Capítulo 6. JULIETTE

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Un escalofrío recorrió mi cuerpo entero cuando Harry volvió a hablar.

—¿Ni siquiera vas a decir adiós?

Me giré hacia él. Sus labios formaban una ladina sonrisa que irradiaba superioridad. Eso me puso aun más nerviosa y de mal humor de lo que ya estaba. Joder, ¿porqué me ponía así? Si solo era una sonrisa tonta y fea.

Estuve a punto de decir adiós inconscientemente, sin pensar, pero por suerte me detuve antes de darle lo que él quería. Porque enseguida recordé que Harry era un chico y me hacia sentir nervios, cosa que no me pasaba desde... Bueno, que hacia mucho tiempo que no me pasaba.

Y sabía lo que suponía esa mezcla, por lo que tenía que ir con cuidado, escondiéndome tras la fachada que tanto me había esforzado por construir... Así que decidí ser una borde con él por última vez, ya que supuse que eso haría que se olvidara de mi, que supiera que era imposible ligar conmigo.

—Pues no, HarryWilson.

A él se le borró la sonrisita cuando le enseñé el dedo corazón y di media vuelta para irme definitivamente de ahí.

Cuando salí de la discoteca, mi humor no podía estar peor. Solo tenía ganas de pegarle una buena hostia al gilipollas de Harry y borrarle la sonrisa de golpe. Se me hacía imposible entender como aquel chico podía ser tan arrogante.

Empecé a andar por la calle desierta, debido a la hora que era: las 3:30 de la noche. La casa de mi tía abuela Madeline, dónde nos estábamos alojando Charlotte y yo estaba a la otra punta de la ciudad, así que no podía ir andando. Y, a esas horas, no había buses ni transportes públicos que pudieran llevarme hasta allí. Busqué taxis por si aun había alguno por ahí rondando. Nada. Ni uno. Ese día solo empeoraba, quería llegar a casa pronto y irme a dormir para despertarme en otro día que esperé que fuera mejor.

Pensé en llamar a mi hermano. El se quedaba en un hotel cono todo su equipo y alomejor aun estaba despierto. Cogí mi móvil, entre en llamadas y pulsé "mi brooo". Mis esperanzas decaían conforme iban pasando los segundos y él no contestaba al teléfono. Pero después del sexto tono,cuando yo ya estaba a punto de colgar, escuché la voz e mi hermano al otro lado de la línea.

—¿Juls? ¿Que... que hora es? —sonaba dormido y oí como se incorporaba para quedarse sentado encima de la cama.

—¡Ethan!— solté feliz de escuchar su voz y saber que estaba despierto. Ahora solo faltaba explicarle mi situación y pedirle ayuda. A ver, ¿como le pedía a alguien que estaba súper feliz durmiendo en un hotel que necesitaba que se levantara de la cama y viniera a la otra punta dela ciudad a cogerme y llevarme hasta casa de nuestra tía abuela? Decidí hacerle un poquito la pelota para tener menos posibilidades de que me enviara a la mierda— Sabes que eres el mejor hermano que tengo, bueno, ¿Qué digo? Eres directamente el mejor hermano del mundo y te quiero mucho. Eso lo sabes, ¿no?

—¿Qué quieres Juliette?— Oh, que me llamara Juliette no era buena señal, él prefería usar el apodo que me había puesto: Juls.

—¿yo? Nada, solo recordarte lo mucho que te quiero— solté una risita nerviosa.

—No me creo que me hayas llamado a las... 3:34 de la noche solo porque me quieres decir eso. ¿En qué lío te has metido? Suéltalo ya

—Vale, Ethan, necesito que vengas a recogerme para llevarme a casa de la tia.

Hubo un instante de silencio antes de que él volviera a hablar.

—¿Que? ¿No estás en casa de la tía ahora? ¿Dónde estás? A ver, explícamelo todo paso por paso, porque me he perdido.

TE ESPERO A LA VUELTA DE LA ESQUINAWhere stories live. Discover now