💌| 15.

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María José.

Con cada minuto que avanza siento que mi condena está más cerca.

Falta poco para que me den de alta y el temor de volver con mis padres incrementa, a la misma vez que mis esperanzas de liberarme de ellos disminuye.

El encierro aquí me marea. Corta mi oxígeno y aturde mis músculos. Sé que voy a salir pronto de aquí pero al no tener noticias de Calle siento ahogarme con cada movimiento que realiza el minutero.

No he querido hablar con mis padres, le he pedido a la doctora que no los deje pasar, que les diga que estoy indispuesta aunque no sea verdad y es que el terror que siento tan solo de pensar en verlos es más fuerte que yo, sobretodo porque sé que si converso con ellos terminaré arrepintiéndome de querer ir con Calle.

Me siento débil mental y físicamente, lo que significa que no tengo ni energias para poder refutar ante sus palabras, que buscarian hacerme cambiar de opinión, sé que ahora soy un blanco fácil de manipular y eso es lo que odio más. Saber que me he convertido en el eslabón débil.

No he dormido tampoco, al menos no por que mi mente así lo requiera. Siempre es con ayuda de pastillas y temo haberme vuelto dependiente de ellas, al ser éstas, el único lugar seguro que encuentro para escapar de las pesadillas que me persiguen cuandono estoy medicada.

Las imágenes en mi mente se reproducen cuando he intentado dormir sin ayuda de las pastillas, los golpes se sienten reales y las heridas parecen reavivar con cada imagen. El dolor parece revivir tanto dentro y fuera de mi cuerpo.

-Calle esta aquí -La doctora Anne ingresa a mi habitación, tiene la misma expresión seria de siempre pero esta vez es acompañada por una ligera sonrisa.‐ Eres muy importante para esa ella al parecer. Y probablemente a veces te sientas sola pero recuerda que tienes personas que te quieren.

Sus palabras flotan hacia mí logrando encajar en mi pecho, dándome una sensación confortable. La miro esbozando una sonrisa, tratando de mostrarle mi agradecimiento por su noble gesto.

-Las dejaré solas para que hablen.

La doctora se retira de la habitación y luego de unos cuantos segundos, Calle ingresa y a diferencia de nuestro encuentro anterior, ella corre hacia mí y me rodea en un abrazo tan reconfortante y cálido que siento logra calmar mi dolor.

--Te tengo buenas noticias-dice entusiasmada. Sus ojos negros tienen un brillo particular que refleja la felicidad que tiene en estos momentos.- No tendrás que volver con tus padres.

Sus palabras impactan contra mí dejándome sorprendida cuando las capto bien. No sé cómo sentirme al respecto pues todas mis emociones están mezcladas, ¿debo sentirme feliz? ¿Triste? ¿Soy mala hija por querer alejarme de ellos?

-¿A qué te refieres? -Es lo único que logro decir aunque sé bien a qué se refiere.

Ella me mira esbozando una sonrisa mientras entrecierra sus ojos para observarme, sus labios curvados y sus ojos negros adoptando aquella postura se me hace demasiado tierno en ella.

-Hay alguien que vino conmigo y está dispuesta a ayudarte. Está viendo tu caso y solo necesita tu denuncia formal... Se encuentra afuera, puedo llamarla para que te explique. Ya sabes, lo mío no es la jerga de abogados.

-Porque no eres abogada. -Acaricio la comisura de sus labios yasiento, dándole el permiso para que la persona que vino con ella entre a la habitación.

Una mujer de cabello negro y flequillo, mirada igual de penetrante que Calle y expresión cálida ingresa a mi habitación.
Viene vestida muy formal, con blusa y falda y unos lentes de montura blanca que resaltan sus grandes ojos negros.

Winter Solstice | Adaptación Caché | TerminadaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora