Evangelina. (Corrigiendo) ©

Capitulo 02.

Capítulo 02 

¿Qué podría salir mal en tu vida cuando se supone que todo marcha bien ya en ella? Es una pregunta que jamás debemos hacernos por qué es todo lo contrario

Cuando se supone que algo bueno debe de pasar pasa algo malo muy malo

Tres horas han pasado donde se supone que mi esposo ya estaría en casa, tres horas en las que sigo esperando a por él con una copa de vino en mi mano sentada con la mirada fija en la puerta principal de casa como una completa idiota ¿Dónde se supone que está? Ya debería de estar aquí conmigo celebrando que seremos padres.

Tres horas desde que su mensaje llegó diciéndome que estaría pronto en casa y que tenía algo importante que decirme, podía notar la urgencia en sus letras y podía decir que la alegría también ¿Qué podía ser tan importante? No lo sabía, al menos no por ahora. ¿Qué habrá sucedido? Seguramente su tardanza tiene que ver con el trabajo como siempre.

Tres malditas horas desde que la comida se enfrió y mis ganas por decirle que será papá han disminuido ¿Dónde estás Masael? Acarició con la llema de mis dedos mi sien tratando de rebajar aún que sea un poco el dolor de cabeza que empiezo a sentir, no debería de seguir aquí de tonta esperando por alguien que está claro no vendrá tampoco está noche, fui una ilusa al pensar que el vendría a casa cenaremos como un par de enamorados entre charlas y risas mientras me cuenta cómo fue su día y se alegraba por ser padre

¿En qué carajos estaba pensando? Empezaba a creer que las palabras de mi familia eran la completa verdad de lo que ha sido mi vida todo este tiempo y justo hasta ahora es que me doy cuenta que nada es como realmente creo que es.

—¿Por qué incluso cuando quiero decirte algo importante tu nunca apareces? — mis ojos se tornan acuosos y el sentimiento de no ser suficiente me invade como hace años atrás.

¿Qué fue lo que hice mal en esta vida para obtener esto? Mis ojos se cristalizan ante los pensamientos destructivos que invaden mi mente ¿Acaso no puedo tener nada bonito en mi vida,ni siquiera un momento? ¿No soy digna de la felicidad? Por que cuando creo tenerla esta me es arrebatada primero «El» ahora Masael ya no se ni que pensar,

El timbre llama mi atención elevando mis esperanzas, de seguro es el y como siempre perdió sus llaves quien sabe a donde. Así que me levanto con una pequeña sonrisa en mi rostro alejando las ganas de echarme a llorar mientras como helado camino; alisando mi vestido caminó hacia la entrada, toda sonrisa y rastro de felicidad y esperanza se derrumban al momento de ver al abogado de la familia de mi esposo frente a mi con unos papeles en manos y una sutil mueca de incomodidad en su rostro al ver detrás de mí

La mesa aún está intacta, como hace tres horas y media atrás. Debo de verme patética esperando por un hombre que está más que claro ahora que jamás llegará.

—Señorita Andrade — saludo indeciso— Buenas noches.

¿Por qué carajos me llama por mi apellido de soltera? Cuando se supone debe de referirse a mi como lo que soy la señora Western.

Esto cada vez me gusta menos

Aún que después de todo eso es lo que una Andrade y eso siempre le causará fastidio a muchas personas, por no tener lo que yo tengo. Gracias a muchos esfuerzos de mi parte.

— Señor O'connor — sonrió nerviosa ante el hecho anterior no quería pensar en lo que eso puede significar — ¿Le puedo ayudar en algo? Masael no se encuentra en estos momentos — digo lo obvio como una idiota aún conservando la sonrisa en mi rostro

— Lo sé – ladea la cabeza hacia un lado mirando fijamente mi rostro — A quien busco en realidad es a usted

Mis nervios se intensifican ante eso ¿Para qué me querría él cuando está más que claro que no trabaja para mí y que no necesito de sus recursos?