la bandeja se sobresaltó y en ese momento abrió los ojos.

Miro la bandeja y sonrió, me busco con la mirada y cuando por fin me miro sonrió aún más.

-Buenos días- salude primero, levante la bandeja cuando se sentó en la cama y la coloque en sus piernas.

-Buen día, que hora es? – busque mi teléfono, las nueve de la mañana.

-Son las nueve, no sabía que te gustaría comer así que hice algo ligero.

Corto un trozo de crepe y lo llevo a su boca, cerro los ojos, estaba expectante y ansioso.

-Delicioso- dijo tras abrir los ojos, sonreí como tonto y me sentí orgulloso de mi mismo – ¿las hiciste tu?

-Así es – pareció sorprendida, pero notaba que igualmente se veía feliz por mi detalle.

-Muchas gracias Cristian de verdad este desayuno esta increíble- la luz que entra por la ventana le baña el rostro y hace que se iluminen sus ojos.

Tenía ante mis ojos a la mujer más bella de mi mundo, no podía creer que estuviera conmigo, ahora y aquí.

-Para mí es un placer Rous, disfruta iré a darme una ducha y por mientras come.

Le tomo el rostro entre mis manos y planto un beso en su frente y labios.

En el baño me quedo media hora mirando la pared mientras paso jabón por mi cuerpo, mi mente se encontraba en blanco total, no había planes en mi cabeza ni que podríamos hacer hoy.

No tenía idea de que podíamos hacer, pero quedarnos encerrados no era una opción, así que cuando salí de la ducha y me vestí me coloque en el sofá y busque planes.

-Tienes una idea de lo que podemos hacer hoy? – levante la voz para que Rous escuchará, estaba buscando algo en el refrigerador y desde ahí pude ver como negaba con la cabeza.

Se dio la vuelta y se recostó en la isla de la cocina.

-La verdad es que no, tampoco puedo pensar en mucho ahora.

-Si estas preocupada por lo de tu madre no debes preocuparte por eso solo debes confiar en la policía.

Ella asiente, pero no se ve convencida.

-Entiendo que fui yo misma quién te dijo que debemos confiar en ellos y que no debería decir esto, pero conozco a la mujer que me dio a luz y sé que ella no dejará que la atrapen.