Capitulo 1

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-Roseanne, no creo que sea una buena idea que vayamos a un lugar así. -Dijo Lisa con pánico mientras veía a su mejor amiga conducir por una de las calles más exclusivas de Seúl. - Además, te recuerdo que soy una mujer casada.

- Por favor Lalisa, no me hagas reír. - Respondió Rosé mientras seguía conduciendo y cruzaba por una calle que parecía ser un tanto solitaria y que sería oscura de no ser por los distintos letreros neón que brillaban en las afueras de los distintos clubes. -Tu matrimonio con Miyeon es inclusive más insípido que ese estofado que intentaste cocinar más de una vez cuando vivíamos juntas. Además, soy tu mejor amiga y aparte de preocuparme por tu vida sexual, me preocupo por tu bienestar.

-Rosé, eres mi asesora de imagen. - Le recordó Lisa.

- Y precisamente por eso te traigo aquí, no hay persona más feliz y radiante que una persona que tuvo una buena sesión de sexo.

Lisa bufó ignorando todos los comentarios y chistes de su sexópata y mujeriega amiga.

Había conocido a Roseanne Park en su primer año de secundaria; cuando una joven y menuda Rosé recién había llegado de Australia.

Hicieron click desde el primer instante, creando así un hermoso y duradero vinculo que se fortaleció con el pasar de los años, compartiendo casi una vida juntas, como si fueran gemelas de diferentes madres.

Solo tenían un problema; Rosé no soportaba ver lo infeliz que era su amiga en eso que llamaba "matrimonio". Pues, ella desde un principio consideró que la decisión de Lisa de casarse a sus cortos veintiún años con aquella chica estirada que era hija de un socio de su padre, no era más que un circo barato que llevó a su amiga a la infelicidad total.

Todo empezó por una joven Lisa deslumbrada por la princesa de la familia Cho, continuando con una joven Lisa teniendo una "perfecta relación" con la princesa de la familia Cho, luego con una aún más joven Lisa embarazando accidentalmente a la joven princesa de la familia Cho, terminando con una adulta y cansada Lisa con dos hijos y en un infeliz matrimonio con Cho Miyeon.

- Hey, Lice. - La llamó Rosé interrumpiendo sus pensamientos. - Ya llegamos, debemos bajar.

Lisa suspiró y desabrochó el cinturón para bajar del auto junto con su rubia amiga.

Observó el elegante letrero que a diferencia de los otros que se encontraban en el lugar, no estaba acaparado por luces neón; en su lugar, estaba decorado con distintos focos de luz amarilla, que le daban un aspecto a un letrero al estilo las vegas.

"Unholy" era el nombre que resaltaba en ese elegante letrero que llamó su atención apenas bajó del deportivo de su amiga.

-Rosé, de verdad no sé dónde te vas a esconder si por tu maldita culpa salgo en todas las tapas de los periódicos entrando en un prostíbulo de mala muerte acompañada por la que se supone debe cuidar mi imagen pública. - Susurró Lisa mientras caminaban a la entrada del lugar que se encontraba custodiada por dos enormes guardias.

Rosé no dudo en darle un fuerte golpe en el brazo para que cerrara la boca antes de que alguien más la escuchará.

-Esto no es una pocilga tal como lo crees. -Aclaró la australiana, reprendiendo con la mirada a su pelinegra amiga. -Si lo fuera no necesitaría esto para entrar. - Sonrió mientras movía lo que parecía ser una tarjeta roja con letras doradas.

Lisa giró los ojos mientras veía cómo Rosé se encargaba de hablar con los guardias y mostrar su tarjeta para que la dejaran entrar junto con ella.

-Me parece increíble que pagues algún tipo de suscripción para venir a un prostíbulo solo a ver mujeres desnudas, ¿Cuánto pagas?, ¿Un millón de wons mensuales solo para sentarte a ver mujeres? - Cuestionó Lisa mientras entraban al lugar, siendo sorprendida por las distintas luces de colores que iluminaban el lugar entre la oscuridad.

-De hecho, son unos dos millones de wons al mes. -Soltó la rubia como si nada sorprendiendo a Lisa, que la miraba con la boca y los ojos muy abiertos. -Por favor, créeme que vale la pena, es como ser algo mejor que un cliente VIP, tengo más privilegios.

-¿Qué tipo de privilegios? ¿Te dejan invitarlas un café o algo similar? - Bromeó la tailandesa mientras inspeccionaba el lugar disimuladamente. Dándose cuenta de dos cosas en ese momento.

La primera, el lugar no parecía ser de mala muerte como pensaba. Al contrario, parecía lujoso y exclusivo gracias a los largos muebles que eran ocupados tanto por hombres como por mujeres, acompañados por otros hombres y mujeres sentados sobre sus regazos. Sumándole a ello que el rojo, negro y dorado parecían predominar en la decoración, al punto que los distintos tubos de poledance ubicados en pequeños escenarios eran dorados, resaltando sobre los pequeños escenarios negros con pequeñas luces rojas.

La segunda, los que al parecer eran los clientes eran personas que parecían gozar de una buena posición económica, al igual que ella y Rosé; pues, si su amiga pagaba dos millones de wons por esa dichosa membresía, suponía que el resto hacia lo mismo, o incluso pagaban más.

