Mensaje 02.

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Te Están Acosando


-Te están acosando.

Miré a Caroline quien pintaba sus uñas de un color ligeramente rosa.

Voltee mi mirada a mi teléfono, lo apreté al recibir un nuevo mensaje de aquel número desconocido.

-Quisiera hacerte mía, preciosa.- Susurré leyendo el mensaje. Apagué rápidamente mi teléfono y lo deje encima de mi mesita de luz.- No me están acosando... solo... es un número desconocido que me envía mensajes queriendo que yo le responda.

Caroline puso los ojos en blanco.

Llevo un mechón de su cabello rubio detrás de su oreja. 

-Piensa lo que quieras nena, pero ten mucho cuidado, no sabes quien puede ser esa persona. 

Tragué saliva sonorablemente y asentí.

Mis manos comenzaron a temblar al notar que recibí un nuevo mensaje de aquel misterioso número.

¿Quién diablos podía ser ese número?

Hay un 99% de que aquel "acosador" sea Joseph West.

El chico más popular de la Universidad, el año anterior me pregunto si quería ser su novia, pero le dije que no... Y bueno... eso pareció molestarle mucho. ¿Será el?

"No estés nerviosa, linda... ¿Sabés que te ves muy bien con esa remera? Realza tus pechos".- Hace 2 minutos

"Sos una nenita, tenés miedo a hablar conmigo y tu habitación es completamente rosa, ¿verdad?".- Recién.

Fruncí el ceño.

¡Oh, Dios Mio!

¿Acaso me estaba viendo?

Sin pensarlo dos veces cerré las dos ventanas y las percianas color rosa.

Cerré la puerta de mi habitación con llave.

Caroline me miró extrañada.

-¿Pasa algo?

Tiré mi iPhone hacía ella, ella lo agarro rápidamente y leyó los mensajes. Me miró con los ojos abiertos como platos.

-¡Sabe de que color es mi habitación! Yo nunca traigo hombres aquí por mis padres... Están espiándome, Caroline.

Dije con miedo.

Caroline se sentó a la orilla de mi cama, al igual que yo.

-¿Quién crees que sea?

Negué con mi cabeza.

Mis manos temblaban ligeramente.

Estaba realmente nerviosa.

-Tal... tal vez Joseph... no lo se...

Caroline suspiró profundamente.

-¿Y si pones una denuncia?.- La miré.- Es mejor ___________, ¿Y si llega a violarte? ¿Oh a robar algo tuyo? Es lo mejor, pon una denuncia.

Negué con mi cabeza y me recosté en mi cama.

-Los policías no le tomaran importancia a lo que digamos, tenemos 16 años, y mis padres no lo pueden saber, me quitarían mi teléfono y eso es lo que menos quiero...

Suspiré ondamente.

Cerré mis ojos.

-¿Vamos por un café?.- Preguntó Caro, la miré sin comprender.- Un frapuccino de fresa siempre te anima... ¿Oh no?

Reí y me levante de mi cama.

+++

-¿Señorita? ¿Señorita?

-Será mejor que despiertes si no quieres que te den un castigo de dos horas.

Bostecé antes de levantar mi cabeza.

Absolutamente todos me miraban.

Joder... me volví a dormir...

¡Es imposible no dormirse en las clases de matemáticas!

-¿Podría explicar el tema?

Miré a Caroline quien frunció sus hombros mientras negaba con su cabeza, no sabía que hacer.

-Eh... maestro...

No sabia ni que decir. No había podido dormir gracias a ese estúpido anónimo y sus mensajes.

-Que no se vuelva a repetir o quedará suspendida.

Asentí lentamente mirando los lentes del maestro.

El maestro camino hasta el escritorio y se sentó en su silla.

-Bueno, harán un trabajo de grupo, pero esta vez yo elegiré, ya que hay muchos que saben y otros que no.- Me miró, me ruboricé al instante.- Así que yo me encargaré de eso, tendrán que hacer una presentación para el viernes del tema explicado.

Abrió uno de sus cajones y saco una lista.

Crucé los dedos.

-Por favor que no me toque con alguien tonto y aburrido...

Rogué en voz baja, Caroline rió por mi comentario.

-Caroline Johnson con Ed Nicholls.- Suspiró y siguió nombrando...

Por favor no, por favor no...

Rogué.

-__________ Levine con Ross Lynch

Cerré mis ojos, apoyé mi espalda en el espaldar de la silla y suspiré estresada.

Maldito maestro.

Gruñí en mi mente.

¡Como odio las matemáticas, como odio al maestro, odio al mundo!

-Suerte con Rossy Bossy.

Le saqué el dedo medio a Caroline antes de que se fue. Ella solo rió he hizo la misma acción que yo.

Voltee para ver a Ross. Quien estaba mirándome, al parecer tratando de acercarse.

-¡Adriana!

Exclamé sonriendo, tratando de ignorar a Ross que ya estaba al lado mío.

-Hola chicos.- Nos saludo a los dos sonriendo, le hice una mueca tratando de decirle "ignóralo".- Oh... eh... ¿Irás a Sugar (No se me ocurrió otro nombre) esta noche? Oí que irán los chicos más sexys de la U.

Asentí rápidamente.

-No me lo perdería por nada.

Sonreí.

Adriana era una de mis mejores amigas, me apoya en todo, y es muy buena persona. Y también tiene unos preciosos ojos color verde avellanados, envidio sus ojos, tal vez ella pueda ayudarme a descubrir al anónimo...

-¿Nos vamos, linda?

Adriana sonrió y asintió.

-Nos vemos luego __________.

Dijo para luego irse con el cerdo de Joseph...

Arg...

-Hola.

Me saludo Ross forzando una sonrisa.

-Hola Lynch.

Lo salude secamente, saqué mi teléfono y entré directamente a WhatsApp, Ross solo me miraba atentamente.

Entré al chat de aquel extraño número.

-¿Tenés idea de quien es este maldito bastardo?

Le pregunté a Ross alzando una ceja.

Note que se sonrojo.

-Este... no... no se... quien podrá ser... eh... ¿Nos vemos en la cafetería?.- Fruncí el ceño.- Te... tengo que ir a clases... nos vemos luego.

Dijo y salió corriendo del salón dejándome completamente confundida.

¿Acaso Ross es el jodido anónimo?

Acosándola | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora