Chapter Two : The Earth.

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Sale poco después para alistarse, vistiéndose con ropa abrigada y usando un bolso pequeño para llevar sus pertenencias.

Al salir de su habitación se encuentra de frente con su padre, ojeroso, apestoso y con una expresión de estarlo pasando muy mal con la resaca, este lo mira dándole espacio lentamente, a lo cual Hyunjin termina de cruzar el pasillo para tomar las llaves antes de marcharse.

Entonces abre la puerta y lo escucha a lo lejos. — Trae algo de café y pan, me está matando la resaca porque no hay nada en la cocina... Y se acabaron las cervezas, tráeme algunos packs más.

A pesar de que si lo escucha, no le da una respuesta, cierra la puerta silenciosamente y se marcha al trabajo.

Para su suerte, esa mañana no es muy concurrida, así que sus bajas energías se adecuan a la cantidad de clientes que atiende, y pocas horas más tarde aparece MinHo para recargarle un poco de energía.

El de los ojos color avellana lo conoce bien, de modo que aunque toma su lugar junto a la puerta y carga inmediatamente al gato, lo mira con claridad y le pregunta qué sucedió la noche anterior.

Hyunjin suspira y se acerca al tomacorrientes para poner a cargar su celular ya que el mismo había muerto durante el viaje en tren al llevar activo el reproductor de música, y sin más se traga la rabia y las lágrimas para darle a conocer la situación a su mejor amigo.

MinHo no dice mucho, se acerca para darle una caricia en la espalda y luego de haber tenido la frente de Hyunjin contra el hombro luego de unos segundos, se aleja y sale por un momento de la papelería sin decir nada.

Él lo mira de reojo cruzar la calle, pero termina poniendo toda su atención en la señora que le pide que le ponga papel adhesivo estampado a los cuadernos de su hija.

—. Buen día, con permiso. — Hyunjin alza la mirada cuando han pasado unos minutos de estar atendiendo a la mujer, y se encuentra nuevamente con los grandes ojos brillantes de MinHo, quien le pone a un costado en el mostrador una bolsa de papel que contiene desayuno para él.

Le sonríe y le agradece en voz baja, sin embargo se tarda un buen rato en cumplir el requerimiento de la señora, de modo que para cuando esta paga y se retira, la comida no está demasiado caliente.

Hyunjin desayuna sentado en la silla de la caja registradora, mientras toma el celular y revisa cualquier cosa, dando con el mensaje sin leer que tenía de Félix desde la noche anterior.

Una parte de él se siente bastante mal por no haberle contestado, y la otra parte agradece no haberlo dejado en visto, así que aprovecha la ocasión para registrar su número telefónico, y apenas está dispuesto a responder, se le acaba el desayuno y el descanso, pues llegan al menos cinco clientes juntos e incluso MinHo se nota un poco agitado.

Desde ese momento es difícil determinar cuántos minutos libres tuvo en el resto del día, de modo que apenas se hace la hora del cambio de turno, él mismo salta por encima del mostrador y voltea el letrero de "abierto" de la puerta principal para que sus letras rojas indiquen por fuera que el establecimiento se encuentra cerrado.

Para su sorpresa, en el mismo instante en el que planea pasar el seguro interno de la puerta para recoger sus pertenencias, los ojos azules de Félix se asoman por detrás del dichoso letrero, y sin dudarlo él lo deja pasar antes de cerrar finalmente.

—. Oh... Por poco y no los encuentro. — El más bajito ríe leve, y con cuidado pone una bolsa encima del mostrador.

Hyunjin y MinHo se observan silenciosamente entre sorprendidos y confundidos, sin embargo, apenas Hyunjin nota alrededor del cuello de Félix su bufanda celeste, sonríe y pierde tensión en los hombros.

Principalmente Félix saluda a MinHo, y sacando de dentro de la bolsa un café oscuro bien caliente, se acerca a él y se lo entrega, según dice, es para agradecerle el haberlo dejado pasar la tarde anterior a última hora y además de todo haberlo ayudado tanto en sus compras como en volver a casa.

MinHo sonríe y agradece, sintiéndose atacado de ternura en un instante y observando cómo después el chico se acerca a su mejor amigo también, sacando de la bolsa un chocolate caliente que le entrega con mucho cuidado.

Antes de decirle cualquier cosa a Hyunjin, Félix saca por último un mini envase transparente, que contiene una porción de pastel de fresas con crema batida, y se lo ofrece con el rostro bastante colorado.

Hyunjin identifica el pequeño pastel como ese que habían visto la tarde anterior en una pastelería de la estación de trenes, le había llamado la atención porque lucía apetitoso, y al parecer el más bajo lo había recordado.

—. No contestaste mi mensaje ayer. — Le dijo en un tono muy suave después de que Hyunjin recibiera el postre. — Me alcancé a preocupar un poco.

—. Discúlpame por eso, no era mi intención. Ayer tuve una noche pesada y me dormí.

Félix asiente con ligereza, y Hyunjin alcanza a darse cuenta de que su intención no era saber por qué no le había contestado, sino asegurarse de que estuviera bien después de todo y que sus intenciones de hablar siguieran en pie.

Con ternura, hace el amago de revolverle el cabello, sin embargo Félix se mueve primero y se quita la bufanda poco a poco, doblándola bien antes de dársela de vuelta.

Después de que el más alto le agradece, Félix se despide tanto de él como de MinHo, y los deja a solas en la papelería disfrutando del par de pequeños detalles que les hizo llegar como agradecimiento por su amabilidad.

MinHo mira al más alto y le alza las cejas varias veces con picardía. — Te descuido una tarde y ya se hablan por teléfono, veo que te llamó la atención.

—. En mi defensa, él me pidió mi número.

El mayor soltó una carcajada y lo miró con una incredulidad burlona. — Claro, y tú que para nada querías dárselo, caíste ante la presión social y se lo diste contra tu voluntad.

Hyunjin, colorado, se ríe levemente y no hace más que sentarse a disfrutar de aquel postre que sin dudas le había alegrado la tarde, tanto por el detalle como por el objeto en si.

Recogen sus pertenencias bastante más tarde de lo usual, lo suficientemente como para toparse con el muchacho del turno de la tarde, a quien saludan antes de marcharse.

Como siempre, Hyunjin acompaña a MinHo hasta las puertas de su trabajo, y unos minutos después se da la vuelta y retorna a casa, no obstante, esa tarde en especial no tiene ánimos de volver a casa, por lo que en un impulso muy bien aprovechado le envía un mensaje a Félix.

"¿Aún estás cerca? Me preguntaba si querías que nos juntemos para pasar el rato, si no estás ocupado, claro".

El menor tarda un poco en contestar, sin embargo apenas lee su mensaje le responde de manera afirmativa, y así quedan de verse unos minutos más tarde en una zona cercana.

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Where stories live. Discover now