Acosándola | Ross Lynch

Mensaje 08.

¿Qué mierda te pasa? - Maratón.

Solo podía pensar en dos cosas: En que yo era virgen y en que estaba enferma.

No podía perder mi virginidad así... Y no con Ross... me gusta pero no de esa forma, aunque al parecer yo le gusto a él.

De un momento a otro me separé de todo el contacto que teníamos. Observé sus pantalones adornados por una notoria erección.

-Esto no esta bien.- Dije lo más tranquila que pude.- No podemos hacer esto Ross...

Susurré algo nerviosa.

Me senté a su lado.

Ross me observó extrañado.

-¿Por que no podés hacerlo?

Lo miré.

De repente ya no sentía dolor de cabeza, solo me dolían un poco las piernas.

Apoyé mis codos en mis rodillas.

-Porque no puedo Ross... no nos conocemos lo suficiente para que me entregue a ti...

Volví a susurrar realmente avergonzada.

Ross rió.

-Te quiero, ¿No es suficiente para que me des una noche?

Sin pensarlo dos veces le di una bofetada en la mejilla derecha.

¿Solo una noche?

¿Eso significaba yo para el?

¿¡Solo una maldita noche!?

-¿Qué diablos te pasa?

Dijo sobándose la mejilla en la que le había golpeado.

-¿¡Solo soy una noche para ti!? ¿¡Nada más!?

-No quise decirlo así... yo...

-¡Todos los hombres piensan en sexo!.- Golpee su pecho.- No les importa lo que nosotras sintamos, solo juegan con nosotras.

Una lágrima corrió por mi mejilla.

-No significas solo una noche para mí... joder... __________ en verdad yo te quiero.

Negué con mi cabeza.

-Tu quieres sexo que es muy diferente a querer a una persona.

Iba a decir algo más pero Ross me cayó con mi beso.

Un tierno y apasionado beso.