[comenten! voy a actualizar a base de las interacciones a partir de ahora🥺]
7. New Year's resolutions
Baton Rouge, Louisiana 31 de Diciembre 2019
j o e
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Debí haber recibido un golpe bastante duro en la cabeza en la práctica, de otra forma no existe una explicación a por qué dije que si cuando Clyde y Justin pidieron organizar su reunión de Año Nuevo en nuestro apartamento.
Al inicio me pareció una idea buena, algo tranquilo para nuestro grupo de amigos, pero conforme las semanas avanzaron me di cuenta que la idea de reunión de mis amigos es algo más como una fiesta masiva. Ahora tengo casi a todo el campus en mi sala desde las seis de la tarde.
Dado que Maddison, Bianca, Jay y Clyde empezaron a beber mientras preparábamos la casa, mi novia está completamente borracha. La observo hablar con su mejor amiga desde la barra de la cocina, sus mejillas rojas del calor y del alcohol y sus brazos se mueven con demasiado entusiasmo cada vez que dice algo. El vestido negro abrasa sus curvas en su totalidad y apenas le tapa los muslos, camina con los pies enfundados en sus pantuflas de navidad y con una diadema en la cabeza que pone 2020.
Es preciosa, mientras más la miro las ganas que tengo de echar a toda esta gente de mi casa y dedicarme lo que resta de la noche a quitar ese vestido que tanto está llamando la atención entre los invitados aumenta.
Me abro paso entre la multitud que baila en el centro del salón hasta llegar a la esquina donde está nuestro grupo. Discuten sobre si jugar beer pong o bailar mientras mi novia mueve sutilmente sus caderas al ritmo de la canción.
Cuando pongo mis manos al rededor de su abdomen, inmediatamente sabe quien soy. Posa sus manos sobre las mías y recarga su cuerpo hacia atrás.
—Me estaba preguntando en donde estabas.
Río— . Sentado en la barra mirándote como un maldito stalker. Ese vestido no es justo, shortcake.
—¿Te gusta? —pregunta girándose.
Rodea mi cuello con sus brazos y se pone de puntillas lo suficiente como para que su boca roce la mía. Maddison puede ser realmente hechizante cuando se lo propone.
—Uhnm. —asiento, la acercó más a mi y me acerco a su oído— . Pero me gustaría más quitártelo.
Suelta una risa y cuando levanta la mirada para encontrarse con la mía, veo esa pizca de travesura en sus ojos que hace que el pulso se me acelere al leerle la mente.
Entrelaza su mano con la mía escabulléndonos lejos de nuestros amigos, que ni siquiera se dan cuenta de nuestra ausencia. Subimos las escaleras al segundo piso, la sonrisa ladeada en su cara no desaparece ni un segundo en todo el recorrido a nuestra habitación. El ruido aquí arriba es casi nulo, lo único que escucho es el sonido de mis propio corazón chocando constantemente contra mi pecho.
