Cote: Invencible

De camino a una nueva vida - capítulo 3

1 de abril

Hoy era el día en el que ingresaría a la Escuela Secundaria de Educación Avanzada Metropolitana de Tokio, que es financiada por el gobierno, esta escuela cuenta con una tasa de ingreso a la universidad y de empleo del 100%, aunque no había ingresado por ninguno de esos tontos motivos, no, yo había ingresado para tener libertad y poder estar alejado de la sala blanca, si entrara por mi mismo lo mas posible es que hubiera buscado una vida pacífica, pero por lo que me han dicho de esta escuela es imposible, así que he decidido hacer el mínimo esfuerzo posible, muchos me podrían decir egoísta por no ayudarlos en todo lo posible, pero eso a mi no me importa.

El encargo que me dieron fue que llegara a la clase 1-A por la compra que el hizo, aunque igualmente pienso que me hubiese dicho que lo hiciera, pero como el sabe que me gusta hacer tratos equitativos me dio eso para que no pudiera negarme

Después de despedirme de Matsuo, pronto el autobús llegó a la parada y rápidamente me dirigí hacia la entrada del autobús.

Note que estaba algo lleno el autobús, pero había un asiento vacío al lado de una niña con el cabello castaño que al parecer se encontraba dormida.

Sin hacer ningún ruido me senté a su costado, respetando de que posiblemente debe de estar cansada.

No pude evitar admirar el paisaje que se asomaba al otro lado de la ventana, nunca había podido experimentar el exterior, pero espero que esta escuela pueda darme esa experiencia.

Me di cuenta de que varias personas no tenían un asiento, como el caso de la anciana que estaba enfrente de mi que estaba tambaleándose y que probablemente se caería en cualquier momento

No es que me importe

 Mi viaje tranquilo fue rápidamente interrumpido por la voz de una mujer

''Disculpe, pero ¿no debería ceder su asiento?'' Al prestarle atención y girar perezosamente mi cabeza para verla, noté que era una oficinista frustrada que parecía estar dirigiéndose a un ¿joven? rubio bien formado que vestía el mismo uniforme rojo que yo

''Esa es una pregunta realmente loca señora'' dijo el niño rubio con una sonrisa presumida que nunca abandonó su rostro mientras se cruzaba de piernas.

''¿Por qué debería ofrecer mi asiento?, No hay ninguna razón para que lo haga'' continuo de una manera condescendiente mientras emitía una leve aura imponente.

''Es normal ofrecer los asientos a los ancianos, además de que estas sentando en un asiento prioritario'' con la actitud de ese chico, esas palabras fueron las peores que pudo haber usado.

''¿Y yo que gano exactamente?, además los asientos prioritarios son solo eso, no tengo la obligación legal de tener que levantarme, yo como un hombre joven y fuerte no tendría ningún inconveniente en estar de pie, pero no tengo el porque gastar mi energía en algo tan innecesario como ayudar a alguien, además siguiendo tu lógica ¿no todos los que están sentados en este autobús ofrecer su asiento?''

No pude evitar estar deacuerdo con este chico, si quitas el lado moral nadie tiene el porque ayudar a alguien, ni aunque se esté muriendo y hablando puramente del valor de los ancianos en Japón no se podría comparar con un joven saludable ya que ellos serán el futuro

''Pero tu ayuda contribuiría un bien a la sociedad, además esta pobre mujer parece estar sufriendo''

''¿Una contribución social, dices?, eso es algo interesante que has dicho. Ciertamente el ofrecer mi asiento podría verse como una acción positiva, pero desafortunadamente para ustedes, no tengo ningún interés en contribuir a la sociedad, solo me preocupo por mi mismo como la existencia perfecta que soy, además una cosa mas, si es que en realidad te preocuparas por la anciana habrías desistido desde el principio en contradecirme, habrías buscado a la ayuda de los demás que están sentados, pero decidiste proteger tu orgullo para no dejar que vean como un 'joven' te humilla delante de todos''