Capítulo 4 - ¿Qué eres?.

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Jade tenía delante de ella a una señora de máximo cuarenta años, de cabello oscuro y rizado a la altura de sus hombros.

- Buenas noches señora Heyler. Dijo Jade con timidez.
- Buenas noches. Respondió con dudas la señora.
- Mamá hablemos adentro, ya está haciendo frío. Dijo Mía con una sonrisa.

Su madre accedió.

Mientras caminaban hacia la sala Mía no se despegaba de su amiga.
- Por nada del mundo le des la mano a mi padre. Le susurró Mía a la humana.
Jade sólo asintió.
- ¿Pero qué tenemos aquí?¿Cómo te llamas cariño?. Dijo el padre de Mía mientras le extendía la mano.

Rápidamente Mía se interpuso entre su padre y su amiga.

- Papá, la asustas. Dijo Mía tratando de ocultar la verdad. - Ella es Jade Mullet, es nueva en la ciudad y sus padres están de-. Mía fue interrumpida por su madre.
- Cariño deja que Jade hable.
- ¿Dónde estan tus padres pequeña?. Insistió el padre de Mía.
- Están en un crucero en... . Jade miraba a Mía en busca de pistas del extraño lugar donde se supone que estaban sus padres.
- ¿En dónde?. El padre de Mía tenía mucha curiosidad.
- En absconditus, solemos viajar mucho pero como las clases universitarias comenzarán pronto decidí quedarme aquí. Dijo Jade con una sonrisa forzada.
- Ya veo... Cualquier amiga de Mía es bienvenida aquí. Dijo finalmente su padre con una sonrisa.
- Y llegas en un buen momento, la cena está lista, Mía ayúdame con los platos.

Mía echo un último vistazo a Jade y fue a la cocina con su madre.

- Debe ser duro para ti estar aquí sola. Comenzó la charla el padre de Mía.
- No tanto, tengo a Mía y a Tresha.
- También conoces a Tresha, increíble.
- Sí, son muy buenas amigas.
- A Mía siempre le ha costado hacer amigos, me alegra saber que ya no es así.
Jade sólo sonrió.
- Ni una palabra de esto a Mía, ¿De acuerdo?.
- Claro.
- Bien, ¿Me puedes pasar mis lentes? los dejé en aquella repisa.

Jade avanzó hacia la repisa que señalaba y tomó los lentes.

- Aquí están. Dijo para dárselos pero sin darse cuenta su mano rozó con la del padre de Mía.

Jade quedó cegada por una fuerte luz. Poco a poco fue abriendo sus ojos, todo a su alrededor estaba completamente oscuro.

- ¿Hola?. Preguntó Jade.

Su eco se escuchó como respuesta.

"Ésto no puede ser un sueño." Se dijo a si misma.

A diferencia de sus sueños anteriores en este solo había oscuridad y soledad.

- ¿Jade?. Escuchó la voz de Mía.

La luz cegadora apareció de nuevo y cuando abrió sus ojos estaba nuevamente en la casa de Mía.

- ¿Estas bien Jade?. Volvió a preguntar Mía.
- Sí, no es nada. Dijo para seguir a Mía al comedor.
- Espero que te guste la comida de mi esposa. Dijo el padre de Mía con una sonrisa.

Jade sonrió y tomó asiento junto a Mía. Delante de ella tenía mucha comida, comida que nunca había visto.

- ¿Estamos celebrando algo especial?. Preguntó Mía.
- ¿Por qué preguntas cariño?. Dijo su madre.
- Vaciaste toda la nevera.
- Tenemos una invitada, quiero que se sienta bienvenida.
- Le diste la mano a mi padre. Le preguntó Mía en un susurro a la humana.
- No... algo así, no se.

Mía exhaló.

- Vamos, no seas tímida, come. La alentó el padre de Mía.

Jade tomó un poco de ensalada de un plato, era lo único similar a la comida humana.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2023 ⏰

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