𝗧𝗲 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝘂́ 𝗮 𝗺𝗶́ 𝗻𝗼.... ¿𝗖𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼?

Rᥱgᥲᥣo ρᥱrfᥱᥴto.

—Claro que no. Vine aquí porque unos amigos me invitaron. Encontrarme contigo solo fue conciencia.

—Como sea —dijo en voz baja Jeongin mientras regresaba su atención a donde antes. Esto llamo la atención de Seungmin y por ello se vio en la necesidad de también mirar lo mismo que él.

—¿Ese de ahí no es Hyunjin? Y ese chico...

—Sí así es —interrumpió—, y el de enseguida es nuestro amigo Felix.

Esa pequeña palabra había hecho eco en la cabeza de Seungmin, provocando así un ligero suspiro salir de su boca.

—¿Puedo sentarme aquí en lo que llegan mis amigos?

—Adelante —contesto sin muchas ganas.

—Parece que ambos se llevan muy bien —no hubo respuesta a aquel comentario más que un ceño fruncido. —Si son amigos, ¿entonces por qué no estas con ellos?

—Es un asunto entre Hyunjin y yo —habló algo molesto.

—Pues... honestamente no lo parece. Pareciera más bien de Hyunjin solamente —murmuro el chico que comenzaba a colmar la paciencia de Innie con sus palabras sin filtro que más bien eran la verdad.

—Como dije, es algo entre él y yo, así que no lo entenderías.

—Bien. Comprendo.

Un silencio incomodo se generó.

—Por cierto, el profesor me pregunto por ti el otro día—Jeongin reacciono ante aquella acotación. Ahora Seungmin tenía su atención por completo.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Pregunto si has estado bien y yo respondí que sí, luego de eso, hablo sobre que si no vuelves en una semana al club entonces ahora serás expulsado completamente, y que las faltas que hasta ahora tienes, contaran, lo cual afectara considerablemente en tus notas.

Por la entrada del lugar ingresaban dos personas y con ello Seungmin se levantó de su asiento.

—Bueno, fue un gusto haberte visto nuevamente. Y que suerte que haya sido así, me evito tener que buscarte por todas lados solo para decirte lo que el profesor me dijo —agrego mientras le miro con una gran y linda sonrisa.

—Sí, hasta luego.

El pelinegro se dio la vuelta y dio unos cuantos pasos para ir a reunirse con sus amigos, sin embargo, se detuvo, volteando hacia atrás nuevamente.

—En verdad deseo que regreses, Jeongin. No solo por evitar lo de las faltas, sino porque pienso que tienes mucho que dar todavía —tras terminar de decir sus últimas palabras el chico se marchó.

Jeongin vio por unos segundos el invisible rastro que dejo el joven, regreso su vista a su par de amigos observando como estos ya se levantaban de sus lugares para irse, relamió sus labios para luego bajar su mirada y dejar salir un suspiro cargado de cansancio; posterior a reacomodar todo en su cabeza lo mejor posible, se retiró igualmente del sitio.

⚝ ⚝ ⚝

—Bien, ¿y cuál es? —cuestionó Jeongin al otro día en cuanto vio a Hyunjin, que igual que siempre, ya estaba en su pupitre.

Su mayor le miro con una sonrisa que mostraba señal verde de que el plan había sido un éxito.

—Creo que un pastel de Chocolate sería el ideal.

—¿Cómo qué, crees?

—Lo presiento. Algo en mí me lo dice.

—¿Estás seguro?