Por ejemplo, aquel hombre que se encontraba en un no tan oscuro rincón siendo besado por otro hombre de cabello teñido en un color platinado, mientras que otro hombre se encontraba arrodillado entre sus piernas haciéndole lo que parecía ser una felación. Ese hombre debía pagar lo mismo, o tal vez un poco más de dos millones de wons por un servicio de esa magnitud.

- En realidad, creo que ya te diste cuenta con solo mirarlo. - Le respondió Rosé mientras caminaban hacia la barra. - De verdad Lice, trata de relajarte un poco. Sé que tu matrimonio con la arpía no está en su mejor momento, y que por más que lo intentes ella no parece tener interés en cooperar para salvar su dichoso matrimonio. - Dijo tomando asiento en una de las cómodas butacas que estaban frente a la barra.

Lisa suspiró y apretó los labios mientras acomodaba aflojaba un poco su corbata.

- La verdad, no sé por qué sigo intentándolo. - Confesó. - Supongo que es por los niños, Niki y Yejin merecen, no lo sé, ¿Que sus madres sigan casadas hasta que sean un poco más grandes?, Yejin apenas tiene seis años, Rosie.

-¡No serían los primeros ni los últimos niños con padres divorciados, por Dios! - Exclamó Rosé. - Además, ya sé qu-

- Buenas noches, chicas. - Interrumpió una suave voz por encima de la música de ambiente que resonaba en el lugar. - ¿Les ofrezco algo de beber? - Una amable sonrisa acompañó la pregunta de la pelirroja chica que era la encargada de atender la barra.

- Dos bourbon, por favor. - Respondió Lisa dándole una sonrisa igual de amable a la trabajadora que respondió con un asentimiento de cabeza y se dio la vuelta para empezar a preparar el pedido. - Roseanne, de verdad no es necesario que sigas insistiendo con que me divorcie de Miyeon, yo lo haré cuando lo crea conveniente para nosotras y para los niños.

Rosé suspiró y desvió la mirada hacia otro lado, sabía que hablar de ese tema con Lisa era como hablar con una pared.

-Aquí tienen, dos bourbon. - Habló la bartender dejando dos vasos con hielo y con el líquido pedido. - ¿Se les ofrece algo más? -Cuestionó la chica esbozando una encantadora sonrisa.

-De hecho sí -Respondió Rosé - ¿Sabes si se encuentra Bunny?

Lisa la miró con sorpresa.

- Sí, creo que está disponible en estos momentos. - respondió la joven. - Puedes ir a ver si gustas. Si conoces el camino, claro.

- Sí, lo sé. - Respondió Rosé, para luego acabar su vaso de bourbon en un trago. - Bueno, aquí se separan nuestros caminos, mi querida y casi virgen hermana. - Dijo dándole varios golpes en el hombro a Lisa que tomaba su vaso de licor mientras negaba con la cabeza.

- Espero una buena explicación luego, Roseanne. - Advirtió Lisa observando cómo su mejor amiga arreglaba su cabello a la vez que se levantaba del taburete. - Te diría que uses protección, pero no creo que tus dedos sean capaces de embarazar a alguien, así que solo te deseo suerte. -Sonrió hacia su amiga.

- Yo igual a ti, diviértete y recuerda que tú si debes usar protección. - La advirtió señalándola con el dedo antes de darse la vuelta e irse casi trotando hacia unas escaleras que subió sin problemas dejando a Lisa sola con sus pensamientos.

Los minutos pasaron y luego las horas, Lisa no sabía si iba por su cuarto o quinto vaso de borbon cuando las luces bajaron, casi haciendo que las únicas fuentes de luz fueran las velas que se encontraban en los centros de mesa y los focos ubicados en los bordes del escenario principal, que también era iluminado en su centro por un gran reflector, haciéndolo el centro de atención.

Lisa dirigió su atención a la pelirroja bartender que limpiaba un vaso con la vista fija en el escenario principal, entonces le preguntó: - ¿Viene una especie de presentación especial, o una cantante?

La trabajadora la miró con extrañeza y agitó la cabeza con negación antes de hablar: - Primera vez aquí, ¿no? - Lisa asintió ganándose una pequeña risa de la pelirroja. - Bienvenida, entonces. Y respondiendo tu pregunta, no es una cantante o una presentación especial. - Aclaró. - Jane es el evento principal en este club.

Lisa giró en el taburete para tener una mejor vista del escenario y escuchó como alguien anunciaba por medio de un parlante "la presentación de la noche que todos esperaban", nombrando a una tal Jane, causando la euforia del público en general, quienes empezaron a gritar y corear el nombre de la -hasta ahora- desconocida mujer.

La tailandesa miró con atención al escenario, observando cómo una mujer se apoderaba del centro del escenario, haciendo que no solo el reflector apuntara a ella, sino que también lo hicieran todas las miradas de los ahí presentes, incluyendo la de Lisa.

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hey, besties. espero estén bien y que les guste la historia.

la verdad tenía mucho rato sin escribir algo original, o sentirme motivada con una historia como con esta, así que espero que la apoyen, bola de homosexuales reprimidos.

UNHOLY | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora