Capítulo 5

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CUENTOS DE TERROR


—¡Salta hijo! Qué broma más macabra ¡basta! Esto no es divertido —advierte Terry furioso.

—Esto no es un espectáculo Terry, es un atrampa maligna —dice Archie.

—Sí, mi esposo tiene razón estamos rodeados de espantos reales —agrega Annie temblando de miedo.

—No Annie tranquila son los nervios que nos traicionan y distorsionamos lo que vemos —la tranquiliza Candy, sin estar segura de sus palabras.

—Salta hijo nosotros te sostenemos —repite el padre y el tío.

—¡Papá! una vieja loca dice que soy suyo y me llama por mi segundo nombre, creo que me ha confundido contigo.

—Yo no veo a nadie y no entiendo ¿cómo te subiste ahí? Archie súbete a mi espalda para alcanzarlo.

—Claro y Eliza —pregunta Archie, le extiende la mano a su sobrino una vez que está sobre el hombro de Terry.

—Sujétate hijo— el joven se sostuvo de su tío, y su mamá y tía lo esperan alzando los brazos para cacharlo si es necesario, pero él de un salto cayo en tierra firme y explico que Eliza y la loca que grita —¡Terry...! Tú eres mío, no te dejaré por nadie ¡Terry...! te llevaré conmigo— se pelearon y él estaba a la par de ellas, pero de pronto se encontró sobre la carreta voladora y perdió de vista a su tía, esa mujer logro elevarlo y lo dejo en el aire para que no escapara.

—Gracias a Dios que ya estas con nosotros, ¿estas bien mi amor? —pregunta Candy.

—Si mamá, aunque este juego se ha vuelto macabro busquemos a mi tía y vámonos a casa.

Es lo que deseamos todos cariño, pero esto cada vez se enreda más y en vez de salir nos perdemos —comenta Annie abrazando a Jensen también.

—¡Suéltame maldita! Adefesio mutilado —escucharon todos.

Es la voz de Eliza —¡Eliza! ¿dónde estás? —gritaron y corrieron en dirección de donde viene la voz.

—Por aquí ¡ayúdenme...! Un fantasma demente repite que no le robaré a Terry—.

La escena que ellos logran ver es a Eliza forcejeando con una silueta, y logran ver la túnica de ella, parece de color gris o blanco viejo, y la figura es esquelética, no se distingue bien; quizás es una mujer extremadamente delgada y harapienta, no lo pueden asegurar porque en la oscuridad la visión es limitada.

—Regresa al hoyó de donde saliste calaca espantosa —ordena Eliza.

—Yo no soy espantosa, soy una mujer bella y talentosa, en cambio tú solo eres una presumida insoportable.

—¿Insoportable yo? Creo que de dónde vienes no tienes espejo por eso ignoras lo horrible que te ves.

—Eliza respeta a la señora —la regaña Candy.

—¿Este espanto señora? Tú eres más tonta de lo que creí, que no ves que esta harapienta se quiere llevar a tu hijo y se nota que se escapó de la tumba ¿qué no te das cuenta Candy?

—¡Candy...! Dijiste Candy; ¿qué hace ella aquí? Tú prometiste que nunca te acercarías a Terry, porque él es mío, ¡Terry...! Vendrás conmigo y estarás a mi lado para siempre —dice el espanto y logra arrastrar a Jensen.

—¿Quién es usted? Suelte a mi hijo, usted no se lo llevará a ninguna parte —advirtió Candy.

Todos se unieron y sujetaron a Jensen unos de los brazos otros de las piernas, esa mujer no lo toca, pero el joven es elevado del suelo parece succionado por una fuerza magnética, Terry se aferra a su hijo con las pocas fuerzas que le quedan, se siente adormecido como si le arrebataran las fuerzas quiere reaccionar, pero su cuerpo no responde.

La invitación OscuraWhere stories live. Discover now