❝𝙏𝙝𝙚 𝙎𝙩𝙤𝙧𝙮❞ | 𝘾𝙤𝙣𝙖𝙣 𝙂𝙧𝙖𝙮

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1 año después...

CLEA
PARKER

El tiempo había pasado relativamente rápido. Es decir, ocurrieron muchos cambios durante el último año. Se podría decir que las tareas de la escuela se volvieron mucho más pesadas y difíciles que antes debido a la diferencia de año y que este sería el último año de colegio. Conan había conseguido mucha más fama y reconocimiento tanto dentro de la escuela como fuera de ella; las personas le pedían fotos y siempre elogiaban su voz y le deseaban éxito en su camino hacia la música. Me sentía realmente feliz por él, sin embargo él aún no se animaba a sacar una canción por su cuenta. Oh, y también Ashley se ha vuelto mucho más cercana a nosotros. Se podría decir que ya somos un grupo de tres; siempre juntos.

Ya no éramos solo Conan y yo. Ni siquiera teníamos tiempo para poder hacer cosas de mejores amigos, lo cual me entristeció en parte porque sabía que esto se pondría peor. Y es que ya nos estábamos alejando debido a la falta de tiempo.

Solté un suspiro y me di una vuelta en la cama, mirando hacia la ventana. El clima estaba horrible, llovía sin parar y yo no pude ir a la escuela. Me pregunto si Conan fue.

Tomé mi celular y decidí mandarle un mensaje.

Clea: Holii

Clea: Fuiste a la escuela??

Clea: En mi casa no para de llover🥺 y me aburroo

Enviado a las 9:03 a.m

Connie💖 está en línea

Conan: Supuse que no vendrías apenas vi las pocas gotas caer.

Conan: Yo estoy aquí ya. ¿Vendrás a la tarde?

Clea: Jsjsjsjs

Clea: En mi casa caían gotas enormes. Como lágrimas de gigantes (?)

Conan: Vivímos cerca, niñata, sé que no es así.

Conan: En fin, te pasaré las tareas y no olvides estudiar para historia si llegas a venir.

Conan: Me debo de ir, adiós.

Connie💖 se desconectó

Estaba a punto de presionar el botón para salir de whatsapp, pero en ese momento me percaté de un puntito al lado de la palabra "Estados" y toqué allí, dándome cuenta de que era Ashley quién había subido un estado nuevo hace unos treinta minutos. Presioné la foto y observé que era una foto de Ashley y Conan en el patio de la escuela. Los dos sonreían y se encontraban en una parte del patio en el que siempre nos juntábamos Conan y yo a hablar tonteras que disfruté mucho.

Sentí nostalgia de pronto. Nuestra nueva rutina era ir a la escuela, vernos y hablar allí solamente, salir de ésta y no tener tiempo para vernos debido a las tareas. Además no podíamos hablar normalmente como lo hacíamos ya que Ashley siempre estaba con nosotros y no teníamos un momento a solas. No era qué me molestara pero... extrañaba a Conan. Lo cual era raro porque siempre nos veíamos en la escuela.

Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

—Hija, ¿estás despierta? —Preguntó la dulce voz de mi madre. —. ¿Bajarás a desayunar con nosotros?

—¡Sí, ma! Ya voy —Respondí levantándome de la cama para después meter mi celular en el bolsillo. Salí de mi cuarto y bajé por las escaleras sintiéndome un poco desanimada por mis pensamientos. Me preocupaba el hecho de que mi mejor amigo y yo nos estuvieramos alejando.

—Buen día—Saludé a mis padres con una sonrisa forzada antes de sentarme en la silla y comenzar a desayunar.

Yo era hija única, así que la mayor parte del tiempo solía aburrirme demasiado después de la escuela. Pues solía encontrarme sola en mi casa ya que mis padres trabajaban de lunes a sábado desde las 9:30 a.m hasta las 8:00 p.m.

Y ahora que no tenía mucho a Conan me aburría mucho más.

—¿Por qué tienes esa cara? No te ves bien—Dijo mi padre tomando café, apoyado en la mesada.

—Gracias papá —Lo miré con mala cara. Él rió.

—Y si es cierto pues—Dijo.

—Tu padre se refiere a qué te ves desanimada—Dijo mi madre divertida sentada a mi lado, desayunando.

—Oh, ¿se nota mucho? —Pregunté con una mueca.

—Para cualquiera que te preste atención lo suficiente, sí —Aseguró mi padre, John—. Dínos, ¿tiene que ver con Conan?

—¿Cómo sabes?

—Pues... —Comenzó mi madre, Angélica —dado el hecho de que nunca tienes esa cara de desánimos cuando se trata de la escuela u otra cosa, creemos que tiene que ver con tu mejor amigo. A menos que yo te haya dicho de limpiar toda la casa y también se deba a eso, pero no recuerdo haberlo hecho.

Reí, sintiendo un peso menos gracias a mi madre. Decidí contarles.

—Pues...—Solté un suspiro y jugué con la fruta picada en mi plato—. Lo que sucede es que...

—¡Oh, querido, mira la hora! —Exclamó mamá preocupada, viendo su reloj —. Son las nueve y veintinueve. Deberíamos irnos ya.

—Lo sé —Papá me miró apenado—. Lo sentimos demasiado, cariño.

—Tranquilo—Sonreí forzadamente. Los dos tomaron sus maletines y llaves del auto. Luego se acercaron uno por uno a mí para dejarme un beso de despedida.

—A la vuelta hablaremos, ¿okay? —Dijo mamá a lo que asentí.

—Si vas a la escuela a la tarde avisanos y cierra bien las puertas—Ordenó papá. Luego se fueron y el silencio reinó en todo el lugar. Solté un suspiro y coloqué mi mano en mi mejilla, aburrida. Seguí comiendo mi desayuno y de pronto una idea llegó a mi mente.

¿Y si organizaba una salida solo para Conan y yo? Donde pudiéramos recuperar el tiempo perdido y estar juntos y divertirnos. Sí, la idea sonaba genial. Pero, ¿cómo le digo que quiero pasar el rato con él y solo con él, sin sonar grosera por no invitar a Ashley?

Sea como sea, debía hacerlo. Por lo que, decidida y con más ánimos, me levanté y dejé el plato sucio y demás en la pileta y me fui a preparar para ir a la escuela a la tarde. Debía de pensar en un plan.