CAPÍTULO 10

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Aunque ya casi haya pasado un mes, la desaparición de Izuku parecía que no había sido pública, tal vez no era alguien importante como para causar tanto revuelo en las noticias, pero la desaparición de un niño habría causado que al menos en un noticiero se hable de él. Pero la situación no era así. Era como si realmente nunca haya pasado nada, ni las autoridades se acercaban al hogar de la familia a informar cualquier pista o algo, pero no había nada de eso.

Al contrario, en lugares como por ejemplo su escuela, la noticia de aquello no había llegado, solo se enteraron de la desaparición varios días después y dada la casualidad de que alguien preguntó sin querer por él y aunque Izuku no era uno de los aclamados dentro de la escuela se comenzó a realizar preguntas acerca de su paradero, dado que llevaba ya varios días sin aparecer en su salón de clases.

Al final, después de que algunos estudiantes preguntaran a algunos profesores y ellos al no saber noticias tampoco llegó a manos del director de la escuela quién se contactó con los padres del alumno encontrándose con la lamentable noticia.

Si bien, la noticia impactó a todos los estudiantes del salón de Izuku y en general a la escuela después de que se hiciera noticia para todos y hasta algunos la noticia les cayó como balde con agua helada. La realidad, por otra parte, es que el primer día de que se conoció la novedad de la desaparición de Izuku se sentía algo de incertidumbre en el ambiente, se hablaba sobre ello hasta se hacían especulaciones de lo que pudo haber sucedido, pero todo fue cambiando con el paso de los días, aunque había una cantidad contada de estudiantes qué, cómo cualquier ser humano, estaban atentos o se hacían preguntas sobre el peliverde, pero en general, nadie le importó después sobre Izuku, hasta el punto de que era como si no hubiera pasado nada con él.

A pesar de que pareciera que a nadie le importaba lo que haya pasado con Izuku, no era así en realidad, había 3 personas que estaban sumamente afectadas por la desaparición, y habían 2 que tenían que soportar el martirio de no verlo todos los días, cómo venía siendo habitual en su hogar.

Izumi: Terminamos... — mencionó mientras observaba con melancolía a su alrededor.

El piso se encontraba reluciente, ningún rastro de polvo o suciedad era perceptible. La ropa, bien lavada y con aroma a limpio estaba perfectamente ordenada y colocada en su respectivo armario, los juguetes y figuras de acción, que alguna vez habían dado horas y horas de diversión, acompañado de una agradable sensación de felicidad y nostalgia cuando se eran usados para jugar juntos, también estaban ordenados y habían sido colocados en una caja, bien sellada y oculta para que nadie pueda holgar en ella. En general, toda la habitación estaba bien organizada con un aire a limpio y buen aroma, aroma que trasmitía la sensación de un lindo hogar.

Izumi, Ruri, mantenían el orden de la habitación, se encargaban a diario de la limpieza de ella. Esperanzadas de que su hermano regrese y se encuentre con el lugar limpio y ordenado, y se percate de lo cuanto, y con qué ansias, cariño y fuerzas lo han estado esperando, darle una gran y cálida bienvenida y volver a ser los hermanos unidos que siempre fueron. Extrañaban mucho la cálida presencia de su hermano.

Y la más afectada por los acontecimientos en los que se encontraban era la menor de los hermanos.

Ruri: Onee-chan, ¿Cuándo volverá Onii-san? Lo extraño mucho—. mencionó, mientras sostenía en sus manos una foto donde se encontraba los 3 hermanos juntos.

Escuchar a su hermana triste era algo que no podía soportar, dolía bastante, ¿Y cómo no hacerlo? Puesto que la persona que ellas tanto querían, con la que convivían y pasaban bonitos momentos juntos ya no se encontraban con ellas. Manteniendo la esperanza, siendo la luz, como lo ha venido haciendo hasta ahora, Izumi pondría sus manos sobre los hombros de su hermana menor.

BNHA - LAS LLAMAS DE UN HEROE ABANDONADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora