Acosándola | Ross Lynch

Mensaje 10.

Idiota.

Cerré los ojos extasiada. No sabía muy bien como termine aquí, en la cama de Ross.

Me aferré a su espalda. Y lance un gemido, alce las caderas haciendo que Ross gimiera y volviera a besar mis labios.

Gemí.

*FlashBack*

Di una carcajada completamente falsa.

-Yo no me ruborizo.

Dije cruzándome de brazo. Ross rió e hizo que me pusiera encima de él.

-Lindos Shorts

Comento observando mis pequeños shorts a la misma vez que tocaba mis muslos.

Evité sonrojarme pero no pude. Y finalmente opte por taparme el rostro como pude.

-Baah, sonrojada eres más hermosa.

Sonreí aún algo ruborizada.
Mire a Ross fijamente... nunca me había dado cuenta lo lindo que era.

Era simplemente precioso.
Acaricie su nuca suavemente.

Ross me abrazo de la cintura haciendo que me pegue aún más a el.

Sus manos estaban ya en mi trasero. Gemí bajito.

-Te quiero.- Susurró en mi oido.- En verdad te quiero nena.

*Fin del FlashBack*

Solté un suspiro. Ross movía muy bien las caderas. Ya no sentía ni un poco de dolor.

-Mierda... nena...
Gimió desgarradoramente en mi oído. Luego de unos segundos sentí una especie de líquido tibió dentro de mi.

Gemí.
Seguramente semen.

Alcé las caderas una vez más. Ross comenzó a embestir más rápido. Haciendo que sintiera algo en la parte baja de mi abdomen.

El orgasmo estaba cerca.
Clavé mis uñas en la espalda de Ross y sin poder aguantarlo solté un grito enorme mientras me corría cubriendo la polla de Ross con mis líquidos.

*

Ross volvió a abrazarme.
Yo también lo abrace. Me encantaba hacerlo.

Fruncí el ceño al sentir algo mojado en mi hombro. ¿Qué?

Me separe un poco de Ross. Tome su rostro entre mis manos.

Eran lágrimas, estaba llorando.

-¿Que te pasa?
Susurre tiernamente. Ross volvió a abrazarme aún más fuerte.

-¿Qué sucede Ross?
Volví a preguntar acariciando su espalda. Ross beso mi cuello.

-Te... tengo que decirte algo.- Se separó de mi para poder mirarme a los ojos.- Pero no se sí podrás perdonarme.

Lo mire confundida.
Limpie las lágrimas que aún caían de sus mejillas.

-Dimelo.- Besé sus labios.- Dimelo Ross.

No podría ser tan malo ¿Oh si?
Cubrí mi cuerpo aún más con las sabanas.

-¿Me prometes que no te enfadarás?

Acaricie su cabello.

-De acuerdo.

Ross me miro a los ojos.

-Yo... eh... ¿Recuerdas los textos que te enviaban acosandote?

Asentí extrañada.

-__________... Ese anónimo... era... era yo...

Susurró.

Abrí los ojos como platos y me separe al instante de él.
Todo este tiempo.. era él..
Joseph tenía razón al igual que Adriana

Cerré los ojos haciendo que unas lágrimas cayeran de mis ojos.

¿Acaso le había hecho algo malo para que el haga eso conmigo?

Me levanté al instante de su cama con algo de vergüenza y empece a vestirme rápidamente.

-_________...
Susurro apenado.

-_________ por favor.- Se paró y me tomo en la muñeca.

-¡No me toques!.- grité.- ¡No quiero que vuelvas a hacerlo!

Salí de su habitación y baje las escaleras rápidamente Abrí la puerta de su casa y salí corriendo.

Maldicion.. había dejado mi camioneta en mi casa.

Un sollozo se escapó de mis labios.

-_________.

Me voltee. Ross estaba detrás de mí con los ojos aguados otra vez.

Estoy segura que yo estaba peor que él.

-Déjame explicsrte.

Fui hasta el y le sí una bofetada

-¡No me hables!.- Volví a gritar.- No me toques, no te acerques a mí...

-No... __________ porfAvor...

Volví a darle otra bofetada

-No vuelvas a hablarme o juro que te denunciare maldito idiota.- Gruñí.- No vuelvas a acercarte a mí, sabes que es lo mejor para los dos... No quiero volver a verte jamás Ross... ¡Jamás!

Volví a gritarle hecha un mar de lágrimas.