Tomé un postre ligero y me dirigí volando al piso de arriba, donde estaba mi habitación.
Al querer abrir la puerta, ésta estaba atorada. Por lo que jalé y empujé la puerta con mucha fuerza, hasta el punto de poder abrirla. Sin embargo, al hacerlo, pude escuchar el sonido de un papel rompiéndose debajo de la puerta.
Para poder ver mejor, entré y encendí la luz, debido a que ya estaba atardeciendo. Al hacerlo, inmediatamente miré hacia abajo y noté un pedazo de papel roto tras la puerta.
Cerré la puerta de mi habitación estando yo dentro, levanté el papel y empecé a examinarlo. Era un sobre rojo, no tenía remitente y parecía llevar poco rato en la puerta, ya que no estaba en la mañana.
Llegué a pensar que quizá era algún correo que había llegado y tal vez Sally o Rouge lo habían dejado abajo de la puerta, debido a que sabían que jamás reviso el correo. Solo pensé en ellas dos ya que eran las únicas en casa y de Cream lo creería poco probable.
Abrí la puerta de mi habitación y azomé mi cabeza. -¿Sally? ¿Rouge? ¿Alguna dejó una carta debajo de mi puerta?- Grité al pasillo, sin recibir una respuesta; cosa que me extrañó. Tomé mi celular y llamé a ambas, dejándome en buzón.
-Quizá están ocupadas, no debería molestarlas más- Me dije, grité una vez más; sin embargo, esta vez fue a Cream para preguntarle si las había visto. Tampoco recibí una respuesta, causándome extrañeza.
Me encerré de nuevo, esta vez para sentarme en la cama y abrir el sobre.
Al observar dentro, pude notar varios trozos de papel recortados en forma de corazón. -¡Es un regalo de Sonic!- Suspiré aliviado.
Emocionado, metí mi mano al pequeño sobre. De él, saqué un trozo de papel doblado, lo que parecía ser una carta.
La desdoblé con rapidez para empezar a leerla con detenimiento, pero... Parece que no era lo que pensaba.
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-¿Qué...?- Susurré, se me heló la sangre. Era ella... Ella de nuevo, la admiradora de Sonic no solo sabía de él... Sino que también sabía de mí.
Me levanté rápidamente de la cama, intentando llamar a Sonic con la mano temblorosa. Sin embargo, no contestó.
-Sonic, contesta... Contesta... - Dije nervioso, mientras salía de mi habitación en búsqueda del erizo.
Ante la situación, decidí mandarle un mensaje al buzón de voz de Sonic. -Sonic, no regreses a casa por favor... Dentro de mi habitación había una carta y de nuevo es esa admiradora tuya... Estoy muy asustado, ninguna de las chicas me contesta las llamadas desde hace un rato. Temo por tu seguridad y la mía por lo que por favor no regreses a casa- Dije con la voz temblorosa y un tartamudeo evidente.
Mientras caminaba rápidamente por el pasillo para finalmente llegar a las escaleras, se escuchó un estruendo detrás mío, haciendo que girara velozmente la cabeza.
El ruido provenía de la habitación de Sonic, por lo que regresé a ver qué estaba pasando. Al entrar, toda la habitación estaba llena de cajas llenas de papeles de corazón junto con cientos de cartas esparcidas en el suelo, peluches con apariencia aterradora y pétalos de rosas en todas partes, mientras que las paredes tenían frases escritas con lo que espero, es pintura roja.
Parecía una escena totalmente enferma, lo que me puso más nervioso. Pude sentir como mi celular vibraba en mi pantalón, tomándolo de inmediato, era Sonic.
-"Escuché tu mensaje Tails, sal de ahí por favor"- Gritó Sonic desde la bocina del altavoz.
Antes de responderle, escuché un portazo detrás de mí. Al voltear y observar la habitación que estaba cerrada con candado desde que llegué, noté que esta vez estaba sin las cadenas y la puerta estaba abierta. A lo que decidí guardar el celular en mi pantalón mientras Sonic todavía estaba intentando hablarme. Me acerqué lentamente a la puerta, para finalmente abrirla.
