⋆ ★ iii. "he'll come for you"

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──c h a p t e r  3──
╰┈➤ "Él vendrá por ti"

*ೃೀ──c h a p t e r  3──╰┈➤ "Él vendrá por ti"

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YA SON LAS 3 de la mañana y la joven seguía sin poder dormir. Y no, no tenía insomnio, solo no le daba la gana.

Se quedó viendo series de Netflix vistiendo su pijama de unicornio comiendo un helado. Esto sí que era vivir.
Lamentablemente, lo bueno nunca dura. Sus párpados empezaron a parecerle pesados y su cerebro no diferenciaba entre sus pensamientos y los diálogos del show.
Al final se dió por vencida y se fue directo a la cama. Al tocar el suave colchón sus ojos se cerraron al instante.

Como siempre, su sueño no era nada lindo.

Se encontraba en un bosque muy parecido a uno en el que solía pasear con su abuela en los días templados. Excepto que en este bosque no había árboles con hojas verdes, tampoco había sol y no se escuchaba el cantar de los pájaros. El lugar era lúgubre, una niebla baja cubría el piso y el único sonido que se oía eran las ramitas rompiéndose constantemente.

A pesar de no estar siendo perseguida por un Minotauro, una pantera o un arbusto de moras venenosas, ese sueño era, en definitiva, el peor que tenía desde hacía años. Sentía una fuerte opresión en el pecho y le costaba concentrarse. Percibía a la otra presencia, responsable de los crujidos de las ramas caídas.

—¿Quién es? —preguntó nerviosa. Corrió hacia un árbol y arrancó una rama de un tamaño considerable para usar como bate de béisbol. Empuñó su arma y repitió su pregunta—. ¿Que quién está ahí? ¡Salga antes de que le de el putazo de su vida!

De pronto el viento sopló fuerte y la luz blanquecina se volvió más intensa, por un momento, Keyla quedó ciega por tanta iluminación.

Al abrir los ojos de nuevo, sintió los rayos del sol veraniego en el rostro y la brisa suave de la primavera. El bosque estaba repleto de flores coloridas y aves cantoras. Este sueño tomó un giro inesperado para ella.

—¡Mi pequeña guerrera! ¡cuánto has crecido! —habló una voz bastante familiar detrás de ella. Lenta y confundida, voltió para ver a la mujer que le brindó apoyo durante los mejores años de su vida.

—¿Abuela...? —preguntó extrañada siendo arrastrada a los brazos de la anciana en un cálido abrazo.

Estaba impactada. La señora tenía la apariencia y la voz de su pariente, pero como lucía era extraño: en lugar de su habitual chompa verde, llevaba un vestido, o podría ser una toga, blanco con detalles dorados. Su pelo gris estaba recogido en un moño elegante y su piel no era completamente notoria, parecía un fantasma.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2023 ⏰

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𝔏𝔬𝔫𝔤 𝔏𝔦𝔳𝔢; 𝔖𝔞𝔫𝔡𝔪𝔞𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora