Herederos de dioses

Cabeza de Piedra

Casas y dioses

Diciembre 23
— La Ciudadela de los dioses custodiada por doce bastiones y grandes murallas era la capital de Septenbrus uno de los países del norte en el reino de Somnum, Dromogurder la escuela de Habilidades estaba situada en el centro de la ciudad, un gran castillo vigilado por celestiales, son esas criaturas de togas blancas que vez sobrevolando las torres mas altas —dijo Eva— ¡Entremos niño! Necesitaras cambiarte para la iniciación.

—¿Iniciación? ¿A que se refiere con eso señora Eva?

—De ahora en adelante, llámame directora... no quisiéramos malos entendidos entre los alumnos, la iniciación cuenta con tres etapas, Solo te puedo mencionar la primera y seria seleccionar tu casa, aunque existan doce ramas de habilidades los dividimos en cinco casas diferentes, Brannrev, Steinhjort, Luftugle, Lyslange y Eddermorket y roguemos por que no te seleccionen en la ultima ¡Seria el colmo!.

—¿Mi padre y mi madre a que casas pertenecieron?

—El Héroe Moroes y la Hechicera Amandine... De los mejores en sus ramas, Moroes fue de Steinhjort cuando menos el hombre con mas fuerza que ha existido en los últimos cien años y la bruja blanca Amelia, tu madre fue mi mejor alumna en pócimas y hechizos de defensa, perteneció a la casa de Luftugle —dijo Eva quien miraba a los chicos caminar a la entrada de Dromogurder—

—¿Espere? ¿Su alumna? ¿Que edad tiene usted señora Eva?

—¡Que falta de respeto! Preguntarle su edad a una dama ¡Termine contigo! Largo, largo ¡Entra ya! Los profesores te guiaran al salón principal.

Noah se dirigió frente a un enorme portón de madera oscura y robusta adentrándose en el castillo, las voces resonaban alrededor de las paredes de piedra —«Los que no tengan su uniforme por acá, no se les permitirá el paso al salón principal sin el»— Frente a el se encontraba un chico pelirrojo, que media alrededor de un metro ochenta, brazos fuertes, una espalda ancha y un enorme mazo en la mano

—Adelante chico, pasa y cámbiate, la se remonta ya va a comenzar —Dijo el hombre— puedes dejar tus cosas en el vestidor, serán reubicadas de inmediato en tu habitación.

Tras entrar en la pequeña habitación de cambio, abrió la maleta que había comprado junto a Eva «Esta maleta contiene mas espacio de lo que te puedas imaginar niño, siempre lleva tu grimorio en la mano, también utiliza la correa de la daga ¡recuerda jamás dejarla! No querrás ocasionar problemas y siempre colócate estos guantes... si alguien viera tus manos causaría un gran alboroto» Apartó su ropaje notando las raíces oscuras que surgían de sus uñas expandiéndose hasta sus hombros, Noah era un chico con una estatura promedia, no muy alto, de brazos delgados y marcados, piernas fuertes, una espalda delgada y el pecho fornido, de mentón marcado, con un cabello negro rebelde y despeinado, al igual que moroes poseía cierta simpatía atractiva y única, algo a lo que llamaban el embrujó de los Ryttec.

El salón principal era una enorme cúpula de piedra caliza y mármol, rodeada por cinco arroyos unidos por una gran roca en centro, sobre ella había una enorme cabeza tallada, de boca abierta y ojos blancos —¡Silencio! —se escucho decir a Eva, la voz resonaba por todo el lugar— Una vez su nombre sea dicho, pasaran adelante, colocaran su mano dentro de la boca de Ymir y su casa será elegida, luego sigan las instrucciones del profesor Elof krachtig»— Eva lucía un gran sombrero blanco y dorado.
—Margot Frey, pasa adelante
Las puertas del salón se abrieron estruendosamente ante la entrada de Jacob junto a Noelle «¡La sabia del norte!» se escucharon murmullos en todo el lugar, el bastón de noelle sonaba fuertemente con cada paso que daba «Ve con tu hermano joven» Noelle llegó frente a Eva colocándose a un lado de ella.