—¿Aún lo quieres? —preguntó.

No pude responder. No simplemente lo quiero, lo amo, y odio amarlo.

—Tomaré eso como un sí—sonrió—Mira, no creo que lo de ustedes vuelva a funcionar, ambos se hicieron mierda mutuamente y eso se lleva de por vida. Pero es lo que pienso yo, no lo sé.

—No planeo que vuelvan a ser las cosas como antes, lo que menos necesito ahora son distracciones pero si me entristece que no me pueda ni mirar—suspiré, no era del todo mentira pero hay noches en las que me pongo a pensar si de verdad estoy haciendo lo mejor.

En las noches es cuando más me pega, a veces lloro por lo que pasó y por cómo nos hicimos daño el uno al otro. Otras veces me duermo imaginando que está conmigo, a mi lado, tratando de imaginar la calidez de sus brazos alrededor de mi cintura. Y otras vuelvo a aquella noche en parís, la noche en la que me entregué a él, la noche en la que perdí el miedo y todo se volvió placer, cuando vuelvo a esa noche me dan ganas de correr a su habitación y hacer todo lo que no puedo decir

Simplemente he sido un lío estas semanas.

—En ese caso, permíteme mantenerte distraída—dijo en tono burlón—No me gusta que llores todas las noches por un imbécil.

Lo miré un segundo y sonreí ante su lindo gesto, pero la sonrisa se me borró al instante cuando sentí sus labios en los míos. No se movió, mantuve los ojos abiertos en sorpresa y las manos en alto sin saber qué hacer.

Me separé de él y negué con la cabeza.

—¿¡Qué haces?!—reclamé, me sentía tan rara.

—Distrayéndote —dijo, confundido.

—Mierda, no—negué, enojada—No vuelvas a hacer eso de nuevo, Scott.

—¿Por qué no? —inquirió, se acercó más a mí—¿Acaso te vas a quedar llorando por un idiota toda tu vida? Tienes que aprender a continuar con tu vida, Blake, no te quedes estancada.

—No es eso, simplemente no quiero—dije.

—¿Segura? —me tomó de la cintura y me pegó a él, era una posición muy extraña pues ambos estábamos en el sofá sentados.

—Scott

Escuché un ruido detrás de nosotros y cuando me giré sentí que me congelaba. Aarón estaba de pie, frente a la puerta de la entrada, llevaba un traje con el saco colgado en un hombro y su maletín en una mano.

La mirada asesina que le mandó a Scott me hizo temblar hasta a mí, me aparté de él lo más rápido que pude y me acomodé en el sofá. Le di la espalda y seguí comiendo mis palomitas, no quería verlo así de enojado pero tampoco quería darle explicaciones. No pasó nada que le incumba.

—Blake—su voz sonó tan autoritaria y tenebrosa que me giré enseguida—Quiero que prepares tus maletas, nos vamos a ir hoy y no quiero que nos retrases.

Sin decir más, se encerró en su oficina.

Mierda, sí que estaba enojado pero de algún modo lo ocultó bastante bien, al menos para Scott pero lo conozco demasiado bien. Daría lo que fuera por entrar en su cabeza y saber lo que estaba pensando en este momento.

—Se cree el muy malo y no hizo nada—dijo de pronto Scott—¿Qué tiene de especial? Maricón. Lo que daría por romperle la cara.

Lo miré sin poder creer lo que acababa de decir, no por sorpresa si no con incredulidad. Su primer encuentro es el claro ejemplo de que no le podría siquiera rozar con un dedo sin antes el ya haberlo tirado al suelo.

—Sabes que no podrías—murmuré, esperando no me haya escuchado.

Me puse de pie, subí a mi habitación e hice las maletas. Joss me ayudó en un punto, no debía llevar mucho pues yo no iría a la fiesta así que solo llevaba algo casual. Iría a Italia, no planeo quedarme en donde nos quedemos todo el rato.

Dangerous Love #1.1©(Completo) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن