Capítulo 1

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Cuanto más buena es el alma de un hombre, menos sospecha de la maldad en los otros.

Séneca

JANE

—¡Estamos yendo mal!—se quejó Liam desde el asiento del copiloto—. ¡Jane!

Estaba demasiado borracha como para recordar el camino de vuelta y Liam no me estaba ayudando mucho a recordar. Lo único a lo que se dedicaba era a mirar el GPS del móvil y a quejarse de la forma más dramática e infantil que había visto.

Empecé a encontrarme repentinamente mal. Un presentimiento horrible acompañado de una extraña sensación que no supe identificar me dio ganas de vomitar, aunque eso también podría ser a que mi sangre se componía más de alcohol que de sangre en sí en esos momentos.

—¡Lo sé! —le lancé una mirada desesperante y volví a dirigir mi vista hacia la carretera—. Espera a que encuentre una rotonda y demos la vuelta.

La carretera estaba oscura y alrededor solo habían árboles. Estábamos atravesando un bosque y la verdad es que, de no ser por la cantidad de alcohol que llevaba en el cuerpo, me habría asustado un poco conducir por aquellas zonas. A mi lado tenía a Liam, mi mejor amigo y casi hermano toqueteando el reproductor de música y cambiando de canción constantemente mientras se quejaba dramáticamente de lo perdidos que estábamos en medio de la nada.Que sonase "Replay" de Zendaya de fondo me estaba ayudando bastante, pero no duró mucho porque Liam volvió a quejarse cuál niño pequeño con miedo a la oscuridad.



—¡¿PODRÍAS DEJAR DE CONDUCIR COMO UNA LOCA?! ¡ME ESTOY MAREANDO!—se quejó en tono híper dramático.

—¡NO ESTOY CONDUCIENDO TAN RÁPIDO,LLORICA!—me giré hacia él y me quejé con un doble tono aún más dramático.

Por unos segundos se hizo silencio entre nosotros ,y ante lo extraño de eso ,me giré hacia Liam. Su rostro se mantuvo indescifrable hasta que de repente cambió de expresión.

—¡JANE! ¡MIRA ESO!—se asombró horrorizado con la vista en la carretera.



Volví a dirigir la vista hacía adelante. Las luces de mi coche alcanzaron a iluminar un charco negro que conducía hacia la izquierda hasta salirse de la carretera y del arcén. A medida que nos íbamos acercando más, pude distinguir el color del charco.



Rojo.



—¿Pero ¿qué...? —enfoqué aún más la vista hacia delante y empecé a bajar la velocidad hasta frenar.

—¿Vamos a salir del coche? Pásame el número del que te vende esa hierba. —. Liam me miró con incredulidad.

—¡¿Y si es algún animal herido?! ¡¿QUÉ QUIERES?! ¡¿QUE LO DEJE AHÍ SIN MÁS?!—se me encogió el corazón ante aquella posibilidad.

Detuve el coche antes de llegar a pisar el charco y miré a Liam ,que tenía sus dedos masajeándose las sienes.

—Está bien...—dijo e hizo una pausa estudiando el alrededor desde la ventanilla—...pero no te despegues de mí.

Asentí y salimos del coche.

La brisa nocturna me erizó la piel, ya que mi vestido blanco y corto me quedaba de muerte, pero no parecía poder evitarme una hipotermia. Liam por su parte llevaba unos vaqueros rotos negros con cadenas en los laterales y una sudadera negra con algunas palabras en japonés.

—Dame la mano, no vaya a ser que te caigas con esos tacones de, por lo menos, diez centímetros. —me tendió una mano que rápidamente acepté.

Luz Oscura ✔️ (#1 Luces y Sombras) [EN LIBRERÍAS]Where stories live. Discover now