Capítulo 14

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CAPITULO 14

Primera en Los Ángeles. Para mi el viaje hasta acá fue largo, me siento cansado, mentalmente como físicamente.

Rous reposa a mi lado en la cama, ella se ve tranquila, pero note su inquietud en todo el viaje hasta acá, la sorpresa de que su madre atentó contra mi vida la ha dejado muy mal.

No sé como explicarle que no es su culpa, jamás ha querido que esto pasará, pero fue mi culpa por haber subestimado a la madre de Rous.

Sentía que algo haría, pero jamás me paso por la cabeza que quisiera quitarme la vida, solo quiero paz y la única manera es que Rous vuelva con ella, creo que jamás tendré paz porque nunca dejaré que ella vuelva con su madre. Nunca.

La cama se siente tan blanda, el sonido de los autos afuera me mantiene despierto, mi padre rento un apartamento para nosotros, pero juraron mantener el lugar vigilado así que en cualquier lugar debe haber cámaras.

Me levanto de la cama y decido ir a la cocina a buscar algo de comer, no he digerido nada en las ultimas seis horas y aunque mi madre me lo suplicará no podía ver la comida.

La nevera esta completa y es ahí donde entro en un debate, ¿Qué puedo comer?

Saco del refrigerador un sobre de salami, lo dejo en la isla y luego busco un pedazo de pan.

Hago una pizza, como una tostada, pero en vez de masa de pizza utilice rebanadas de pan blanco, mientras comía veía por la ventana, hay mucha gente en las calles.

-Christian? – la voz adormilada de Rous me distrae, camina lentamente hasta posicionarse delante de mí, me regala una sonrisa antes de hablar- Ocurre algo?, no te sentía en la cama y tuve que venir a ver que paso.

-Solo no puedo dormir, el hambre me ganaba.

Rous frunce el ceño, no me cree.

-Christian, dime que pasa en realidad, nunca has dejado que nada te afecte.

-Esto es diferente, tu madre peleaba o solo me lanzaba gritos, pero esta vez se paso de la raya Rous, atento contra mi vida y la tuya.

Agacha la cabeza, ambos nos sentimos exhaustos de lo que esta pasando, pero lo ocultamos.

-Escúchame – ordena, coloca su mano sobre mi mejilla y comienza a dar acaricias – lamento todo esto, enserio, pero pronto saldremos de esto, la policía se hará cargo y ambos podremos por fin vivir una vida normal, sin miedo a que haya alguien queriéndonos hacer daño.

-Tan segura estas de la policía?

-Si hacen un mejor trabajo que otras veces, si, confió en que muy pronto tu y yo podremos comenzar de cero – se veía en tan segura, no tenía ningún rastro de arrepentimiento en el rostro.

Coge mi mano y la coloca sobre su espalda y eso hace que se acerque más a mí, nuestros rostros se acercan, sus ojos son bañados sobre la luz de la luna.

Mi respiración comienza a acelerar cuando coloca sus manos sobre mi pecho. Mis manos empiezan a temblar y con solo el hecho de que Rous estuviera en esta cercanía.

-Vamos a la cama, necesitas descansar y debes hacerlo ahora- me tomo la mano y con eso me llevo con ella a la habitación.

La luz estaba encendida, pero habían sido cambiadas de color.

-Leí que una luz tenue y tranquila te ayudaban a relajarte, que debes buscar algo que te gusté en esa luz y relajarte.

-No tengo sueño- aclaré cuando la vi volver a la cama.

-Y que es lo que quieres?, pensé que estarías exhausto por lo que ocurrió hoy- frunce el ceño y luego se pone en pie, tenía una expresión confundida.

Christian Jones (tercera historia de los hermanos Jones) Where stories live. Discover now