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Kyojuro estaba gravemente herido, arrastraba su adolorida existencia en una zona oscura y apartada, rodeada de abundante vegetación, no sabía si pronto llegarían a auxiliarlo, se había enfrentado a un gran número de demonios y aunque pudo acabar con todos ellos, recibió cortes en todo el cuerpo, algunos cortes eran profundos, perdía mucha sangre a medida que avanzaba, pronto se sintió mareado y tuvo que sentarse torpemente contra una roca, no sabía cuánto tiempo podría durar sin perder el conocimiento.
- Kyojuro, deberías tener más cuidado, tu sangre huele a kilómetros, puedes atraer a otros demonios aparte de mí. -comentó Akaza agachándose junto al cazador.
Kyojuro solo le dirigió una mirada fatigada sin decir nada, se sentía muy débil.
Akaza tomó ventaja de su inmovilidad para lamerle con delicadeza las heridas ensangrentadas, comenzó con el rostro, saboreando un pequeño corte que tenía en la mejilla, después pasó a uno de sus brazos, deleitándose con el agradable sabor metálico, iba a continuar hasta que se percató que Kyojuro había cerrado los ojos, se alarmó por un momento, pero pudo comprobar que todavía respiraba, aunque si no intervenía, pronto dejaría de hacerlo.
- Te voy a agradecer la cena con algo de mi sangre. -dijo palmeando ligeramente la cara del rubio.
Kyojuro logró abrir los ojos, aun no se desmayaba por completo, Akaza tomó su cara con una mano apretando ambas mejillas para que abriera un poco la boca, aprovechó la falta de resistencia para acercarse y besarlo, Kyojuro notó al instante el sabor de la sangre en su lengua, sangre demoniaca, sin embargo no intentó alejarse y correspondió el beso con la escasa energía que le quedaba, luego de varios segundos sintió que sus heridas dejaban de sangrar, entre más se besaban él mejor se sentía, hasta que tuvo la mente lo suficientemente clara para darse cuenta que debía parar.
Cortó el beso y volteó la cara, respirando agitadamente.
- Sangre por sangre. -susurró Akaza contra sus labios para darle un último beso.
Luego del extraño intercambio Akaza tomó a Kyojuro entre sus brazos para arrullarlo mientras sanaba, Kyojuro sintiéndose seguro se quedó dormido al poco tiempo.
El demonio estaba feliz abrazando a su querido Pilar cuando sintió a lo lejos la presencia de un cazador desconocido.
- Ya vinieron a ayudarte, Kyojuro. -murmuró a modo de despedida, lo acostó suavemente en el piso y en un segundo se esfumó de ahí.
Después de un pequeño rato Shinobu arribó al lugar, en seguida puso manos a la obra, revisó los signos vitales y se dio cuenta, confundida, que Kyojuro estaba totalmente estable, algo no cuadraba, el cuervo había avisado que el Pilar de la Llama estaba herido de gravedad y que su vida corría peligro, inspeccionó todos los sitios donde el uniforme estaba roto y no vio ninguna herida, eso era imposible, la ropa estaba ensangrentada y se podía apreciar el reguero de sangre que Kyojuro había dejado a cada paso dado, no podía ser una equivocación, había estado herido y ahora estaba completamente bien.
¿Cómo había sucedido?
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Notas de autor: quise participar en la dinámica #AkarenWeek2022 ( ꈍᴗꈍ) pueden checar el hashtag en Twitter y Facebook.
Intentaré actualizar toda esta semana (esperando no tener algún percance o mucho trabajo) y solo serán drabbles sin relación alguna cumpliendo con el prompt a elegir.
Gracias por leer 💖💕
