Capítulo 2 - Catadores de estudiantes

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Jade tomó los lentes y se los puso.

— Soy Jade Mullet... Humana.

La de cabello corto miró detrás de sus nuevas amigas encontrando varias de sus cosas ahí y por extraño que suene varias copias de Mía tomando las cosas y clasificandolas en estantes.

— ¿Esa es mi guitarra?. Preguntó Jade mientras se abría paso y le arrebata la guitarra a la copia de Mía haciendo que desaparezca.
— Sí... Solo... Tomamos algunas cosas prestadas. Se excusó Mía.
— ¿Algunas? Tienen demasiadas de mis cosas. Dijo para arrebatarle su paraguas a otra copia.
— Las íbamos a devolver después de la feria. Apoyó Tresha.
— ¿Qué son esas cosas?. Preguntó Jade mientras le arrebata un lápiz a otra copia.
— Son mis ilusiones, te lo dije, soy bruja aspirante al aquelarre de ilusiones.
— Sí, me lo dijiste pero te recuerdo que no soy de este mundo.
— Mmm... Para ponerlo más sencillo... Mía pude hacer diversas ilusiones, unas más reales que otras, es bruja nivel 2 mientras que yo puedo controlar a las plantas y realizar pequeñas curaciones, soy bruja nivel 3.
— Creo que lo entiendo pero igual no pueden entrar a las casas a robar. Las regañó Jade.
— ¡Que no es robar!. Le respondió la rubia.
— Es tu culpa humana, debiste ayudarme con mi proyecto para la feria.
— Es una pésima excusa.
— Bien hagamos un trato. Propuso finalmente Mía.
— Tienes mi atención. Dijo Jade mientras se sentaba al borde de la cama.
— Humana, necesito que ayudes a ganar el primer puesto en la feria pre universitaria y a cambio yo... Yo... .
— Me enseñarás magia. Completó Jade.
— No se si tu especie pueda hacer magia. Dijo Tresha mientras peñiscaba el brazo de Jade.
— No somos tan diferentes. Dijo la de cabello corto.
— No puedo asegurarte mucho pero podemos intentarlo sin embargo no te podrás ir hasta que gane ese primer puesto. Dijo Mía.
— ¿Cuándo es la feria?.
— Final de mes. Dijo la de cabello café.
— Lo tomo, pero primero necesito un poco de tiempo, debo... Arreglar unas cosas en casa. Dijo Jade después de pensarlo.
— Bien, te acompañamos. Dijo Tresha.

Jade accedió.

Por primera vez la de cabello corto pudo ver el misterioso portal el cual conectaba su mundo con este tan extraordinario. Aunque esperaba algo más extravagante para su sorpresa el mítico portal no era más que un montón de cables conectados a extraños objetos que transmitían una energía y generaba un portal circular.

— Y... ¿Me estas diciendo que esto es seguro?. Preguntó con duda Jade.
— Sí, yo misma lo construí. Dijo orgullosa Mía.
— Ya hemos cruzado varias veces y estamos bien. Apoyó Tresha.

Jade asintió.

Las tres chicas volvieron a cruzar el portal y nuevamente estaban en el clóset de limpieza de la más baja, al juzgar por la luz de las ventanas eran poco más de las once de la mañana.

El trío de chicas camino en silencio hacia la habitación de Jade.

— ¿Por qué regresamos?. Preguntó rápidamente Mía.
— No puedo desaparecer por un mes sin alguna excusa.
— ¿Y cual es tu plan?. Preguntó Tresha.
— Mía hará esa cosa que sabe hacer. Dijo alegre Jade.
— ¿Ilusiones?. Preguntó Mía ofendida.
— ¡Sí! Ambas serán reclutadoras para un curso pre universitario, dirán que durará un mes así podré desaparecer de aquí y ayudarte con tu proyecto.
— ¡Me parece una genial idea!. Dijo Mía.
— Tenemos un pequeño problema, no sabemos nada acerca de los humanos. Dijo Tresha.
— Te equivocas, he leído mucho de los humanos, tu solo sígueme. Dijo confiada Mía.
— Bien, mi mamá no tardará en regresar a casa solo deben esperar afuera hasta que llegue y tocar la puerta, yo les abriré y comenzarán a actuar, dirán que son reclutadoras de una importante universidad y que quieren que asista a su curso pre universitario.

Las dos brujas asintieron.

Ya estaba todo listo, Jade había escondido a Mía y a Tresha en los arbustos de la entrada.

Manual de una hechicera Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu