🏰 Prólogo 🏰

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La casa de los Kamisato estaba en suma tranquilidad ese día, cada uno en lo suyo, los hermanos trabajando, su amo de llaves en sus respectivas tareas, los demás trabajadores en sus puestos, todo era un relajante silencio y tranquilidad en la residencia...

Y obviamente algo lo tuvo que arruinar, ese día, fue la llegada de una carta que Ayato en su oficina recibió, y por la letra, pudo notar al instante que no era de otra de las comisiones de Inazuma o de alguien de la propia nación en sí, ya que estaba en el idioma de Mondstadt, afortunadamente los años de conocer a Thoma le habían enseñado el idioma, así que pudo entender la carta, pudiendo entonces notar que era una invitación de fiesta dirigida justamente a su amo de llaves, y esa carta de invitación de fiesta era de parte de la familia Lawrence, y fue a partir de allí que dejó de entender algo, ya que según leía la carta si bien era de invitación también pedía la ayuda de Thoma en la mano de obra que la preparaba, y allí la siguiente de sus preguntas, ¿por qué habrían de necesitar la ayuda de Thoma para hacer esa fiesta? Ni la menor idea, así que decidió llamarlo para de una vez entregarle esa carta y que él mismo le dijera lo que ocurría.

Thoma vino a los minutos de haberlo llamado, trayéndole una taza de té ya que aunque no se lo hubiera pedido, el de ojos verdes siempre sabía cuándo necesitava esto, así que luego de dejarlo sobre la mesa y sentarse sobre sus rodillas, le dió la carta sin decirle nada más, solo indicándole que la leyera, cosa que este no le cuestionó y la leyó tranquilamente, y entonces...

La expresión en su rostro cambió totalmente, de una muy confundida a una que más parecía nerviosa.

–¿Conoces a la familia Lawrence?–le cuestionó antes de que pudiera dar explicaciones por sí solo.

–Eh...t-todos en Mondstadt los conocemos, waka, incluso sabe lo que pienso de ellos de la vez que hablé de Eula Lawrence cuando el viajero me preguntó de ella–dijo Thoma con la voz medio tensa mientras doblaba la carta.

–En ese escrito parece que ellos te conocen a ti–dijo Ayato como si fuera un gran descubrimiento ante el contrario–te nombran a ti explícitamente

–Es que...mi familia siempre los ayuda con su fiesta, la fiesta del Baile de Sacrificio, su baile representativo–le explicó Thoma tratando, inútilmente, de no mostrarse nervioso.

–Ajá...pues invitarte de este modo es algo que no parecen hacer todos los años porque es la primera vez que esa carta llega a Inazuma–dijo Ayato cruzando los brazos.

–Bueno...yo...–no podía ser más obvio en el hecho de que estaba buscando una excusa.

–Thoma...–así que el de cabellos azules afiló los ojos.

No es que le gustará usar su autoridad ante Thoma para obligarlo a decir cosas privadas suyas, pero en ciertas situaciones casi que tenía que hacerlo dado a que este se cerraba en sus propios asuntos personales.

Y de todos modos no tenía que presionar mucho, a la primera presión Thoma hablaba.

–Conozco a los Lawrence...¡o sea! No los conozco en sí, me refiero a que...mi tío, el esposo de la hermana de mi mamá, es el actual líder de los Lawrence y es el padre de la caballera de la marea–confesó Thoma perdiendo ante esa mirada de Ayato.

–O sea...¿ustedes son primos?–fue lo que entendió el Kamisato.

–No...no exactamente, de sangre no, mi tío estuvo casado con mi tía, luego se divorciaron y él tuvo a Eula, y luego se volvieron a casar, así que no somos primos de sangre...–dijo Thoma mientras hacía un ademán explicando aquello–y nunca hemos hablado de boca a boca más de un minuto y por puro asunto profesional

–¿Profesional?

Dioses, ¿por qué jamás aprendió a elegir bien las palabras?

Bien, el rubio se dió cuenta de que se había matado a sí mismo el argumento, lo arruinó de una forma increíble, así que solo suspiró pesado y procedió a contar la verdadera historia.

–Está bien...–suspiró–lo de mi tío es cierto, sin embargo, hubo un tiempo en que fui jefe de criados de los caballeros de Favonius y antes de venir aquí también fui amo de llaves de los Lawrence–dijo Thoma haciendo un ademán.

–¿Por qué serías amo de llaves de quién se supone que es tu familia?–preguntó Ayato cuestionándolo en eso.

–Le ofrecí a mi tío serlo cuando su anterior ama de llaves falleció, y de todos modos él se la pasa es viajando para comprar terrenos, así que no era sirviente de él exactamente, sino de los demás Lawrence–dijo Thoma encogiéndose de hombros.

–Tengo entendido de que siendo terrateniente viaja mucho por eso, entiendo que no debió estar mucho–dijo Ayato recordando los hábitos de viaja y compra de aquel hombre.

–Hmph, y bueno, al ser su amo de llaves obviamente era responsable de la planificación de sus fiestas, de allí lo de la carta...pero no sé por qué luego de tantos años de haberme ido es ahora que me piden volver a planificarla–dijo Thoma llevando una mano a su cabeza.

–Thoma, te voy a preguntar, ¿quieres aceptar esto e ir a Mondstadt?–preguntó Ayato queriendo saber la decisión que el contrario tomaba ante la carta.

–...la carta...la carta está firmada por mi tío, no podría negarle algo a él, nunca nos pide nada...–dijo Thoma reflexionado eso un momento antes de hablar–sí quisiera hacerlo si él es quien lo pide

–Entonces no hay problemas, iremos a Mondstadt–dijo Ayato sin más rodeos.

–¿Iremos?–aunque esos sin rodeos confundieron a Thoma.

–Ayaka siempre ha querido visitar Mondstadt, y no tengo tanto trabajo estos días, podemos ir juntos–dijo Ayato antes de mostrar esa audacia que lo caracterizaba–no creo que haya problema, leí el soborno de abajo de la carta

"Los Kamisato pueden venir si quieren, no tengo problema con más invitados si eso te hace aceptar"

Eso era lo que decía al final de la carta, su tío sabe que no iría si eso significaba que dejaria a los Kamisato por más de tres días. Aunque el que fuera un tipo de soborno no le pudo importar nada, hasta le agradeció internamente a su tío por agregarlo en la carta.

–Hmph, estaré más animado con la presencia de ambos en esa fiesta, Ayato–dijo Thoma sonriendo hacia el de cabellos azules, quien igualmente le devolvió la sonrisa.

El líder de los Kamisato se inclinó un momento sobre su mesa para poder tomar la barbilla de su amo de llaves y atrapar sus labios en un corto beso antes de que este último se levantará para retirarse, tenían ambos que volver a sus trabajos, ya más tarde le dirían a Ayaka sobre el viaje que harían a Mondstadt para la fiesta de los Lawrence.

Será entretenido ver cómo se dan las cosas en esto...

Casa Real [ Ayato x Thoma ]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon