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Tenías la ligera sospecha de que tenías un acosador.
Lo más extraño de tus sospechas fue el hecho de que no sentías ningún tipo de peligro. Las historias típicas de acosadores siempre hablaban de sentimientos de ansiedad, de estar siempre vigilado y de paranoia general en tu día a día. Sentiste todo lo contrario, y tal vez fuiste tonto por eso.
Ciertamente no tenías idea de quién era el culpable, pero te conocían lo suficientemente bien como para dejar tus bocadillos favoritos en tu escritorio. Siempre te dejaban mensajes de ánimo e incluso llegaban a dejarte pequeños obsequios. "¿No te gustaría... contarle a alguien sobre esto?" Tengen te observó mientras sostenías una nueva pinza para el cabello, con una pequeña nota adjunta.
"¿Y qué les diría? ¿Algún extraño al azar me está dejando lindas notas y regalos? No veo ningún daño en esto. ¿Y a quién se lo contaría? Sonreíste mientras leías la pequeña nota, cada una siempre estaba firmada con "tu admirador secreto". Que cliché.
"Creo que todo esto es un poco extraño. ¿Cuánto tiempo ha estado pasando esto ahora?" Tengen todavía estaba inclinado sobre tu lado del cubículo, haciendo una burbuja lentamente con el chicle de menta que le habías ofrecido. "En primer lugar, usted es uno para hablar, señor 'Tengo tres esposas'. Y en segundo lugar, ya han pasado unos dos meses".
"¡Bien, discúlpeme! Solo estoy tratando de salvarte de que te asesinen o algo así. Pusiste los ojos en blanco cuando él se hundió detrás de la pared que separaba tus computadoras. "Si me estás preguntando..." te giraste en tu silla, al otro lado de la sala de profesores estaba sentada Giyu. "Creo que es el nuevo maestro".
El hombre en cuestión era el nuevo profesor de química, Iguro Obanai.
"¿El que siempre lleva una máscara? Pensé que era alérgico a las mujeres o alguna excusa estúpida". La cabeza de Tengen se asomó por la pequeña pared ahora. "¿Alérgico a las mujeres?" Casi te da un latigazo girando para mirar a Tengen tan rápido. "¿Eres denso?" El mismo Giyu parecía un poco sorprendido de que Tengen creyera tal cosa.
"¡¿Qué?! ¡Eso es lo que él dijo!" Empezó a soplar otra burbuja, cruzando los brazos mientras se reclinaba en su silla. "Sí, y probablemente te dijo que el sol también es normalmente púrpura". La burbuja explotó un segundo después "¡cómo lo supiste!" El sarcasmo goteaba de cada palabra. "De todos modos... realmente creo que es él".
Giyu estaba de pie ahora, portapapeles en mano. "Los veré a ustedes dos por aquí. Buena suerte, t/n." En cualquier momento, los otros profesores estarían entrando en el salón, incluido Obanai. "¿No tienes una clase que enseñar?" Sonreíste cuando Tengen se asomó lentamente por encima de la pequeña división. "No, les di un proyecto en el que trabajar, así que estoy libre por el resto del día. Solo estoy esperando a Makio, Suma y Hinatsuru".
"Oh, ¿entonces estarías dispuesto a quedarte conmigo un rato y probar la teoría de Giyu?" Pensaste que no estaría de más tratar de hacerte amigo del hombre, aunque estabas seguro de que no revelaría sus verdaderas intenciones. Si Giyu estaba en lo cierto, eso es. "¡Por supuesto! No me extraña que vayas y hagas el ridículo.
